Estados Unidos atraviesa el invierno más cálido de los últimos 130 años

El invierno en los Estados Unidos está llegando a su fin, marcando un hito al convertirse en la estación más cálida para los 48 estados continentales en los últimos 130 años, según el anuncio de los Centros Nacionales de Información Ambiental de la NOAA el pasado viernes 8 de marzo.

De acuerdo con FOX Weather, un total de 1,327 ciudades en Estados Unidos establecieron nuevos récords de temperaturas altas diarias durante el mes. La extensión de hielo en los Grandes Lagos alcanzó su mínimo histórico, con solo el 2.7% de su superficie cubierta de hielo, cuando en promedio, para esa época del año, se esperaría que el 50% de los lagos estuviera cubierto.

Este aumento significativo de temperatura, muy por encima de la media, resultó en una marcada disminución de las cantidades habituales de nieve y hielo, agravando la sequía en el Medio Oeste y afectando negativamente a las economías locales. Según los expertos en climatología, este fenómeno sirve como un claro indicador del calentamiento global, atribuido a las emisiones de efecto invernadero generadas por las actividades humanas.

Diciembre de 2023 quedó marcado como el mes más cálido registrado en los 48 estados continentales de Estados Unidos, estableciendo un nuevo precedente con una temperatura media que superó en más de 4 grados Celsius el promedio histórico, según informó CNN. Este patrón de calor persistió a lo largo de toda la temporada, apenas interrumpido por una breve ola de frío en enero, y culminó con un febrero clasificado como el tercero más cálido en los registros. El fenómeno climático de El Niño desempeñó un papel crucial, especialmente en las regiones del Medio Oeste y el Noreste, donde las temperaturas primaverales reemplazaron al típico frío invernal.

En todo Estados Unidos, ocho estados experimentaron por primera vez el invierno más cálido registrado en su historia, entre ellos Dakota del Norte, Minnesota, Iowa, Wisconsin, Michigan, Nueva York, Vermont y New Hampshire. Numerosas ciudades desde el centro-norte del país hasta el Noreste registraron temperaturas varios grados por encima de la media.

La escasez de nieve e hielo durante esta temporada no solo generó condiciones de sequía severa en partes del Medio Oeste, sino que también redujo drásticamente la cobertura de hielo en los Grandes Lagos. Este año, los lagos presentaron una cobertura helada promedio de apenas 5.6%, en comparación con el promedio usual del 29.5% entre enero y principios de marzo. Esta disminución equivale a una superficie desprovista de hielo comparable en tamaño al estado de Virginia Occidental.

Las carencias en la acumulación de nieve, medida en metros de ausencia de nieve, han sido particularmente notables en las regiones del noreste y del Medio Oeste, donde se han registrado escasos eventos significativos de nevadas. Incluso ciudades como Nueva York y Filadelfia concluyeron la temporada invernal con notables déficits de nieve. Específicamente, la ciudad de Erie, en Pensilvania, experimentó una falta de más de un metro y medio de la nevada típica de la temporada debido a la ausencia de las habituales nevadas efecto lago.

La Radio Pública Nacional (NPR), por su parte, alertó sobre los riesgos para la salud pública con la temprana aparición de mosquitos en primavera, incrementando la amenaza de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue. Además, la agricultura se enfrenta a desafíos sin precedentes, ya que muchos cultivos, como árboles frutales y de nuez, requieren de un número específico de horas de frío para una producción adecuada, y la falta de estas “horas de frío” anticipa una disminución en la producción durante los meses de verano.

En el oeste de Estados Unidos, la disminución de la capa de nieve afecta directamente el suministro de agua para millones de personas. La dependencia del lento derretimiento de la nieve de montaña durante la primavera y el verano para alimentar los ríos es esencial para estados como Colorado y California.