El concepto de moda sustentable habitualmente es explicado por los expertos en medio ambiente como el conjunto de prácticas adoptadas para permitir que la industria textil sea más responsable desde el punto de vista ecológico a partir de una producción y diseño sustentable, reduciendo el desperdicio y la acumulación de basura, además de promover la preservación de los recursos naturales y ofrecer condiciones de trabajo más justas.
Pero, como se trata de un sector en crecimiento, además de los beneficios para el medio ambiente, el mercado de la moda sostenible también es considerado como una excelente oportunidad de negocio para las empresas de esta industria ya que su impacto ambiental es un tema cada vez más presente en la conciencia de las personas, lo cual se traduce en hábitos de consumo más responsables y en un concepto de moda sustentable que gana cada vez más protagonismo.
Las empresas saben sobre la influencia de la industria textil en los índices de contaminación del mundo y por eso, buscan constantemente alternativas más ecológicamente responsables como, por ejemplo, el uso de algodón orgánico o reciclado; procesos productivos menos contaminantes; reducción de residuos a través de la economía circular; energías renovables; menor consumo de agua, y fabricación de productos duraderos que fomenten la reutilización y el reciclaje.
Uno de los grupos de moda “made in Argentina” que viene adoptando este camino desde hace ya varios años es Blue Star Group (BSG), que lleva más de 30 años de trayectoria dedicado al diseño, producción y comercialización de accesorios de moda.
La historia de este holding comenzó en el barrio porteño de Once, en 1995, cuando Carlos Castelli, abrió una tienda de accesorios que, sin saberlo, se convertiría en lo que hoy es uno de los mayores grupos de accesorios de moda del mundo.
Expansión global del mayor grupo de diseño del país
Con el tiempo, no solo se posicionó como líder en Argentina, sino que, a partir de un plan de expansión internacional, pudo abrir locales en países como México, Brasil, Perú, Chile y recientemente Colombia, Panamá, Uruguay, El Salvador, Guatemala y Paraguay.
Su operación se basa en varias marcas reconocidas en el negocio como Todomoda e Isadora, con las que opera más de 800 tiendas distribuidas en todos esos mercados, además de contar con nueve canales digitales propios y tiene presencia en marketplaces en los países donde tiene presencia, empleando a más de 4.000 personas y colocando sus productos entre 80.000 mujeres que los adquieren por día, vendiendo 70 millones de unidades por año.
En la actualidad, BSG es considerada la compañía más grande en Latinoamérica en venta de accesorios y la tercera en su rubro a nivel global, posiciones que, según sus ejecutivos, alcanzó a partir de una estrategia basada en el diseño de todos sus productos, la operación en tiendas propias y la gestión mediante tecnología, con un sistema que analiza más de 300 millones de datos por día, y que le permite una rápida reacción a la demanda.
En la Argentina, la compleja situación económica la obligó a abordar durante estos últimos dos años planes con impactos directos en sus operaciones, debido a la volatilidad de la macro y, en especial, del sector de la moda local.
De todos modos, el directorio del grupo optó por mantener sus principales lineamientos de expansión a partir de nuevas formas de optimizar sus márgenes y mantener una relación cercana con sus proveedores y sus clientes.
De forma paralela y, en parte forzada por nuevas regulaciones y el creciente interés por el consumo responsable, impulsaron al grupo a tener que evolucionar y reforzar su estrategia de sostenibilidad mediante la adopción de medidas que fortalezcan su competitividad en el mundo, haciendo negocios cada vez más sostenibles.
Gobernanza estratégica
De acuerdo a un reciente informe elaborado por el directorio de BSG, la compañía se plantea como proceso para los próximos años seguir trazando un camino hacia un modelo de negocio más responsable e inclusivo, con el compromiso con el triple impacto —económico, social y ambiental— como fundamento y reconociendo que la sustentabilidad es un proceso en construcción que requiere constancia y mejora continua.
El informe se enmarca en la estrategia “We Are Going”, que estructura las acciones de la empresa en cinco pilares: compliance, eficiencia, productos conscientes, impacto social y gestión ambiental.
Como parte del proceso, BSG llevó a cabo su primer análisis de doble materialidad, alineado con los estándares internacionales GRI y CSRD y en el cual recopiló 2.464 respuestas de sus grupos de interés y cubrió todas las operaciones de la organización durante 2024, lo que permitió identificar los temas clave y estratégicos.
La organización impulsa además, programas de desarrollo profesional, bienestar y formación continua, junto con políticas inclusivas como licencias adaptadas, protocolos contra violencia de género y acompañamiento en la transición de identidad.
Su gobernanza se fortalece mediante tres comités estratégicos (Auditoría, Finanzas y Políticas), un Código de Ética obligatorio y un canal de denuncias activo en todas las regiones.
En lo que es su primer reporte de sustentabilidad, sus ejecutivos marcan un hito en la historia de BSG y reflejan el compromiso de tomar decisiones conscientes en cada área de negocio.
Explorar sinergias
Al respecto, Martín Castelli, Presidente de Blue Star Group, asegura que el informe “evidencia que integrar la sustentabilidad en el corazón del negocio es la clave para crecer de manera responsable y consciente, impulsando innovación, diversidad y propósito en toda la región».
El ejecutivo sostiene que la guía del grupo es la estrategia We Are Going, un plan integral que impulsa el crecimiento del grupo mientras promueve un impacto positivo en el ambiente y en las comunidades que nos rodean.
“La sostenibilidad forma parte de nuestra manera de trabajar y se refleja en cómo diseñamos nuestras colecciones, cómo nos vinculamos con nuestras comunidades, en una comunicación libre de estereotipos y en la experiencia que ofrecemos en nuestras tiendas”, agrega.
En este camino, el reporte informa que, en el último año el board de BSG también mantuvo conversaciones con otros líderes del sector a nivel global para intercambiar ideas y explorar posibles sinergias en temas de sostenibilidad, siempre con el horizonte puesto en la línea We Are Going, con la que establece objetivos
específicos para cada categoría de producto dentro de sus marcas para aumentar la proporción de materiales de menor impacto ambiental.
En este sentido, Castelli explica que “clasificamos un producto como parte de nuestra línea We Are Going cuando al menos el 30% de su composición proviene de materiales de menor impacto como reciclados u orgánicos y consideramos que estos productos deben ser fabricados por proveedores que cumplan con altos estándares de sostenibilidad y posean las certificaciones correspondientes”.
Reducir emisiones a mediano plazo
Siguiendo la misma premisa, el año pasado la cadena de valor de BSG, que combina producción local y abastecimiento global, orientó el 13% de la inversión a proveedores argentinos, fortaleciendo la economía regional, lo cual le permitió mantener un crecimiento constante con más de 25 millones de clientes al año y más de 800 tiendas en la región, consolidando la expansión de la empresa.
De cara a este 2025, Blue Star Group se propone avanzar hacia una gestión ambiental más robusta que se va a enfocar en medir la huella de carbono y evaluar la cadena de suministro y optimizar recursos.
A mediano plazo, el plan es impulsar proyectos de reducción de emisiones y gestión de residuos con el objetivo puesto en llegar a ser un referente global en la industria sostenible de la moda, y transformar la percepción de este sector hacia uno más justo, inclusivo y responsable.
Según señala Castelli, “uno de los principales compromisos será la medición de la huella de carbono de todas las operaciones, como punto de partida para implementar planes de reducción de emisiones, gestión de residuos y optimización de recursos”.
En materia de gobernanza, el Directorio revisa periódicamente su desempeño y las principales políticas de la compañía, y continuará analizando mecanismos para fortalecer sus prácticas en línea con los estándares internacionales.
“Gestionamos el impacto ambiental de nuestras operaciones para marcar la diferencia en la lucha contra el cambio climático. Nos enfocamos en iniciativas que nos ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, a optimizar el consumo de agua y energía y a gestionar los residuos de manera responsable, tomando acción directa en las áreas donde más podemos influir”, destaca el máximo ejecutivo de BSG.
En ese sentido, admite que uno de los nuestros principales puntos de impacto del grupo se encuentra en la planta de producción ubicada en la localidad porteña de Barracas.
Al mismo tiempo, Castelli asegura no perder de vista “nuestra red de centros de distribución y tiendas, con un impacto ambiental importante. Allí, trabajamos en iniciativas locales que nos permiten probar y aprender para luego escalar buenas prácticas al resto de la cadena”.
Como parte de ese plan, resalta el objetivo de medición de la huella de carbono del grupo “que no solo nos ayudará a entender el impacto total de nuestras operaciones, sino que será la base para construir una estrategia de descarbonización efectiva, alineada con las expectativas de nuestro negocio, reguladores y nuestras metas de sostenibilidad”.
Pilares de acción del mayor grupo de diseño del país
La empresa basa su estrategia de negocios alineada con su plan de sustentabilidad en lo que sus ejecutivos consideran son cinco pilares fundamentales para alcanzar esos objetivos que son:
- Compliance y mejores prácticas a partir de guías, principios y pautas que fomenten compromisos claros y definan maneras de actuar.
- Eficiencia responsable mediante el uso responsable de recursos para reducir su impacto ambiental y fortalecer nuestro negocio.
- Productos más conscientes desarrollando una oferta confiable y de calidad, teniendo en cuenta su influencia en el entorno y las comunidades.
- Impacto social en base a una conexión genuina con nuestra comunidad, brindándoles habilidades prácticas e integrándose en su proceso productivo.
- Gestión ambiental siendo conscientes del cambio climático y de la necesidad de actuar para mitigar su impacto ambiental y social de su cadena de suministro.
Además, la empresa tiene claro que debe gestionar sus negocios y la relación con sus proveedores con ética y transparencia, por lo cual desde el 2021, cuenta con una oficina en China dedicada a negociar, supervisar y fortalecer las relaciones de sus alianzas en Asia.
En este sentido, el reporte explica que dicha decisión se basa en comprender que uno de los desafíos más significativos que enfrenta BSG “son las condiciones laborales en las fábricas de quienes nos proveen de insumos y productos”.
Mitigar el “efecto” Asia
Para mitigar estos riesgos, la sociedad le pide a cada proveedor que declare las fábricas que utiliza para la manufactura de sus productos y que estén auditadas bajo los estándares internacionales Sedex Members Ethical Trade Audit (SMETA) y Business Social Compliance Initiative (BSCI).
“Nuestro compromiso social y ambiental atraviesa cada etapa de nuestra cadena de valor ya que, desde la elección de materiales hasta el diseño final, ofrecemos accesorios de moda y lifestyle que no solo realzan el estilo, sino que también buscan generar un impacto positivo trabajando con una red de proveedores confiables en Asia, principalmente en China, India y Vietnam, asegurando prácticas responsables en la producción”, se detalla en el informe.
Además, en la planta de Barracas implementa una gestión eficiente y sostenible de los recursos, garantizando calidad, seguridad y responsabilidad ambiental e impulsa programas que promueven la economía circular, reutilizando materiales y reduciendo residuos con el objetivo de ofrecer productos accesibles y alineados con los valores de sus clientas.
Del mismo modo, diseña procedimientos para asegurar el cumplimiento de normativas legales, laborales y ambientales en toda su cadena de suministro que se reflejan principalmente en los procesos de alta y en el cumplimiento de su Código de Conducta para proveedores.
En el caso de los internacionales, que representan más del 80% de sus insumos, lleva a cabo un análisis exhaustivo en conjunto con la consultora Dun & Bradstreet, revisando los antecedentes comerciales, crediticios, judiciales e impositivos para asegurar la viabilidad de la relación comercial.
Todos los proveedores estratégicos deben firmar una declaración jurada en la cual se comprometen a cumplir con las leyes y regulaciones vigentes de su país, con los estándares que exige Blue Star Group, con normas ambientales, incluyendo las que puedan ser más exigentes que las locales, y con leyes laborales, como la prohibición del trabajo infantil y forzado, garantizando condiciones de trabajo dignas.
En el caso de los proveedores de Argentina, Perú y México sigue un enfoque similar, verificando sus datos formales e impositivos. Por ejemplo, en la Argentina realiza un control mensual a través del sistema NOSIS, que le brinda información comercial, crediticia y judicial, entre otros datos relevantes.
En caso de que un proveedor no cumpla con esos estándares, le puede pedir un plan de acción correctiva y, si no se implementa, suspender o terminar la relación comercial.
Cuidar el origen orgánico
Otra parte importante de la estrategia sustentable del grupo desafía a sus ejecutivos a lograr minimizar los impactos ambientales asociados con la fabricación, los materiales utilizados y la disposición final tanto del producto como de su packaging.
En el reporte se agrega que, “en línea con nuestro compromiso, establecimos objetivos específicos vinculados con el origen orgánico o reciclado de los materiales con los que hacemos los productos de nuestra oferta”.
Además, se explica que todo el packaging de papel y cartón utilizado proviene de proveedores certificados por el estándar FSC, garantizando su origen sostenible.
Para las polybags, implementa una política estricta que exige a los proveedores el uso de plásticos reciclados, como polipropileno o polietileno reciclados.
“Durante 2024, reforzamos esta iniciativa solicitando cartas de compromiso y los certificados de la Global Recycled Standard (GRS) o de la Recycled Claim Standard (RCS) de sus proveedores, asegurando la trazabilidad y el cumplimiento de estos estándares”, se agrega en el documento.
También la biodiversidad forma parte de la estrategia sustentable de BSG, teniendo en cuenta que está en riesgo debido a la deforestación, el uso insostenible de recursos y las prácticas que perjudican a los animales. Por eso, el grupo dice trabajar “para garantizar que nuestros productos respeten y protejan la vida en todas sus formas, desde los bosques que son el pulmón del planeta hasta los animales que merecen vivir libres de crueldad”.
Para cuidar los recursos naturales, el reporte hace referencia a la adopción del estándar FSC® (Forest Stewardship Council®) en todo el papel, cartón y madera que utiliza, “lo cual significa que nuestros materiales provienen de bosques gestionados de manera responsable, donde se respeta el equilibrio ecológico y se protege la biodiversidad”.
Ese compromiso se extiende al bienestar animal con la certificación cruelty-free de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), a partir de que todos los productos de belleza y cuidado personal de BSG son elaborados sin pruebas en animales, “demostrando que es posible crear productos innovadores y de calidad sin comprometer la vida de los seres vivos”.
Uso eficiente de recursos
Teniendo en cuenta que el impacto de las actividades de su planta de Barracas en el agua es bajo por su mínima incidencia en el proceso productivo y porque la Ciudad de Buenos Aires no enfrenta una situación de estrés hídrico, el objetivo y metas relacionados con este recurso se alinean con las políticas públicas locales.
Es decir, la empresa trabaja en conjunto con las autoridades locales y sus proveedores para asegurar el cumplimiento de las normativas ambientales en cuanto al agua que utiliza y que es extraída de la red de servicio público provista por AySA, cuya fuente es el Río de la Plata.
Se consume en diversos procesos, principalmente en sanitarios, para el teñido de productos en el sector de tintas y en la generación de vapor para calderas.
En el caso del efluente industrial del teñido se vierte a una cámara de toma de muestra sin tratamiento previo, siempre con resultados dentro de los límites normativos, con destino a la red cloacal. El rechazo de la caldera también es vertido a la red pluvial sin representar un impacto significativo.
En cuanto al consumo energético, todas las plantas y centros de distribución del grupo se abastecen de la red eléctrica pública de las localidades donde opera.
Durante el 2024, BSG avanzó en la medición de la huella de carbono de sus operaciones, lo que le permitirá conocer con mayor precisión los consumos energéticos de sus tiendas, oficinas y centros operativos.
Actualmente trabaja en la consolidación de los datos de consumo energético del 2024, que le permitirá incorporar esta información en las próximas ediciones del reporte, incluyendo también los datos correspondientes a 2025.
Gestión de residuos
En el caso de los desechos, sus principales fuentes de residuos están asociadas a scrap de productos fallados, obsoletos o remanentes de ventas; residuos textiles provenientes de la producción en las fábricas; mobiliario y equipos electrónicos obsoletos; plásticos derivados del packaging que llega a las tiendas; y cartón en los centros logísticos.
En la fábrica ITS, estamos busca formas de acumular y donar los textiles sobrantes a organizaciones que puedan reutilizarlos.
En los centros logísticos, por su parte, vende los cartones no reutilizables a la misma empresa a la que le compra cajas recicladas, fomentando la circularidad en nuestro proceso.
En el caso de los desechos, sus principales fuentes de residuos están asociadas a scrap de productos fallados, obsoletos o remanentes de ventas;
A nivel local y en colaboración con Puro Scrap, recicla más de 5500 kg de residuos, incluyendo chatarra electrónica, plásticos, madera, vidrio y cartón, para asegurar que no terminen en vertederos.
Además, los residuos generados de forma habitual en su centro logístico son retirados por Contenedores Hugo para garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales y la correcta gestión de los residuos.
“Avanzamos en nuestro camino hacia una gestión ambiental más responsable con acciones concretas que amplifican nuestro impacto positivo”, agrega Castillo, quien además hace mención a la alianza de BSG con Seamos Bosques, una organización de triple impacto dedicada a restaurar ecosistemas nativos.
Para el ejecutivo, “la restauración de bosques no solo es una iniciativa positiva para capturar carbono, sino también una herramienta poderosa para cuidar la biodiversidad, conservar el suelo, proteger fuentes de agua y fortalecer el entramado comunitario local”.
Con esta visión, el grupo apoya la regeneración de la Selva de Yungas, uno de los ecosistemas de mayor biodiversidad de Argentina, ubicado en el noroeste del país y, entre el 2022 y el 2023, sumó 436 árboles a dicha iniciativa y proyecta la plantación de 771 más hasta este 2025, alcanzando un total de 1207 árboles nativos, con especies que ya capturaron 19,84 toneladas de CO2 equivalente, con un potencial de captación de 1046,4 toneladas a lo largo de su vida.
Según el reporte, “la iniciativa, que ya alcanza las 277 hectáreas de bosque restaurado, forma parte de las acciones que implementamos para generar un impacto social y ambiental positivo en los países donde tenemos operación, y refleja algo más profundo: la convicción de que un futuro más sostenible se construye con decisiones conscientes, colaboración y responsabilidad compartida”.