Así será el megaproyecto urbano de 10 mil millones de dólares que transformará el transporte en Nueva York

Nueva York aprobó un ambicioso proyecto de transformación urbana que redefinirá el transporte en Manhattan. La Administración Federal de Tránsito (FTA) dio luz verde al plan para construir una nueva terminal de autobuses en Midtown, que reemplazará la actual estructura, inaugurada en 1950. El proyecto tiene un presupuesto de 10.000 millones de dólares.

Según datos de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, la actual Terminal de Autobuses en Midtown, que atiende a unos 205 mil pasajeros diarios y tiene más de 70 años de historia, será reemplazada por un edificio de casi 200 mil metros cuadrados.

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Su diseño, a cargo de las firmas Foster + Partners y Epstein, incluye áreas abiertas, comercios a nivel de calle y un atrio de múltiples pisos comparable al icónico Fulton Center. El proyecto también contempla un espacio temporal operativo para 2028, mientras que la obra principal concluirá en 2032.

El proyecto recibió la aprobación de la FTA tras la firma de la declaración de impacto ambiental por parte de la Autoridad Portuaria. Kevin O’Toole, presidente de la entidad biestatal, resaltó que «una nueva y magnífica Terminal de Autobuses de Midtown conectará Nueva Jersey y Nueva York, creando una región más fuerte, económicamente vital y accesible».

Foster + Partners y Epstein serán los encargados de diseñar este megaproyecto, aportando su amplia experiencia internacional en infraestructura y urbanismo. Entre las principales características del proyecto, se incluye la implementación de tecnología de emisiones cero para autobuses eléctricos.

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De acuerdo a la información oficial, el proyecto incluirá los siguientes beneficios clave para la comunidad:

• Mayor capacidad para permitir que los autobuses interurbanos, que actualmente recogen y dejan pasajeros en las calles cercanas, operen dentro de la terminal y liberen las calles.
• Más de 14.000 metros cuadrados de espacio verde público, creados al cubrir la actual zanja de la Avenida Dyer y construir áreas abiertas sobre la nueva estructura.
• Nuevas concesionarias y comodidades comerciales accesibles tanto desde las calles del vecindario como desde el interior de la terminal de autobuses.
• Fachadas mejoradas y atractivas, que convertirán la terminal en un activo visualmente atractivo para los barrios circundantes, con una entrada icónica en el atrio sobre la Calle 41 y la Octava Avenida.

Según la Autoridad Portuaria, la terminal responderá al crecimiento proyectado de viajeros para 2040-2050 y garantizará un servicio eficiente y fiable. “Estamos construyendo una conexión de transporte que servirá a las necesidades del siglo XXI”, señalaron desde la agencia en su comunicado oficial.

El proyecto no solo transformará el transporte, sino que también impulsará la economía local. Se prevé la creación de 6,000 empleos sindicalizados durante la fase de construcción, junto con una experiencia mejorada para los usuarios. Además, se incorporarán beneficios ambientales y sociales, gracias a la integración de áreas verdes y espacios públicos.

La nueva terminal se convertirá en un emblema para Nueva York, siguiendo el ejemplo de las recientes transformaciones en aeropuertos como LaGuardia y John F. Kennedy. «Estamos estableciendo un nuevo estándar para lo que debe ser la infraestructura en la región», señalaron desde la Autoridad Portuaria.

Las autoridades de Nueva York consideran que la terminal actual está obsoleta y requiere una renovación urgente. Según el comunicado oficial, «la nueva terminal no será solo un edificio funcional, sino un símbolo de innovación y sostenibilidad».

Por su parte, O’Toole comentó: «La firma de la declaración final de impacto ambiental nos acerca a reemplazar finalmente lo que ha sido una pesadilla para los viajeros durante décadas, por una hermosa y eficiente nueva terminal de autobuses, que será la puerta de entrada de clase mundial que nuestra región merece».

El reemplazo de la Terminal de Autobuses en Midtown representa un hito para el transporte público de Nueva York. Con un diseño ambicioso, el proyecto no solo mejorará la movilidad, sino que también transformará el paisaje urbano de la ciudad. Aunque la espera hasta 2032 pueda parecer larga, los resultados prometen revolucionar el centro de Manhattan.