El certamen está dirigido a compañías destacadas que ya están generando impacto en su comunidad y quieren continuar su expansión en la región y en el mundo.
Preocupada por las toneladas de residuos textiles que se generan cada año, Clarisse Merlet puso en marcha el emprendimiento FabBRICK.
Junto a dos socios, Caro Di Nezio puso en marcha Proyecto Auras, emprendimiento sustentable que “honrar” a la naturaleza. Cómo lo hizo.
Fue desarrollada por la pyme cordobesa Starplastic junto a investigadores del Conicet, con financiación de la Fundación Sadosky. Cómo funciona.
Iara Weich y Julieta Alalu, las fundadoras de Bunker, le dan una segunda oportunidad a la ropa y al planeta comprando y vendiendo ropa usada.
Ignacio Ciarroca fundó Wandergreen en 2020. Además, producen accesorios de viajes, todos hechos con fibra de celulosa: resistentes, lavables, veganos, y sustentables.
El encuentro sustentable y con impacto positivo permitió conocer a emprendedores, organizaciones y empresas comprometidas con el medioambiente en un solo lugar. ¿Hay segunda vuelta?
NitroVolt, surgida en la Universidad Técnica de Dinamarca, presentó Nitrolyzer, una máquina capaz de producir amoníaco utilizando solo agua, aire y energía renovable.
Desde Azul, provincia de Buenos Aires, Sebastián Colotto creó la línea Ozone Lifestyle, con impacto positivo en el medioambiente y la salud.
De la peluquería al impacto ambiental con Klem Lab, un emprendimiento de dos argentinas que apuesta por la cosmética sustentable.