Bitcoin y el consumo de energía: por qué no es un problema
El experto analiza una de las principales críticas que se le hace al activo y enumera las razones por las cuales cree que no es un punto negativo
Recientemente salió publicado un artículo de la Universidad de Cambridge donde explica que el consumo de la red de Bitcoin equivale a 127 Terawatts/año y que es incluso más que el consumo anual de Argentina. Además, el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperín, salió a hacer unos comentarios sobre este aspecto también en Twitter.
Este tema del consumo eléctrico es un comentario recurrente alrededor de Bitcoin, pero un número por si sólo no dice mucho. Déjenme desasnar algunas cuestiones.
1. Bitcoin no exige un alto consumo energético: el mismo existe por ser una inversión rentable
El proceso a través del cual se generan los bitcoins y se validan las transacciones (cada usuario paga una mínima comisión por ello) es hecho por máquinas específicas para tal fin (mineros). Éstas obviamente consumen energía eléctrica. Para que Bitcoin funcione, alcanza con que unas pocas máquinas existan haciendo ese proceso.
En enero del 2021, la cantidad de bitcoines generados (6,25 cada 10 min), que sumados a lo pagado por validación de transacciones, equivalió a 17.250 bitcoins. A precio de hoy son 776 millones de dólares. Por simplicidad, entiéndase que esa cantidad termina “repartida proporcionalmente” entre todas la máquinas participante según el porcentaje de poder de cómputo de cada máquina aportado al proceso.
De acá se entiende, que el alto consumo eléctrico no es una parte necesaria para el funcionamiento intrínseco de Bitcoin, sino que surge de un negocio paralelo y rentable, y que, en consecuencia, resulta en un constante crecimiento de la minería y del consumo eléctrico.
A pesar de esto, a mayor cantidad de máquinas participantes, más dificil es que exista una red competidora (por el costo exhorbitante, el tiempo que llevaría y la inexistencia de equipos de minería disponibles) que pueda atacar a la red de Bitcoin, lo que la hace cada vez más segura, y esa confianza se refleja también en el precio.
2. La energía es infinita, sólo hay que saber aprovecharla
No cabe duda que la humanidad ha ido evolucionando sobre la base de los nuevos modelos energéticos, asi como que tampoco llegaremos a las estrellas si nos preocupamos más por el consumo que por la generación.
Einstein dijo que la energía no se pierde, se transforma. Los cuatro elementos naturales, sol, aire, agua y tierra son cuatro fuentes inagotables de energía. La búsqueda de eficiencia y rentabilidad de las empresas conlleva a la búsqueda de modelos de captación y conversión de energía en corriente alterna más eficientes.
Dado que en la minería de Bitcoin, la electricidad es su principal insumo (90% del costo), Bitcoin es una industria capaz de empujar el desarrollo de nuevas tecnologías, como ser circuitos de menos nanómetros y el aprovechamiento de energías limpias, así como promover la instalación de centros de minados cerca de las fuentes de generación en zonas rurales reduciendo la pérdida o desperdicio de la energía generada en origen y mejorado la rentabilidad de las prestadoras, y ofreciendo cobertura ante una reducción de demanda energética estacional o espontánea, etc.
3. Bitcoin no sólo son las transacciones
Hay artículos que hablan de consumo energético de bitcoin en terawatts, por ende hablan de electricidad y no de todo el espectro de consumo energético (nafta, gas, carbón, etc), Y algunos dividen el costo de mantener la red por las transacciones de la misma, comparandola con los de Visa u otras herramientas.
Pero cuando hablamos de Bitcoin, hablamos de absolutamente todo el proceso. Eso incluye la emisión, gestión, transferencia, almacenamiento, auditoría y todo lo demás que incluye su sistema monetario.
Para hacer una comparación más justa, el sistema bancario consume entre 200 y 400 Terawatts en el mundo (según las estadísticas que uno consulte). Eso no cuenta la energía y la huella de carbono generada por los miles y miles de empleados, los millones de POS activos en los locales, la energía consumida por los emisores de las monedas en cada país, los auditores, los contadores, los abogados, los vuelos, etc, etc.
Tampoco compara los tiempos de acreditación de una transacción internacional en el sistema SWIFT –que puede llevar días– a los 10 minutos de una transacción de Bitcoin. Recordemos que Bitcoin funciona 24x7x365, el dinero es realmente tuyo –similar al efectivo en una billetera– y es accesible de inmediato o transferible en segundos con casi nulas comisiones. Es decir que Bitcoin logra mucho más con mucho menos.
4. Hay más que sólo dinero
A lo estrictamente monetario hay que sumarle los contratos inteligentes que se podrían montar sobre capas superiores de Bitcoin.
Los contratos inteligentes son procesos automatizados que aportan seguridad, eficiencia y transparencia sin precedentes a absolutamente cualquier operación de cualquier industria.
Estas, sin cosumo adicional, montar sobre ellas cosas tales como la identidad, las propiedades, las acciones, historias clínicas, etc, todas de valor inmensurable (esto no es fantasía, esto está sucediendo).
5. Las transacciones posibles en la red Bitcoin tienden al infinito y a costar cero
Bitcoin sigue siendo un proyecto en desarrollo, y aunque se dice que Bitcoin permite siete transacciones por segundo y Visa 24.000, o que de a momentos una transacción en la red de bitcoin puede costar varios dólares, cada vez son más sólidas las soluciones técnicas como Lightning Network y otras mejoras que tienden a llevarla red a millones de transacciones por segundo, y la comisión de cada transacción tendiente a cero.
6. El impacto ecológico no es tal
Uno de los aspectos más cuestionables, inclusive más que el del consumo, podría ser el del impacto ecológico, el del efecto en el calentamiento global y su huella de carbono.
Las principales razones son que gran parte de los mineros se encuentran ubicados en China –intuyendo luego que usan energias contaminantes–, y por otro lado que el calor generado por las máquinas es volcado al exterior.
Empecemos por el consumo de energías sucias. Aunque no existen informes objetivos y concretos, es muy probable que un porcentaje de las mineras utilicen energías sucias para su operación, pero como explicamos en el punto “b” la tendencia es clara hacia las energías límpias y residuales. Tanto es así que muchísimas se promueven como Carbono 0%.
Dado que Bitcoin puede operar con cualquier cantidad de mineros activos, si de un día para el otro prohibieran el uso de energías sucias en ciertos paises, o aplicaran tasas sobre su uso, y estos mineros desaparecieran, Bitcoin no se veria afectado. Además la facilidad de migrar los equipos permitiría la búsqueda de nuevas fuentes de energías más limpias. Esto es incluso deseado por parte del ecosistema para eliminar de una ve ese mote.
Respecto al calor, está claro que todos los centros de cómputos generan calor y es cierto que Google, FB, Microsoft, Amazon y todos los grandes eligen lugares de muy bajas temperaturas para refrigerar sus equipos. Pero el calor es una fuente de energia y el único error sería desperdiciarla.
El camino correcto es alinear las industrias que se complementan, como ser los invernaderos en zonas frías podrían aprovechar el calor generado instalándose en las cercanías a estos centros de minado, e inclusive los hogares podrían aprovecharlo. Esto ya está sucediendo en algunos puntos y es de esperar que en el largo plazo se vea aún más.
7. Bitcoin es un sistema de distribución más justo
Es cierto que el sistema bancario genera miles de trabajos a diferencia de una mina de Bitcoin que se opera con unos pocos responsables. Pero pensemos por un momento de donde sale, cómo se genera y a quién se distribuye el valor que producen.
Antes de seguir, si quiere justificar que los bancos no sólo son un intermediario o depositario en el flujo de dinero sino que da muchos más servicios, debería prestar atención al auge de las DeFi (finanzas descentralizadas) en el mundo cripto.
Volviendo, los bancos obtienen sus ingresos principalmente a cambio de recibir más que lo que prestan y comisiones por servicios y lo distribuyen sólo entre sus empleados, inversores y proveedores.
Mientras que Bitcoin, tiene un multiplicador de empleo menor, a medida que se aprecia distribuye valor a todo el mundo por igual, en forma instantánea, sin evaluar riesgos crediticios, edad, o lo que sea, sólo alcanza con que la persona tenga alguna unidad, y el valor lo genera sin abusar de nadie, sólo siendo confiable y atractiva como reserva de valor y funcional como medio de pago.
Conclusión:
Antes de invertir dinero o de asustarse, dedique tiempo a conocer de Bitcoin. No se guien sólo por números vacíos, como el consumo energético o el precio. Descubra cómo Bitcoin nos ofrece un mundo más justo y mucho más eficiente y nunca más dudará de su decisión.
Para arrancar le recomiendo acercarse a la ONG Bitcoin Argentina que desde el año 2013 da charlas introductorias gratuitas (cada jueves) con la única intención de orientarlo en su aprendizaje.
* Rodolfo Andragnes es fundador y actual Presidente de la ONG Bitcoin Argentina y uno de los principales referentes latinoamericanos. Lleva adelante admás más de 15 proyectos sin fines de lucro en el espacio. Es además columnista frecuente en varios medios y disertante internacional. Además lidera cada año la más antigua e importante conferencia de la región llamada LABITCONF.