Científicos envían globos a 21 mil kilómetros de distancia de la Tierra y captan sonidos desconcertantes
Los investigadores del Laboratorio Sandia, en Nueva México, enviaron los globos a la estratosfera equipados con micrófonos de alta sensibilidad.
Un grupo de científicos del Laboratorio Sandia, en Nueva México, en Estados Unidos, enviaron globos a 21 mil kilómetros de distancia de la Tierra y captaron sonidos que fueron sorprendentes, aunque desconocen de dónde provienen.
Enviaron a la estratosfera globos aerostáticos equipados con micrófonos de alta sensibilidad y los sonidos que recabaron envuelven algunos misterios que deberán ser develados.
“Encontramos señales de infrasonidos que han sido registradas unas cuantas veces en algunos vuelos, pero la fuente de esos sonidos es completamente desconocida”, explicó Daniel Bowman, uno de los investigadores del laboratorio.
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El equipo liderado por Bowman envió los globos a poco más de 21.000 kilómetros de altura, con el fin de capturar los sonidos en esa región. Sin embargo, los hallazgos generaron sorpresa, ya que no consiguen identificar el origen de algunos sonidos muy particulares.
Los globos que emplean son propulsados por energía solar, tienen unos 7 metros de diámetro y son fabricados con materiales que se puede encontrar en una ferretería de barrio.
Estos ejemplares no requieren de grandes inversiones y alcanzan con USD 50 por unidad. De esta manera, los investigadores pueden enviar muchos de ellos para sus estudios. Eso sí: agregan sensores, micrófonos capaces de distinguir infrasonidos, y un sistema GPS que envía datos de localización.
“Con nuestros globos solares hemos grabado explosiones químicas superficiales y enterradas, truenos, olas oceánicas chocando, aviones de hélice, sonidos urbanos, lanzamientos de cohetes suborbitales, terremotos y puede que incluso trenes de mercancías y aviones a reacción”, explicó Bowman en diálogo con CNN. “También hemos registrado sonidos cuyo origen no está claro”, completó.
Una grabación durante un sobrevuelo en la Antártida contiene infrasonidos que suenan como suspiros y son olas chocando, pero ciertos crujidos en los audios tienen orígenes que se desconocen.
Bowman dice que lo más probable es que los sonidos que no logran identificar sean mundanos, quizá tormentas lejanas, trenes avanzando en vías terrestres, o turbulencias distantes, sin embargo, esto no permite dar mayores precisiones al respecto.
Los hallazgos de la investigación se compartieron recientemente en la 184° Reunión de la Sociedad Acústica de Estados Unidos, que se celebró en Chicago.