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Conferencia de las Partes

COP27: negociadores climáticos estudian la declaración final de la cumbre que se realiza en Egipto

Los delegados discuten los aspectos principales divididos en grupos de trabajo liderados por los ministros, para dar paso a la negociación política.

La Conferencia de las Partes (COP27) sobre cambio climático empezó a negociar su declaración final, en el que las finanzas para adaptación y mitigación, así como para pérdidas y daños, estarán en el centro de atención.

Los delegados empezaron a discutir este martes estos aspectos principales divididos en grupos de trabajo liderados por los ministros, como es habitual en las conferencias, para dar paso a la negociación política. 

Los Estados insulares agrupados en AOSIS (Alianza de Pequeños Estados Insulares), un grupo pequeño pero que ha tenido fuerte presencia en la conferencia, ya anticiparon que no se irán de la COP27 sin un fondo para paliar las pérdidas y daños sufridos por el cambio climático.

“Hemos renunciado a mucho (…) Así que esperamos que (los países desarrollados) sean capaces de tener en cuenta algunas de nuestras prioridades. Y nuestras prioridades no han cambiado desde el primer día”, explicó Conrod Hunte, negociador principal de AOSIS.

El grupo, que también es miembro del G77, considera que “es importante establecer ese fondo en esta COP para no perder el impulso”, insistió Hunte, de Antigua y Barbuda.

Estados Unidos y la Unión Europea se muestran reacios a la creación de un nuevo mecanismo para pagar los daños y pérdidas a los países en desarrollo por unos daños que sufren sin haber provocado.

En la conferencia del clima de Copenhague, en 2009, los países desarrollados admitieron que deben pagar los costos por el daño provocado y se comprometieron a crear un fondo de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2015 para mitigación y adaptación.

“La promesa de los 100.000 millones de dólares para la acción climática no puede soslayarse más, porque esa cantidad es ya insuficiente ante los desafíos que tenemos”, expresó Fiame Naomi Mataafa, la primera ministra de Samoa, un país insular amenazado por la subida del nivel de los océanos.

Asimismo, Brasil, Sudáfrica, India y China (el grupo BASIC) recordó que esos 100.000 millones al año son apenas “una pequeña fracción” del dinero necesario para la transformación del modelo energético que impone el cambio climático.

//Mirá también: COP27: denunciaron a un sponsor de la cumbre climática por ser la empresa más contaminante

Más allá del número, el dinero sigue sin aparecer y los países más vulnerables reclaman un pago por los daños y las pérdidas, en lugar de financiación para la adaptación.

Algunos países como Estados Unidos y Alemania se mostraron a favor de Global Shields, un seguro que se active cuando, por ejemplo, la sequía amenace una cosecha, algo que es visto con recelo por los países afectados, que alertan que lo que se necesita es un mecanismo claro de financiamiento y que un seguro no cubre pérdidas como el aumento del nivel del mar o la desertificación.

Pese a la expectativa, las discusiones sobre este punto podrían extenderse hasta 2024, según el calendario pactado en la COP26 del año pasado en Glasgow, Escocia.

Hunte, sin embargo, aseguró que irse de Sharm el Sheij “sin nada no es una opción”.

De la COP27 tiene que salir como mínimo “un acuerdo para que trabajemos en pos de un fondo”, reclamó el negociador, citado por la agencia de noticias AFP.

Además, aseguró que “China apoya plenamente” la creación del fondo.

El caso de China es particular: es el país que más gases de efecto invernadero genera, aunque no es el que más ha generado desde la era preindustrial, a la vez que es considerado un país en desarrollo.

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Fecha de publicación: 17/11, 2:18 pm