Cómo impactan los “materiales saludables” en la construcción
El respeto por el medio ambiente debe incluirnos al ser humano, que al fin y al cabo también formamos parte de este medio y somos los usuarios finales.
La arquitectura sostenible es uno de los campos con mayor proyección de futuro dentro del sector de la construcción.
La utilización de materiales respetuosos con el medio ambiente y la aplicación de soluciones constructivas orientadas a una mayor eficiencia energética, va ganando terreno poco a poco en los proyectos de arquitectura, y no solo porque tanto promotores como arquitectos y constructores estén más concienciados, sino también porque las normativas empiezan a obligar a tener en cuenta estos criterios en cualquier proyecto.
Pero podemos ir un paso más allá. El respeto por el medio ambiente debe incluirnos a nosotros (el ser humano), que al fin y al cabo también formamos parte de este medio y somos los usuarios finales de buena parte de las construcciones que realizamos hoy en día. El paso inmediato unido a la arquitectura sostenible y eficiente es la construcción respetuosa, no solo con el medio ambiente, sino también con sus ocupantes, las personas.
Con el desarrollo de las ciudades y de las técnicas constructivas, han aparecido multitud de materiales que facilitaban los procesos y agilizaban la ejecución de los proyectos. Muchos de ellos se han utilizado durante años sin tener en cuenta si eran sostenibles, pero tampoco si eran perjudiciales o beneficiosos para el ser humano.
En los materiales usados en la actualidad, muchas pinturas, revestimientos y aditivos, liberan al aire determinadas sustancias que, se ha probado, favorecen la aparición de enfermedades, muchas de ellas respiratorias, como el asma.
A día de hoy, cada vez hay más individuos y empresas interesadas en el desarrollo y utilización de materiales sostenibles y saludables para las personas. Estos son aquellos que no generen emisiones dañinas o contaminantes, ni en su proceso de fabricación, ni en su fase de uso, ni para el medio ambiente, ni para el ser humano. O, al menos, aquellos que sean menos perjudiciales frente a otros.
Es cierto que ya tenemos a nuestra disposición muchos materiales que cumplen estos requisitos y de los que ya hemos hablado en anteriores post.
Materiales como la piedra natural, la arcilla cocida, la madera (procedente de la tala responsable), el corcho (un magnifico aislante térmico-acústico), los morteros de cal, o el polipropileno (para la fontanería) son solo algunos de los materiales que cumplen estos condicionantes.
Estos materiales, muchos de ellos totalmente naturales o con un tratamiento previo mínimo, ayudan a mejorar el ambiente interior de nuestras viviendas básicamente porque no producen ningún tipo de emisiones o transformaciones dañinas para el medio o para las personas.
Pero ¿qué ocurre si intentamos combinar estas propiedades de materiales saludables y sostenibles, con las tecnologías y sistemas constructivos disponibles en la industria de la construcción de 2018?
El proyecto Osirys, liderado por varias empresas españolas, como Tecnalia y Acciona, está investigando en este sentido desde hace varios años y ya han obtenido algunos resultados.
Su objetivo es la creación de diferentes tipos de paneles que podrán ser utilizados en múltiples partes de los edificios, que serán sostenibles y que a la vez tendrán propiedades que mejoraran el ambiente en el que se encuentren, creando entornos y espacios saludables para el ser humano.
No es que estos materiales sean inocuos para las personas, sino que contribuyen a mejorar el ambiente interior y exterior de los edificios, es decir, nos afectan de manera positiva y saludable.
Los paneles desarrollados en el proyecto Osirys son modulares, multicapa, ligeros y formados por biocompuestos, muchos procedentes de la madera. Estos sistemas serán utilizables tanto en la obra nueva como en las reformas y rehabilitaciones y mejorarán la calidad del aire y del ambiente de varias maneras:
- Eliminan microorganismos del ambiente interior (neutralizan los VOCs).
- Mejoran el aislamiento térmico-acústico (frente a sistemas tradicionales).
- Controlan la permeabilidad del edificio (control de la humedad).
- Para conseguir estos objetivos, las tecnologías y materiales utilizados para su fabricación son muy innovadores.
Los paneles de fachada están formados por un núcleo resistente con estructura pultrusionada a partir de biocompuestos a la que se unen varias capas de aislantes termo-acústicos (formado por corcho y bio-espuma), la capa más exterior es personalizable y está formada por resinas epoxy y paneles de fibras de madera con desarrollo 3D, por último, la cara interior, combina bioespumas con paneles de fibras de madera aligerados tratados con un revestimiento activo, el cual actúa eliminando los VOCs (Compuestos Orgánicos Volátiles), mejorando así la calidad del aire interior.
El sistema multicapa de distribución interior desarrollado en Osirys está formado por paneles aligerados de fibra de madera, paneles de bio espuma y paneles de corcho formando algo similar a un panel sándwich. Estos paneles multicapa mejoran ampliamente las propiedades acústicas de las particiones usadas en la actualidad (paneles de yeso o ladrillo), ofrecen la misma resistencia mecánica e incluyen un tratamiento ignífugo libre de halógenos.
Todos estos sistemas se están probando actualmente en las instalaciones de Tecnalia en el País Vasco y serán incorporados en un apartamento y parte de la fachada de un edificio desarrollado por VArquitectos, que se encuentra ya en las últimas fases de construcción en San Sebastián.
Desde Arrevol Arquitectos apostamos por una arquitectura de calidad, cercana y de confianza. Esto incluye poner al alcance de nuestros clientes la incorporación en nuestros proyectos de las últimas tecnologías, soluciones y materiales para garantizar siempre su máximo bienestar.
Por Arrevol Arquitectos