Activistas alemanes se pegaron a una obra de Rafael en protesta contra el cambio climático
“No es legítimo dañar testimonios únicos de la cultura de la humanidad para denunciar las cuestiones climáticas”, dijo Bernhard Maaz, director general de las Colecciones de Pintura del Estado de Baviera.
A raíz de las manifestaciones en contra del extractivismo y el cambio climático, un grupo de alemanes de Letzte Generation se unieron con adhesivo a cuatro obras de arte, entre las que estaba la Madonna Sixtina de Rafael (1512), en la galería Gemäldegalerie Alte Meister en Dresde con el objetivo de “detener la locura de los combustibles fósiles”.
Los manifestantes, que también “se pegaron” a una obra de Nicolas Poussin en el Städel Museum de Frankfurt, firmaron un comunicado en el que aseguran que “la pintura de Poussin es un símbolo del curso destructivo de la política actual. Así como Pyramus comenzó con suposiciones falsas, nuestro gobierno está comenzando con suposiciones falsas que llevarán a nuestras sociedades al colapso”.
Consecuencias del acto “contra la humanidad”
Sin embargo, la intervención artística en el museo alemán trajo consecuencias. “No es legítimo dañar testimonios únicos de la cultura de la humanidad para denunciar las cuestiones climáticas”, dijo al sitio web Bernhard Maaz, director general de las Colecciones de Pintura del Estado de Baviera que administra la pinacoteca. Ante eso, los manifestantes advirtieron que se pegaron a los marcos de los cuadros para que ninguna de las obras de arte originales se dañe.
La intervención de los activistas alemanes se suma a una nueva forma de protestar contra el desinterés que los gobiernos demuestran con la agenda ambiental.
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A principios de julio, el grupo “Just Stop Oil” decidió mostrar qué tan lejos está dispuesto a ir cuando irrumpió en Galería Nacional de Londres para superponer sobre “La carreta de heno” de John Constable una lámina con una versión propia que da cuenta de los efectos de la contaminación y del uso indiscriminado del petróleo como recurso energético. Aviones, pavimento y grandes edificios en el fondo reemplazan la postal típica de la campiña inglesa.
También intervinieron en galerías de arte en Glasgow y Manchester, donde los ecologistas se animaron a adherirse con pegamento al marco de una copia de “La última cena” de Leonardo da Vinci colgado en la Real Academia de las Artes en Londres.
Fuente: Télam