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Científicos australianos lograron avance en la generación de energía solar con un método particular

Estos se presentan de diversas formas, diseños y métodos de enfoque, que incluyen sistemas de platos, torres de energía solar y canalones parabólicos.

Australia experimentó un avance notable en la generación de energía solar mediante el uso de espejos, un logro con el potencial de transformar el panorama de las energías renovables. La tecnología de energía solar térmica concentrada (CST), que emplea colectores solares, aprovecha la energía solar para la producción de calor o electricidad.

Aunque el proceso es simple en teoría, su aplicación práctica resulta compleja: amplios espejos o lentes concentran la luz solar en una zona estrecha denominada receptor.

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Estos colectores solares presentan diversas formas, diseños y métodos de enfoque, que incluyen sistemas de platos, torres de energía solar y canalones parabólicos.

El receptor, ubicado en el punto focal del colector solar, tiene la función de absorber y transformar la luz solar concentrada en calor, utilizando fluidos de transferencia de calor como sal fundida o aceite de alta temperatura.

Un hito significativo ha sido alcanzado por la Agencia Nacional de Ciencias de Australia, CSIRO, al lograr una temperatura clave de 803°C en el receptor por primera vez. Este logro representa una oportunidad significativa para el almacenamiento de energía renovable.

Este avance implica la utilización de partículas cerámicas capaces de resistir temperaturas superiores a 1000°C para optimizar la CST. Estas partículas simplifican el sistema y reducen los costos energéticos al absorber y almacenar el calor solar. Este enfoque supone una mejora sustancial en comparación con las prácticas convencionales de CST, que emplean fluidos de transferencia de calor con una capacidad de resistencia de entre 400°C y 600°C. La innovación podría proporcionar a Australia una alternativa sólida a la energía solar fotovoltaica, que tiene sus propias limitaciones.

Según Dominic Zaal, Director del Instituto Australiano de Investigación Solar Térmica, la CST no compite con la energía solar fotovoltaica (PV). Mientras que la PV genera energía cuando el sol está presente, la CST almacena energía solar para su uso en momentos en que el sol no está presente, como durante la noche o días nublados.

Actualmente, el sistema de prueba de CSIRO en Newcastle consta de 400 espejos. No obstante, un sistema a gran escala podría requerir más de 10,000 espejos de mayor tamaño, permitiendo la producción de electricidad a la par con una planta de carbón de 100 MW. Además, se espera que esta tecnología de calor renovable sea rentable, con un retorno de inversión de menos de diez años en cinco años y un período de recuperación aún más corto para 2035.

Este avance representa un paso significativo hacia la descarbonización de la industria pesada de Australia, evidenciando el compromiso y el potencial del país en el ámbito de las energías renovables.

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Fecha de publicación: 01/01, 3:50 pm