Científicos avanzan con una iniciativa pionera en Argentina que monitorea la contaminación por microplásticos en aguas dulces
La Red MappA, un proyecto liderado por investigadores de la UNC, Conicet y la Universidad Kyushu de Japón, busca implementar una nueva metodología.
Las cifras actuales sobre el plástico son alarmantes: según un estudio de Science Advances, se calcula que las emisiones de residuos plásticos al medioambiente varían entre 10 y 40 millones de toneladas anuales, y si las condiciones siguen como hasta ahora, esa cifra podría duplicarse para 2040.
La respuesta global ante esta problemática aumentó en los últimos años. En este contexto, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente calificó la contaminación por plásticos como «una crisis global», que requiere de una acción urgente y coordinada.
“El modo en que producimos, usamos y desechamos los plásticos contamina los ecosistemas, lo que crea riesgos para los organismos incluido el ser humano, además de impactar negativamente en el cambio climático”, declaró su directora ejecutiva, Inger Andersen, en una reunión para avanzar hacia un tratado contra la contaminación por plásticos a principios de diciembre.
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Qué son y qué se conoce sobre microplásticos en aguas dulces
Los materiales plásticos, al estar expuestos a la radiación solar, la abrasión y al paso del tiempo, se descomponen en fragmentos cada vez más pequeños conocidos como microplásticos, definidos generalmente como partículas menores a 5 mm.
Estos microplásticos se dividen en secundarios, que incluyen las fibras sintéticas liberadas durante el lavado de ropa doméstica y a través de las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Por otro lado, los microplásticos primarios son aquellos que fueron fabricados directamente en tamaños pequeños para ser incorporados en productos comerciales, como pastas dentales, exfoliantes faciales y corporales, entre otros.
La investigación sobre microplásticos comenzó en la década de 1970, enfocándose inicialmente en su presencia en los ecosistemas marinos. En contraste, la preocupación por estas partículas en los hábitats de agua dulce es un fenómeno relativamente reciente.
Primera vez en Argentina
La Red MappA (Monitoring and Analysis of Plastic Pollution in Aquatic Environments) es una iniciativa pionera en Sudamérica, enfocada en monitorear y analizar la presencia de microplásticos en los cuerpos de agua dulce de Argentina.
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El Nodo Córdoba, integrado por investigadores de la UNC y el Conicet, recolectó muestras en 11 puntos diversos de la provincia y actualmente se encuentra en la etapa de análisis de las mismas.
El proyecto, coordinado por María Belén Alfonso desde la Universidad Kyushu en Japón, tiene como objetivo implementar una metodología estandarizada para detectar la presencia, las características y la distribución de los microplásticos en estos ecosistemas acuáticos.
“La falta de estandarización de las metodologías utilizadas al día de hoy dificulta la comparación de los resultados obtenidos y se convierte en un obstáculo. El uso de una misma metodología proporciona una comprensión integral de la prevalencia de los microplásticos y el efecto de las variables climáticas y antropogénicas sobre su presencia, abundancia y distribución”, advierte Lidwina Bertrand, especialista en contaminación acuática y una de las integrantes del proyecto.
La importancia de detectar residuos plásticos también en ambientes de agua dulce radica en que, debido a su ubicación, estos sitios pueden actuar como vías o canales para los residuos que llegan al mar por escorrentía.
Además, el proyecto busca llenar un vacío crítico de conocimiento, no solo para la investigación de microplásticos en ambientes de agua dulce sino también para el hemisferio sur.