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Proyecto Manhattan

Así fue como la primera explosión nuclear modificó la geología de la Tierra

Según estudios recientes, las pruebas nucleares y las detonaciones de bombas atómicas crearon nuevos minerales. Más detalles.

No solo la película “Barbie” es furor en el cine, sino también “Oppenheimer”, que relata el desarrollo de las primeras armas nucleares como parte del Proyecto Manhattan, que fue el resultado de una carrera armamentística sin precedentes en 1945.

La explosión resultó una liberación de energía sin precedentes: el equivalente a 20.000 toneladas de TNT explotando en menos de 10 segundos. 

Si bien la bomba fue detonada desde lo alto de una torre de acero de 30 metros, la explosión creó un cráter de más de 2 metros de profundidad y 40 metros de ancho. Y todo alrededor del cráter el suelo estaba cubierto con un material nunca antes visto.

“El vidrio, en general, formó una capa de 1 a 2 centímetros de espesor, con la superficie superior marcada por una muy fina aspersión de polvo que cayó sobre él mientras aún estaba fundido”, según un informe contemporáneo del geólogo Clarence Ross.

“En la parte inferior hay una película más gruesa de material parcialmente fundido, que proviene del suelo del que se deriva. El color del vidrio es verde botella pálido, y el material contiene burbujas de todo tamaño”, agregó.

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El estallido inicial de intensa radiación, que alcanzó temperaturas superiores a los 8400 °K, vaporizó gran parte de las capas superficiales del desierto, mezclando los elementos de los minerales vaporizados con los elementos producidos por las reacciones nucleares, y formando una mezcla química nueva y única. 

Luego, y al precipitar en forma líquida y enfriarse rápidamente, se formó una capa vítrea que se extendía hasta un radio de 300 metros alrededor del sitio de la explosión y nació un nuevo mineral: la Trinitita.

La prueba exitosa no solo introdujo al mundo en la era atómica, sino que condujo a un rápido final de la guerra en el Pacífico, luego de que dos bombas atómicas fueran lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

Así, el 6 de agosto de 1945, la bomba atómica “Little Boy” explotó sobre Hiroshima, Japón, y la explosión destruyó instantáneamente la mayor parte de la ciudad y hubo 70 mil muertos.

“El hombre desató el átomo para destruir al hombre, y se abrió otro capítulo en la historia humana”, escribió el diario New York Times, al día siguiente de la bomba.

El bombardeo de Hiroshima no solo cambió la historia humana, sino que, al igual que la prueba Trinity, creó un nuevo tipo de minerales que incluso pueden ingresar al registro geológico.

De hecho, en 2015, el geólogo Mario Wannier visitó las costas cercanas a Hiroshima para recolectar datos y, buscando microfósiles, descubrió pequeñas partículas de metal fundido, perlas de vidrio y fragmentos de una sustancia similar al caucho.

Junto con investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, el especialista estudió la composición mineralógica de las partículas y descubrió que probablemente se formaron cuando la explosión atómica vaporizó partes de Hiroshima.

Un análisis químico mostró una composición inusual de las partículas, compuestas en su mayoría por aluminio, sílice, hierro y calcio. Los investigadores argumentan que las partículas se formaron por la condensación de la nube en forma de hongo después de la explosión nuclear, y la mezcla de minerales fue denominada como “Hiroshimaites”.

A diferencia de las tectitas naturales, fragmentos de vidrio formados por el impacto de un meteorito, o la obsidiana, un tipo de vidrio volcánico, los minerales creados por una explosión atómica son únicos.

Por lo tanto, algunos investigadores sugieren utilizar la aparición de minerales radiactivos asociados con la tecnología humana para marcar el comienzo del Antropoceno, la época geológica más reciente en la historia de la Tierra.

Fecha de publicación: 25/07, 1:09 pm