Siemens Energy anunció que este martes comenzó con la producción de los primeros litros de combustibles sintéticos en Haru Oni, la primera planta integrada del mundo para la producción de combustibles neutros en CO2. //Mirá también: BMW Group apuesta por la producción de un auto impulsado por hidrógeno La planta, cerca de Punta Arenas -al sur de Chile-, producirá hidrógeno verde a partir de energía eólica y agua, luego metanol a partir de CO2 capturado, y finalmente gasolina neutra en carbono. Siemens Energy comenzó con la producción de los primeros litros de combustibles sintéticos en Chile. «Siemens Energy diseñó esta planta piloto de HIF Global, y es responsable de la integración del sistema a lo largo de toda la cadena de valor», explicaron en un comunicado de prensa. ¿Hito para el transporte? Desde la empresa explicaron que la producción de eFuels será un componente decisivo en la descarbonización del sector del transporte, especialmente para aquellas áreas que son difíciles o no se pueden electrificar, como el transporte marítimo, el tráfico aéreo o los automóviles con motores de combustión interna. //Mirá también: Toyota apuesta por el hidrógeno: así es el prototipo del nuevo Hilux «El proyecto Haru Oni tiene como objetivo demostrar que los eFuels pueden comercializarse en grandes cantidades y a precios competitivos. Sienta las bases para llevar energía verde a áreas que aún dependen en gran medida de los combustibles fósiles. Esta es la clave para alcanzar los objetivos climáticos del sector del transporte. Los conocimientos adquiridos en este proyecto también contribuirán al desarrollo de soluciones amigables con el medio ambiente para muchas otras aplicaciones», destacó Anne-Laure de Chammard, miembro de la Junta Directiva Global de Siemens Energy. La producción de eFuels será un componente decisivo en la descarbonización del sector del transporte. La planta en la región de Magallanes estará totalmente terminada en marzo de 2023, en menos de dos años de construcción. Como codesarrollador e integrador de sistemas, Siemens Energy está desempeñando un papel clave en la configuración de este proyecto emblemático. El hidrógeno, que es la base de la síntesis del combustible, se produce con un electrolizador de Siemens Energy y un aerogenerador proveniente de Siemens Gamesa. «El gran desafío del proyecto fue combinar los pasos del proceso para fabricar combustibles sintéticos que anteriormente solo se habían probado individualmente, y coordinarlos en una cadena de producción por primera vez de una manera eficiente y sin problemas», informaron. Más producción En este sentido, la empresa espera producir 130.000 litros de e-Fuel al año para el 2023. Después de la fase inicial, el proyecto se ampliará aún más: a mediados de la década, se espera que la capacidad de producción aumente a 55 millones de litros por año. Un par de años después, se prevé que la capacidad anual sea de 550 millones. //Mirá también: Así es el primer electrolizador para producir hidrógeno verde desarrollado en el país El proyecto impulsará el enorme potencial de las energías renovables en la Patagonia austral para la economía del hidrógeno y colaborará con la transición energética en Europa y en todo el mundo. La región ofrece hasta 6.000 horas de funcionamiento a plena carga para generar electricidad verde, alrededor de tres veces la cantidad disponible en Europa. Haru Oni está haciendo un trabajo pionero y puede ser un modelo a seguir para muchas otras regiones. El proyecto impulsará el enorme potencial de las energías renovables en la Patagonia austral para la economía del hidrógeno. «La iniciativa, única en el mundo, cuenta además con el apoyo del Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Protección del Clima de Alemania. En 2020, Haru Oni fue el primer proyecto de hidrógeno financiado como parte de la Estrategia Nacional de Hidrógeno en ese país», informaron. A su vez, este proyecto utilizará por primera vez la solución «Clean Energy Certification» desarrollada por TÜV Süd y la Agencia Alemana de Energía DENA, junto con Siemens Energy. Este certificado digital demuestra de forma fehaciente si un producto merece ser considerado «verde». «Para este propósito, la huella de CO2 se documentará a lo largo de toda la cadena de producción, en este caso desde la turbina eólica hasta la carga del combustible en el tanque», concluyeron.
