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Entrevista

Fernanda Manuel, de Arredo: «La estrategia de sustentabilidad es una agenda de tu empresa, no del contexto global»

La Gerenta de Sustentabilidad de la empresa nacional explicó cómo impulsan la economía circular, el impacto que podría tener la apertura de importaciones y cuáles son los principales desafíos del área.

Fernanda Manuel, de Arredo: La estrategia de sustentabilidad no es una agenda del momento”

Con más de 60 sucursales en Argentina y 11 en Uruguay, hacia donde también exporta su producción nacional de sábanas, Arredo se consolidó como una firma de referencia en ropa de cama y decoración. Sin embargo, poco se conoce sobre cómo la compañía gestiona el área de sustentabilidad.

En los últimos años, la empresa familiar decidió dar un paso más allá e impulsar una estrategia que ya presentó en un primer reporte y está próxima a reflejar en el segundo. ¿El eje central del modelo? La economía circular.

Fernanda Manuel, de Arredo: «La estrategia de sustentabilidad no es una agenda del momento”.

Así lo explica Fernanda Manuel, quien lleva más de 17 años en Arredo y actualmente lidera la Gerencia de Sustentabilidad, Diversidad e Inclusión, luego de haber pasado por Recursos Humanos.

En diálogo con Economía Sustentable, y con cautela para evitar caer en el greenwashing, Manuel detalla cómo se estructura la estrategia de sustentabilidad de la marca. Además, explica que la estrategia incluye otras iniciativas de impacto medioambiental que “están trabajando de forma articulada con los distintos sectores” y afirma por qué, según ella, Arredo es una empresa con una mirada muy social.

-¿Cuándo se creó el área de Sustentabilidad de Arredo?
-Formalmente salimos a la cancha con la estrategia en 2022, pero venimos preparándonos con una consultora. Hicimos las cosas “de libro”. Y así definimos una estrategia transversal con pilares, ejes e iniciativas para 2027. Persona, es un pilar que nosotros llamamos “Tribu”; «Audiencias», y no clientes, porque por nuestros locales no solo tenemos en cuenta las personas que nos compran, sino los que nos miran y las que nos ven como ejemplo. Después, “Planeta” y “Producto, ética y transparencia».

-¿Y qué objetivos se pusieron por delante?
-Bueno, uno de los objetivos era tener una solución frente a los impactos que genera nuestra industria. Y se logró reducir a cero el residuo textil que se envía al vertedero. El objetivo está más que superado. También tenemos reportes, bajo los estándares GRI (Global Reporting Initiative). El primero fue en 2023, y ahora estamos desarrollando ya el segundo para el 2026.

Colección Circular: Arredo transforma fibras recicladas en productos para el hogar
Arredo transforma fibras recicladas en productos para el hogar.

-Arredo es una marca histórica y muy argentina. ¿Por qué decidieron ir por el lado de la sustentabilidad? ¿Ven una oportunidad de negocio detrás de esto?
-Porque es nuestro propósito. Es un propósito, una misión, una mirada. Nuestro propósito literal es sembrar cambios culturales para una sociedad más justa, equitativa y sustentable. Y a través de este propósito nosotros buscamos visibilizar y generar acciones de impacto que cumplan con ese propósito. Todo bajo la estrategia corporativa “Hogares conscientes”, que es el paraguas que engloba esta mirada de triple impacto, de hacernos cargo del impacto que generan nuestras operaciones a nivel social, ¿no?

Tenemos también una política que se llama el plan de igualdad, que tiene siete ejes, para nombrarte uno, de derecho al cuidado, donde busca conciliar vida familiar y laboral: damos licencias de 180 días para personas gestantes y no gestantes – sin importar el género ni la gestación-, que es la que más se toman, tenemos protocolos de violencia (también doméstica), para atacar y erradicar las violencias, de acompañamiento trans, entre otras.

La marca alcanzó un hito: logró reducir a cero el residuo textil que envía a vertedero.

Y en el plano medioambiental, justamente los impactos que genera nuestra producción. Somos productores textiles, tal vez muchos no lo sepan, nos ven como una cadena de retail, pero nosotros cortamos y cosemos, y eso lo vendemos exclusivamente en nuestros locales. Entonces, generamos un residuo textil producto de ese corte. ¿Qué hacemos con este residuo? Venimos trabajando hace más de 2 años con la estrategia de cero residuo textil a vertedero. Viene a responder a un tema que está bueno ponerlo sobre la mesa, que es el problema mundial de la industria textil: en los últimos 20 años creció un 400%. El 63% de la producción textil va a vertederos a cielo abierto. Muchos conocemos el desierto de Atacama, ¿no?

Y dijimos, «esto no lo podemos permitir en nuestra casa”. Con esa semilla de ‘vamos a hacer las cosas como corresponde porque generamos un impacto medioambiental’, es que esta estrategia de cero residuos textil. Empieza primero puertas adentro, en nuestros propios procesos productivos. En la optimización de nuestros procesos productivos.

Enseñar a tejer crochet con retazos de tela.

-¿En qué consiste y cómo la llevan a cabo?
-Nosotros tenemos dos principales sobrantes, uno se llama orillos, que es una tirita finita y larga, que es el sobrante. Nosotros cortamos y cosemos recto, sábanas, acolchado, fundas, rectas. Y después de las sábanas ajustables, de lo redondito de las sábanas, sale un cuadrado precioso. Así ya generamos una reducción.

Segundo, incorporamos innovación muy fácil, no nos subimos en un cohete a la Luna, simplemente empezamos a investigar que para que estos residuos textiles puedan colocarse en diferentes proyectos había que separarlos. Primero en materialidades -es decir, algodón, poliéster-. Desarrollamos unos carros que le llamamos bateas, que van circulando por las mesas de corte recolectando los orillos según materialidad y gama de color. Después compramos una enfardadora y enfardamos por composición y en gamas de colores, y les ponemos código de barras. Con eso ya tenemos trazabilidad.

-¿Qué cantidad de fardos generan por mes?
Cada fardo pesa 225 kg y se generan aproximadamente 4 toneladas mensuales. El 95% de lo que generamos lo destinamos a dos lugares: a la cooperativa Reciclando Sueños y a ReMida, que es el centro de reutilización creativa del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Y qué hacemos con el otro cinco? Van a dos proyectos concretamente circulares: uno es Donaciones con sentido, donde hay más de 20 organizaciones que viven de nuestros residuos textiles, ya sean de los cuadrados o de los orillos, y hacen productos para su independencia económica o para su propio uso. La segunda iniciativa es el taller de tejido social, donde enseñamos a tejer a crochet.

-¿Hay algún proyecto o alguna idea que además ustedes utilicen este recurso, por ejemplo?
-Sí, además estos retazos los utilizamos para nuestra propia fabricación de acolchados. Pero hemos tenido proyectos de inversión y hemos hecho placas de revestimiento y decorativas, por ejemplo, en el local de Unicenter. Y con esa tela, que era una tela de color gris, porque no le añadimos ningún tipo de color, desarrollamos una línea que se llama la línea circular, que esa línea sí está a la venta y se hicieron productos como necesers, entre otras cosas. Y ahí sí articulamos con empresas que reciclan y transforman eso en un nuevo producto.

Decoración con retazos de tela en uno de los locales de Arredo.

-¿Y cómo fue la aceptación por parte del cliente? ¿Qué respuesta les da? ¿Se dan cuenta todos de que son productos reciclados, es decir, que tienen toda esta impronta detrás, o todavía falta concientizar un poco al cliente, no?
-Bajo mi mirada y bajo mi criterio, esto es un trabajo compartido. Nosotros tenemos como misión, como te decía al principio y como propósito, sembrar cambios culturales y amplificar esta sensibilidad. Entonces, todos nuestros productos están acompañados de una etiqueta informativa. También lo publicamos en redes y nuestros vendedores pueden informar al cliente. Es decir, esto es algo que entre todos tenemos que construir: esta mirada y este valor puesto en lo sustentable. Es una construcción colectiva.

-Bajo tu mirada y desde el área que manejás, ¿Cómo están viendo este momento en donde bueno, hay una apertura importante en las importaciones? ¿ Pueden convivir ambos modelos? ¿Les sirve quizás para traer otro tipo de productos con esta mirada sustentable que por ahí no se producen acá?
-Respecto a las importaciones, nos estamos adecuando a las nuevas condiciones de mercado y evaluando cómo la apertura de las importaciones pueden integrarse en nuestra propuesta. No obstante, nosotros ya estamos ofreciendo materialidades amigables con el medio ambiente a nuestras audiencias, es decir, tenemos productos de fibra de bambú, con biotextil, que es una tela que utiliza menos agua para su producción.

-¿Esas telas son nacionales o son importadas?
-Las fibras naturales de bambú y cáñamo son importadas, pero la confección de los productos se realiza íntegramente en las fábricas de Arredo, como parte de un proceso productivo nacional

Las fibras naturales de bambú y cáñamo son importadas, pero la confección de los productos se realiza íntegramente en las fábricas de Arredo, como parte de un proceso productivo nacional

-¿Cuál es el mayor desafío que ves desde tu área para llevar a cabo, también pensado en Argentina?
-Yo creo que el primer desafío que estamos sorteando muy bien, porque es nuestra filosofía de trabajo, es que hay que trabajar de manera articulada. El desafío está en poder construir con un pensamiento colectivo y articular con diferentes actores de la sociedad. Ese es el gran desafío. Es algo que no te puede dar la tecnología, ni una computadora, ni la IA, ni nada; es un vínculo creativo que implica articulación.

-¿Cuál considerás que es la clave para que una estrategia de sustentabilidad sea exitosa?
-Primero, que responda, es decir, no puede ser inventada por la agenda del momento. La estrategia de sustentabilidad no es una agenda del momento. Es una agenda de tu empresa, no del contexto global.

La estrategia de sustentabilidad viene a responder las inquietudes y los impactos que genera la organización, los impactos positivos que quiere generar, y hacerse cargo también de los impactos que genera. Entonces, tiene que responderse esas preguntas. Tiene que ser consistente y contundente hacia dentro de la cultura, respondiendo las preguntas de la cultura y haciéndose cargo de los impactos que genera. Para mí eso es fundamental.

Después, creo que también es fundamental -porque lo vi en los resultados- el apoyo y acompañamiento de la alta dirección, y que sea transversal. Creo que trabajar de manera articulada y transversal con los sectores y las áreas de las empresas hace que las cosas sucedan.

Fecha de publicación: 18/06, 8:40 pm