Científicos australianos crean organismos modificados para reducir toxinas ambientales
Investigadores introdujeron enzimas desintoxicantes en moscas de la fruta y peces cebra, logrando convertir el mercurio.
Un equipo de científicos australianos logró un avance importante en la lucha contra la contaminación por mercurio, al modificar genéticamente moscas de la fruta y peces cebra para que puedan eliminar esta sustancia nociva de manera natural. Gracias a la introducción de enzimas desintoxicantes, estos organismos modificados son capaces de transformar el metilmercurio, una forma altamente tóxica del mercurio, en una versión menos peligrosa que se evapora en el aire.
Este experimento, realizado por investigadores de la Universidad Macquarie y el Centro de Excelencia en Biología Sintética ARC en Australia, no solo representa un hito científico en el campo de la biotecnología, sino que también abre nuevas puertas para la biorremediación ambiental.
El estudio fue publicado esta semana en la revista Nature Communication, y sus resultados podrían tener repercusiones mucho más amplias en la gestión de la contaminación global.
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Un enfoque innovador para la biorremediación
El mercurio es un elemento presente de manera natural, pero su acumulación en el medioambiente, especialmente en forma de metilmercurio, constituye una grave amenaza para la salud humana y animal. Este compuesto se biomagnifica a lo largo de la cadena alimentaria, lo que significa que los niveles de mercurio aumentan a medida que sube en los organismos, afectando principalmente a los peces y, eventualmente, a los seres humanos que los consumen.
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Para abordar este problema de manera innovadora, un equipo de científicos australianos optó por modificar genéticamente dos especies: las moscas de la fruta (un invertebrado) y los peces cebra (un vertebrado). Estos organismos fueron seleccionados por su simplicidad genética y por su capacidad de ser modificados mediante técnicas de biología sintética.
Mediante la inserción de las enzimas MerB y MerA, que se encuentran en ciertos microbios, los científicos buscaron que los animales pudieran convertir el metilmercurio en mercurio elemental, una forma menos tóxica que se evapora fácilmente y no representa el mismo riesgo para los seres vivos.
De acuerdo con Popular Science, los resultados obtenidos en el laboratorio fueron asombrosos. Los animales genéticamente modificados demostraron una capacidad excepcional para reducir la concentración de mercurio en sus cuerpos, en comparación con aquellos que no fueron modificados.