Ambientalistas argentinos reclamaron al FMI que compense a los países emergentes por su deuda ecológica
La manifestación tomó la forma de una adaptación de la ópera Evita, en la que una activista de Avaaz personificó a Eva Perón.
Activistas del movimiento cívico y ambientalista Avaaz se manifestaron hoy ante la sede central del Fondo Monetario Internacional (FMI), en Washinton, para pedir al organismo multilateral que reduzca o elimine las deudas de países emergentes, entre ellas la de la Argentina, en compensación por la deuda ecológica que las naciones desarrolladas mantienen con el resto del planeta.
La manifestación tomó la forma de una adaptación de la ópera Evita, en la que una activista de Avaaz personificó a Eva Perón y cantó una versión adaptada con el eslogan: “Marca la cancha, Argentina”, para resaltar el caso de nuestro país, que hoy encara una negociación para reestructurar una deuda de unos u$s 45.000 millones con el organismo.
Según los manifestantes, la deuda que la Argentina tiene con el FMI es muy menor a su superávit ecológico y recursos naturales que, según distintas estimaciones, asciende a u$s 5,47 billones, y “cuya protección y conservación es mucho más importante para el planeta“.
“Esta historia se repite a lo largo de América Latina, y tan sólo para poner ejemplos, vemos los casos de Brasil, México, Colombia, Perú y Ecuador, países megadiversos que puede ayudar a la recuperación de la biodiversidad mundial y mitigar el cambio climático, pero que son asfixiados por sus deudas externas y la crisis sanitaria actual”, sostuvo Oscar Soria, director de campañas de Avaaz, en un comunicado.
En conjunto, los países latinoamericanos poseen un Producto Bruto Ambiental de unos u$s17,61 billones mientras que sus deudas con el FMI son de apenas u$s58.800 millones, a la vez que poseen una superficie potencial de recuperación de biodiversidad de cerca de 8 millones de hectáreas, según un informe especializado.
En ese sentido, señalaron que “las cíclicas renegociaciones entre la Argentina y el FMI son la muestra más cruel de un esquema colonial e injusto que ha venido sofocando a las naciones de ingresos bajos y medios, en una espiral de endeudamiento y extractivismo para pagar las deudas externas”.
“Es el momento de fortalecer, desde espacios de discusión de asuntos financieros, como el FMI el Banco Mundial y el G20, la importancia de la sinergia entre el valor científico y el económico de los recursos ambientales y de las zonas biodiversas del mundo”, aseguró Soria.
Avaaz pidió a la directora ejecutiva del FMI, Kristalina Georgieva, que adopte “un enfoque disruptivo e innovador para cambiar el paradigma, país desarrollado-país emergente y que en la política económica internacional, se empiece a pensar también en términos de aportes y consumos de recursos naturales”, entendiendo que la agenda ambiental permite negociar “créditos” y “deudas” desde otro paradigma.