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Educación ambiental

Botito Ecoguardian: el juguete sustentable argentino que ya recuperó más de 5 toneladas de plástico

Hecho con materiales reciclados, este juguete inspira a grandes y chicos a cuidar el planeta. Detrás del proyecto, una pareja que logró transformar residuos en conciencia ambiental.

Botito Ecoguardián: un juguete sustentable para resignificar el plástico de un solo uso que tenemos en casa

“Educar en conciencia medioambiental a través del juego”, pensó José María Rodríguez, el fundador de Botito Ecoguardián, cuando junto a su pareja Daniela Czajkowski desarrollaron un robot sustentable con plásticos de un solo uso. En menos de una década recuperaron más de 5 toneladas de plástico, “el equivalente a una pileta olímpica”, dice su fundador, y obtuvieron reconocimiento nacional e internacional a través de diversos premios.

José María Rodríguez, fundador de Botito Ecoguardián.

La última mención recibida fue a través del Pentawords Gold 2025, con la distinción en la categoría “Mejor diseño sustentable” y “Peoples Choice Award”, gracias a los votos de personas de todo el mundo.

En 2019 también recibieron el premio a “Mejor escultura contemporánea” otorgado por el Fondo Nacional de las Artes a través del Ministerio de Cultura de la Nación. Desde entonces, las esculturas de Botito, que tienen más de tres metros con descartes de bidones de la industria láctea, se exponen en distintas ferias de diseño del país. “También alquilamos nuestras esculturas para eventos educativos y conferencias que buscan concientizar sobre el cuidado medioambiental”, agrega.

Contra el problema de la basura

El proyecto nace motivado por una problemática ambiental que los inquietaba desde hacía mucho tiempo: el destino que se le otorga a los plásticos de un solo uso. Para evitar que lleguen al basural a cielo abierto, los creadores de Botito Ecoguardian pensaron en reciclar la mayor cantidad de plástico posible y otorgarle un nuevo uso con fines pedagógicos.

Botito Ecoguardian, en una década ya recuperó más de 5 toneladas de plástico.

Rodríguez cuenta que desde que es niño se interesa por el cuidado del medioambiente y que fue a partir de conocer los resultados de una encuesta en particular que decidió que era momento de actuar: “En 2016 leí un informe que me inquietó porque aseguraba que 8 de cada 10 argentinos se mostraban indiferentes a los temas relacionados con la ecología y el consumo responsable. Sin embargo, en esa misma encuesta, también se mencionaba que 8 de cada 10 no tenían información suficiente sobre el cuidado del medioambiente y que no contaban con canales educativos suficientes”, recuerda.

Desde entonces, el creador de Botito Ecoguardian busca posicionar su juguete como una herramienta educativa para concientizar sobre la importancia de reciclar. “Nos dimos cuenta que la forma más rápida y eficiente de aprender sobre el cuidado ambiental era a través del juego, por eso enfocamos nuestro trabajo en diseñar un robot eco sustentable con plásticos de un solo uso, que llamara la atención de manera rápida y didáctica”, relata, mientras agrega también ofrecen charlas en escuelas, ferias, organizaciones y casi en cualquier ámbito que exista la posibilidad de generar un cambio positivo en el consumo.

Siguiendo los lineamientos de la economía circular, enseñan que los residuos pueden ser transformados en otra cosa, como ser un juguete de distintas dimensiones y colores, y que el material al evitar convertirse en desecho, a su vez, provoca un impacto social positivo.

En relación al financiamiento para el desarrollo de su marca, recuerda que comenzaron con ahorros y que fueron creciendo de manera orgánica, reinvirtiendo sus ganancias. Hasta el momento “no hemos recibido apoyo público ni privado”, aunque no lo descartan, dice. Actualmente, en el taller trabajan más de 10 personas y tienen alianzas con distintas organizaciones y cooperativas donde se recupera y reciclan distintos materiales.

El plástico que reciclan, ¿de dónde proviene?

La estrategia para conseguir plástico tiene tres grandes caminos: a través donaciones espontánea de particulares; en alianza con los centros de reciclados y cooperativas; y a través del descarte de la industria.

La última mención recibida fue a través del Pentawords Gold 2025, con la distinción en la categoría “Mejor diseño sustentable” y “Peoples Choice Award”.

Lo detalla así: “En nuestras redes sociales nos suelen contactar para ofrecernos plásticos listos para reciclar; también lo obtenemos cuando realizamos campañas de concientización en instituciones (públicas y privadas) y a través de los centros de reciclado y de ciertas cooperativas con quienes intercambiamos saberes y a quienes muchas veces capacitamos. A su vez, compramos material a distintas ONG y organismos que se encargan de recolectar tapitas, como es el caso del Hospital Garrahan”.

Se preocupa por resaltar que, para Botito, es muy importante resignificar los residuos y diferenciarlos de la basura. “Uno de nuestros propósitos es disminuir la generación de basura a que genera el descarte de objetos de plástico que al poco tiempo de uso van a parar a basurales a cielo abierto. Nos interesa intervenir cuando son residuos, antes de se conviertan en basura”.

En relación al trabajo con el descarte de la industria, dice que “cuando las fábricas tienen fallas en su producción de envases o tapas de plástico, pero sus productos respetan las normas de calidad y las piezas están en buen estado, nos avisan para evitar descartarlo luego de que s acercáramos a compartir lo que hacíamos y concientizar sobre todo lo que se podía crear con ese descarte antes de ser convertido en basura”.

Una de las mayores gratificaciones del trabajo “aparece al reconocer el impacto social que genera la circularidad de los materiales, promovida bajo la lógica de la economía circular, donde el trabajo y el precio justo también son partes fundamentales”, precisa.

Botito Ecoguardian: el juguete sustentable argentino que ya recuperó más de 5 toneladas de plástico.

Con el objetivo de que Botito EcoGuardian sea fácilmente replicable y pueda generar impacto social positivo en otros sitios del país y del mundo, agrega que “se encuentran diseñando un sistema de otorgamiento de licencia para otros emprendedores, para que puedan realizar la comercialización, distribución y fabricación de sus juguetes de manera segura, basándose en un manual operativo”.

Y adelanta que están por realizar una prueba piloto en Isla de Pascua (Chile): “Estamos haciendo una pequeña prueba con un equipo de gente liderado por Javier Arancibia, para ver cómo logramos generar impacto social con nuestra marca de acuerdo a las necesidades y posibilidades de su territorio”.

Fecha de publicación: 17/10, 10:49 am