Son argentinos, reciclan pelo y crearon una solución sustentable para prevenir derrames de petróleo
Con este material orgánico como agente descontaminante, transforman la gestión de residuos procesando pelo humano y reutilizándolo para el cuidado de la tierra y el agua.
Se calcula que en una ciudad de 100.000 habitantes se producen al menos 10 toneladas anuales de residuos originados por cortes de pelo, de acuerdo con datos de la Fundación Ambiente & Medio; en tanto que, en la Argentina, existen 78.000 salones de belleza que desechan unos 470.000 kilos de cabello cada mes. Pero ¿dónde va todo ese desecho que barren a diario en las peluquerías de todo el país?
//Mirá también: En fotos: Así son las tiny houses sustentables que construye a demanda una Pyme familiar argentina, ¿cuánto salen?
Y si bien se efectivizan campañas solidarias como “Un pelito más fácil”, que se encargan de reutilizarlo para confeccionar pelucas destinadas a pacientes oncológicos, estas en general tienen fines sociales y exigen requisitos “inapelables”, como el largo y la cantidad. Y lo que no se aprovecha, lo que se descarta, ¿detenta algún provecho?
Ese mismo planteo fue el que, en su momento, le originó curiosidad al hoy ingeniero industrial Julián Osuna a instancias de tener que presentar un tema para su tesis. Y no dudó en googlear sobre este tema. Fue así cómo descubrió Matter Of Trust (MOT), una organización nacida en 1998 en California (Estados Unidos) asociada a universidades de todo el planeta que recicla pelo humano para el desarrollo de productos con impacto ambiental positivo y que estudia la mejor manera de generar aportes en ese sentido.
Mediante su propia investigación, Julián halló que, entre las 40 sedes de esta entidad en todo el mundo, ya había una también en Chile. E inmediatamente les solicitó una reunión para llevar adelante ese trabajo final determinante para su ansiada graduación. Pero ese primer contacto no concluyó con aquella conversación.
Fascinado con el proyecto, además de querer generar impacto con su tesis, a continuación se planteó reproducirlo en la Argentina. De esta manera, junto a su socio y amigo desde hace más de 20 años, el licenciado en Seguridad e Higiene Mariano Suárez, hoy llevan adelante esta idea en común que ya tiene casi dos años de vida en a nivel local. Así pues, se convirtieron en los primeros emprendedores del país en nutrirse del pelo descartado como recurso para un proceso sustentable.
En esencia, ambos entienden que el perfil de esta cooperativa de trabajo que conformaron no se compone solo de impactar en lo ambiental, sino también en lo social. “Porque no puede haber el uno sin el otro, ya que, habitualmente, los impactos ambientales lo sufren las poblaciones más vulnerables”, reflexiona Osuna.
Cómo MOT Argentina implicó la frontera del reciclaje
Así las cosas, desde Ezpeleta, partido de Quilmes, en MOT Argentina se propusieron avanzar con productos a partir de la recuperación de un residuo como el pelo humano. Así, por ejemplo, ayudan a descontaminar el agua eliminando hidrocarburos como combustibles, aceites y derivados del petróleo, pero con una premisa irreductible: expandir la frontera de lo reciclable y permitirse dejar de pensar que esta acción sustentable se trata solo de papel, plástico, metales y vidrios. “Existen otros residuos no tradicionales que se pueden reciclar y tienen un efecto positivo en el ambiente”, entiende Suárez.
//Mirá también: Con este ingrediente ancestral, una Pyme argentina produce alimentos que no generan deforestación
Si bien por este no muy vasto período que llevan con el proyecto prefieren por ahora no arrojar cifras sobre cuánto están facturando, lo cierto es que con este tipo de reciclado ya vienen trabajando en dos líneas de productos. Uno es el Agropelo, que se emplea como cobertura de suelo y sirve para eficientizar el uso del agua hasta un 48%. “Por cada corte de cabello podemos descontaminar 20.000 litros de agua”, aseguran. Además, con su degradación genera nitrógeno y potencia un 20% el crecimiento de las plantas.
El segundo producto, también hecho con pelo humano, es PetroPelo, un cilindro que posibilita absorber en agua entre 4 y 8 veces su peso en hicrocarburos, como naftas, combustibles, aceites o grasa que se desprenden en las actividades náuticas, por ejemplo. “Esto sirve tanto para evitar las pérdidas de embarcaciones en muelles o clubes náuticos o bien para tratar los efluentes de industrias”.
Para todo ello, trabajan en colaboración de los salones de belleza que se vinculan con ellos como donadores directos, o bien como centros de acopio; es decir, otras peluquerías que aceptan donaciones y envían la “melena” al taller. Por consiguiente, a partir del traslado de la materia prima logran “una eficientización de la logística y el menor impacto de la huella de carbono”, distingue Osuna.
Cómo se selecciona el pelo
La reacción de los peluqueros cuando se acercan estos dos jóvenes a sus locales con un pedido tan peculiar merece apartado aparte. ¿Donar el pelo caído al suelo? Pero pasada la lógica adversa sorpresa inicial, cuando Julián y Mariano les cuentan los pormenores acerca de qué manera innovadora pueden contribuir a cuidar el planeta y para qué sirven los productos que ellos mismos fabrican, aparecen frases como: “¡nunca nos cruzamos con algo así!”.
//Mirá también: Fundó una marca pionera en impresión gráfica sustentable y factura casi $100 millones por año: ahora va por las franquicias
Otros tantos, incluso con una vetusta trayectoria en la profesión, plantean que siempre tuvieron interés en encontrar la forma de cómo darle un buen destino a ese desperdicio. Sin dudas, “estamos en una sociedad donde se nos dice que debemos hacernos cargo de los residuos, pero tampoco hay solución para todo”, puntualiza Suárez.
En épocas como la vigente, donde se experimenta un genuino movimiento por promover los desarrollos ambientales y se está mucho más atento al aspecto sustentable de los productos de consumo diario, entender de qué manera algo que tenemos en la cabeza puede ser una solución a problemas complejos, como es el caso de un derrame de petróleo o posibilitar el desarrollo de cultivos en lugares de mucha sequía, genera una gran plusvalía.
Hacia adelante, el propósito cardinal de Osuna y Suárez es consolidar este modelo de negocio a través de la expansión de la venta y de seguir suscitando el mismo o mayor interés que vienen teniendo, generando vínculo con universidades para seguir investigando, o mismo con organismos públicos o empresas del sector privado para continuar poniendo como prioridad de la agenda la problemática de la contaminación del agua y del medio ambiente.
Es que MOT posee muchas aristas y mucha potencialidad. Porque “da para la innovación, para lo ambiental y para lo social; con efectos medibles, concretos, desarrollando herramientas que permiten subsanar ciertas cuestiones impostergables”, remata Osuna.