Un estudio reveló la cantidad de yogur que se debe consumir por día y en qué influye el cambio climático
Según la Universidad de Harvard, el yogur, reconocido por su contenido en proteínas, calcio y vitaminas del grupo B, destaca especialmente por su aporte de bacterias beneficiosas.
En la actualidad, numerosas personas incorporan el yogur a su dieta de manera frecuente. Sin embargo, ¿sabemos cuánta cantidad sería la adecuada según la ciencia?, y ¿cómo afecta el cambio climático a esta recomendación?
Aunque el yogur natural es una elección saludable, las adiciones como frutas y edulcorantes pueden disminuir su valor nutricional.
La orientación científica sobre la ingesta diaria recomendada de yogur.
Según la Universidad de Harvard, el yogur, reconocido por su contenido en proteínas, calcio y vitaminas del grupo B, destaca especialmente por su aporte de bacterias beneficiosas para la salud.
Estas bacterias, presentes en alimentos fermentados como el yogur y el kimchi, han demostrado tener impactos beneficiosos en la salud digestiva y en la prevención de enfermedades.
Investigaciones respaldan la idea de que una dieta abundante en vegetales y productos lácteos, como el yogur, puede disminuir el riesgo de diversas enfermedades, desde la obesidad hasta la artritis.
La recomendación de los expertos es consumir 250 gramos de yogur al día, una medida propuesta para limitar la producción excesiva que tiene un impacto negativo en el medioambiente.
¿Cuál es la esencia de la “dieta de salud planetaria” y cómo se relaciona con el cambio climático?
De acuerdo con Alimente, la “dieta de salud planetaria” se fundamenta en la premisa de que nuestras elecciones alimenticias impactan no solo en nuestra salud personal, sino también en la salud del planeta.
Los expertos abogan por una ingesta equilibrada de yogur, que proporcione los nutrientes necesarios sin ejercer una presión excesiva sobre los recursos naturales ni generar un impacto ambiental negativo.
Limitar el consumo diario de yogur a 250 gramos contribuye a aliviar la presión sobre los sistemas agrícolas y ganaderos, ayudando a mitigar el cambio climático asociado con la producción de alimentos.
Así, el yogur se posiciona como una elección alimentaria que no solo beneficia al cuerpo en términos nutricionales, sino que también respeta los límites de la tierra y los recursos disponibles.
