Alianza de gigantes: Ford y Volvo se unen para eliminar las emisiones de CO2
Ambas empresas han anunciado que cumplirán con los nuevos objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) marcados por la Comisión Europea para 2020.
Las firmas automovilísticas Ford y Polestar (Volvo) han anunciado que cumplirán con los nuevos objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) marcados por la Comisión Europea para 2020.
De esta manera, Ford podrá reducir su media de emisiones gracias a este pacto con Volvo, mientras que la firma sueca invertirá en nuevos proyectos de tecnologías “verdes” los ingresos resultantes de esta asociación, que está potencialmente abierta a otros fabricantes.
“Para Volvo Car, el futuro es eléctrico y estamos transformando nuestra empresa mediante acciones concretas. Me complace ver que estamos superando nuestros objetivos de reducción de CO2. Demuestra que nuestra estrategia es la adecuada para nuestro negocio y para el planeta”, ha asegurado el consejero delegado de Volvo, Hakan Samuelsson.
Tal como explica el sitio Econoticias, todo esto es posible gracias a que las ventas de modelos híbridos enchufables de Volvo aumentasen hasta suponer una cuarta parte de sus matriculaciones en Europa durante los tres primeros trimestres de este año.
Por su parte, Polestar inició la comercialización de su modelo Polestar 2 100% eléctrico a principios de este año.
Lucha contra el CO2
La nueva normativa de emisiones europea para vehículos ligeros establece que la media de los automóviles vendidos en Europa por cada fabricante no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido si quieren evitar multas que podrían elevarse a miles de millones de euros.
Los productores de automóviles tendrán hasta tres años para adaptarse a esta nueva norma. Así, en el periodo 2020-2022, un coche que contamine menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro (eléctricos e híbridos enchufables) se computará como dos ventas este año, como 1,67 vehículos en el segundo año y como 1,33 automóviles en el tercero. No será contado como un solo vehículo hasta 2023.
El superar los límites marcados supondría exponerse al pago de multas millonarias ya que, por cada gramo y vehículo vendido que se pase de estas cifras las compañías tendrán que abonar 95 euros.
Camionetas eléctricas
La electrificación de algunos sectores será más difícil que otros. Es el caso de los grandes vehículos, como las camionetas. Modelos que habitualmente se usan para transportar grandes cargas y en zonas complejas donde no hay una mínima infraestructura de carga.
Este nicho de mercado es donde Ford quiere probar suerte con un extensor de autonomía que tiene la peculiaridad de poder ser retirado del vehículo fácilmente.
El plan
En la patente presentada ante las autoridades de Estados Unidos, Ford muestra el sistema instalado en una F-150, pero no específica de forma directa que vaya a ser desarrollado para este vehículo. Algo que nos indicaría que posiblemente podrá ser usado en otro tipo de segmentos.
La idea sería ofrecer un extensor de autonomía para los modelos eléctricos, que funcionaría con gasolina o gas. Todos los componentes relacionados con el generador, desde el motor hasta el depósito y la conexión al sistema de carga estarían almacenados en una misma pieza.
Es un diseño modular que permitiría transferir la unidad de un vehículo a otro, lo que supondrá que con unos pocos dispositivos, se podrá dar servicio a diferentes vehículos según las necesidades de cada momento, lo que sin duda tendría un gran potencial en flotas.
A qué apunta
De momento desde Ford no se han dado detalles técnicos más allá de lo que se ve en la patente. Pero su potencial sería muy importante si se tiene en cuenta que por ejemplo la futura F-150 eléctrica, que contará con hasta 700 km de autonomía eléctrica, podría incrementar de forma importante su alcance y sus posibilidades al añadir este elemento.
De ser así, esto le haría ganar interés entre un tipo de cliente habitualmente conservador en estos aspectos, y que su temor por quedarse sin batería en el medio de la nada, es un factor fundamental de compra.
Además, este sistema también permitiría completar grandes desplazamientos en momentos puntuales, sin el extra de peso del dispositivo en el día a día y liberando la zona de carga cuando sea necesario. Algo que se traduce en mayor flexibilidad a la hora de viajar, pero también menor consumo durante las jornadas habituales.
Por supuesto queda por ver en caso de ser instalada en otro tipo de vehículo, cómo se soluciona la cuestión de la salida de gases y la seguridad.
Pero sobre el papel parece una idea muy innovadora que permitirá extender la autonomía y sobre todo la confianza de los clientes a la hora de sustituir sus contaminantes camionetas con modelos eléctricos.