Creó la primera marca argentina de mochilas sustentables hechas de papel Kraft: cuánto invirtió
Ignacio Ciarroca fundó Wandergreen en 2020. Además, producen accesorios de viajes, todos hechos con fibra de celulosa: resistentes, lavables, veganos, y sustentables.
Primero intentó hacer cepillos de bambú, pero viendo que ya existían otras marcas consolidadas en el mercado argentino, y luego de varios meses de investigación, decidió apostar por crear algo totalmente innovador: mochilas hechas de papel Kraft.
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Así, con fibra de celulosa y una inversión inicial de $200 mil armó en mayo de 2020 las primeras 50 mochilas y accesorios para viaje resistentes, lavables, veganas, y sustentables. La apuesta es de Ignacio Ciarroca y se llama Wandergreen, la primera marca argentina de mochilas hechas con este material sustentable.
Hoy, cuenta con un equipo de 10 personas que trabajan de forma directa y otras tantas que lo hacen de forma indirecta, «como el equipo de la fundación IDEL, que son alrededor de 30 personas con diferentes discapacidades y que trabajan en la parte final de nuestro procesos productivo o nuestro equipo de logística de Interbook», suma Ciarroca en diálogo con Economía Sustentable.
-¿Cómo surgió el proyecto?
-Luego de trabajar muchos años en el mundo corporativo, en 2016 decidí emprender junto con dos socios (Diego y Cristina) y crear una agencia de viajes. Durante la pandemia, dada la grave crisis que atravesó el turismo, comencé a buscar alternativas para desarrollar un nuevo proyecto a nivel personal. Mi espíritu inquieto -y el haber crecido en Ushuaia en permanente contacto con la naturaleza y la montaña- me llevó a buscar crear algo con impacto, totalmente innovador y que trascienda el mero objetivo económico, pudiendo devolver algo a la Patagonia, lugar donde crecí.
Tras varios meses de investigación, surgió la idea de hacer algo totalmente innovador con productos hechos de papel Kraft, algo que comenzaba a ser tendencia en algunos países europeos o EEUU pero que no existía en Argentina. Así, buscando nuevas tendencias a nivel mundial con materiales sustentables, nació Wandergreen.
Ciarroca explica que el origen del nombre proviene de los Albatros Errantes (Wandering Albatross en inglés), que habitan en la Tierra del Fuego y es considerada el ave viajera más grande del planeta: conviven con un clima hóstil y son famosas por su capacidad de nadar para alimentarse y vivir largas aventuras planeando para ahorrar energías, llegando incluso a dar la vuelta al mundo en solo 45 días.
«Este espíritu aventurero me inspiró a viajar desde chico, a salir de la zona de confort y buscar algo diferente, a crear un producto inspirado en sus cualidades: su forma de viajar de manera sustentable, su robustez y resistencia, su capacidad anfibia de sumergirse en las aguas del océano Atlántico Sur y una razón de ser superadora: ser almas libres para volar a cada rincón del planeta», detalló.
-¿Por qué apostar por el papel Kraft?
-Primero, porque quería hacer algo totalmente innovador, que no existía en la Argentina. Segundo, porque es un material muy versátil y, lo más importante, es sustentable porque se puede reciclar. Es lavable a mano, duradero y permite ser reciclado 100%. Además, está hecho de fibras vírgenes de cultivos especiales y no de deforestación (con certificación FSC) y permite convertirlo en una tela resistente, con un aspecto similar al cuero, pero que mantiene la textura única del papel Kraft. Además, es cruelty free.
-¿Trabajan con materiales reciclados o directamente producen este tipo de papel?
-Directamente trabajamos con papel que proviene de cultivos especiales y no de deforestación. En algunos productos, como las materas, el forro interno está hecho de RPET – plástico PET reciclado. Y todos los otros materiales que trabajamos son veganos, cruelty free.
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–¿Cómo lo certifican y dónde se confecciona?
-El papel Kraft cuenta con certificación de origen FSC (Forest Stewership Council) en Alemania. Parte del proceso productivo se hace en el exterior y la última parte la hacemos en Argentina junto a la fundación IDEL para fomentar la inclusión socio laboral de personas con discapacidad. Una vez terminados los productos, el equipo de la fundación IDEL se encarga de realizar un exhaustivo testeo de calidad de todos los productos y de colocar nuestra material de promoción (stickers y postales) para que cada fan de la marca reciba su mochila o básico impecable.
–¿Probaron con otros materiales previamente?
-Inicialmente la idea era hacer cepillos de bambú, pero viendo que ya existían otras marcas consolidadas en el mercado argentino, y luego de varios meses de investigación, surgió la idea de hacer algo totalmente innovador con productos hechos de papel Kraft. Durante varios meses estuvimos probando unos pocos productos con amigos y familiares para certificar la durabilidad y la calidad del material.
Hoy ya sumamos en algunos productos como las materas el RPET -plástico reciclado- y no descartamos en el futuro cercano sumar otros materiales sustentables, pero siempre con el foco puesto en el papel Kraft como insignia de nuestra marca.
-¿El proceso de producción de los productos se hace en el exterior o en Argenitna?
-Sí, el proceso se hace en el exterior. La última parte de la producción de los productos se hace en Argentina con los testeos de calidad y el packaging. Somos una marca joven y apuntamos a poder fabricar a nivel local en el mediano plazo, si las condiciones macro-económicas están dadas.
-Son productos 100% ecológicos y reciclables, ¿cómo serían los pasos para poder reciclarlo?
-El papel Kraft, más allá del tratamiento que tiene, no pierde su condición de poder ser reciclado como cualquier papel normal. Es decir, es el mismo papel Kraft que recibimos en los pedidos de delivery de comidas. El tratamiento que tiene no afecta su reciclado. Se debe llevar el papel a los contenedores correspondientes que vemos en los diferentes lugares públicos. De ahí luego es trasladado a una planta de tratamiento y clasificación. Posteriormente se da un proceso de extracción de las fibras y eliminación de los materiales que no sean papel. Se hace un centrifugado y eliminación de las tintas que sobran. Y finalmente se hace un blanqueo del papel y nuevo uso.
-¿Cómo es el consumidor de la marca? ¿Qué aceptación tuvo en el mercado local?
-Nos interesa generar una comunidad de fans de la marca de personas que viven en constante movimiento, que buscan crecer, viajar para descubrir nuevos lugares, personas y culturas. Estamos convencidos que no hay nada más enriquecedor para nuestro cuerpo y alma que viajar y vivir al aire libre, conectando con la naturaleza. Nos gustan esas personas que van un paso más allá y buscan trascender con sus acciones, generando impactos positivos en el planeta y en el entorno que las rodea.
Así hemos tenido una aceptación del producto excelente, la gente se sorprende con la calidad del producto, con la innovadora de la propuesta y con los propósitos que nos guían como marca. Eso no solo queda demostrado en las ventas que tenemos en nuestra web, sino también en tener nuestros productos en más de 40 prestigiosas tiendas que respaldan la calidad de los mismos como son MALBA Tienda (Museo MALBA), las tradicionales tiendas ALPARAMIS, la cadena de artículos para la oficina ALOT, entre otras.
–¿Qué proyectan para este año?
-Proyectamos producir para este año de más de 10.000 productos entre mochilas, fundas de laptop, necesers, riñoneras, bandoleras, porta celulares, gorras, bolsos, billeteras y más. Si bien todavía no exportamos, nuestra visión es ser una marca global que llegué a diferentes partes del mundo y sea, al mismo tiempo, una forma de dar a conocer nuestra Patagonia en el mundo contando la historia de nuestro nombre y de algunos productos cuyo nombre también remiten a lugares de la Patagonia.