Cambio climático: “Estos fenómenos exacerbados van a ser cada vez más frecuentes e intensos”
Un especialista en ciencias ambientales analizó el efecto de la actividad humana en la ocurrencia de reiterados eventos climáticos.
El pasado 16 de diciembre, un fuerte temporal afectó diversas regiones del país, dejando consecuencias trágicas, como la pérdida de 13 vidas, numerosos heridos y considerables daños materiales en Bahía Blanca.
Este evento se vincula al fenómeno atmosférico del Niño, resultado del calentamiento gradual del océano Pacífico, que desencadena precipitaciones intensas, inundaciones, sequías, incendios forestales y, en última instancia, escasez de alimentos y enfermedades.
A pesar de que estos fenómenos pueden ser atribuidos a un “año niño” en términos climáticos, la actividad humana contribuye a su agravamiento.
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Daniel Blum, licenciado en Ciencias Ambientales y magíster en Cambio Climático, explica que aunque las tormentas son fenómenos naturales, su frecuencia y magnitud se ven exacerbadas por el cambio climático, directamente relacionado con las acciones humanas.
La quema de combustibles fósiles, la deforestación y otras actividades perjudiciales aumentan la concentración de gases de efecto invernadero, alterando la dinámica climática global.
La relación entre eventos climáticos extremos y actividad humana es respaldada por el Comité Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Blum destaca que la pérdida de hábitats naturales debido al aumento de incendios, consecuencia del cambio climático, afecta directamente a las especies adaptadas a esos entornos.
El investigador señala también que las olas de calor, especialmente dañinas para los países más pobres, y el aumento del nivel del mar, amenazando las ciudades costeras, profundizan las desigualdades económicas y sociales existentes. Insiste en la necesidad de abordar el cambio climático junto con problemas como la pobreza y el subdesarrollo económico para lograr soluciones a largo plazo.
Blum destaca que negar el cambio climático beneficia a sectores que se benefician de la quema de combustibles fósiles, subrayando la necesidad de afrontar las pérdidas compartidas globalmente.
Por último, propone acciones diarias para mitigar el impacto ambiental, como reducir el uso del automóvil, disminuir el consumo de carne y limitar el uso de plástico de un solo uso, subrayando la responsabilidad de los ciudadanos comunes en este esfuerzo.
