Enel se reinventa: esta es su estrategia para liderar una transición energética sostenible
La compañía lleva adelante su operación con un enfoque de desarrollo sustentable en Argentina y la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
El Acuerdo de París, alcanzado en la COP21 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, incluyó como objetivo el compromiso de contener el incremento de la temperatura de la tierra “muy por debajo de los 2ºC” con respecto al nivel preindustrial, y esforzarse para limitarlo en 1,5ºC, así como alcanzar la neutralidad de emisiones entre 2050 y 2100.
Para ello, las empresas se comprometieron a preparar, comunicar y mantener contribuciones nacionales en el futuro, poniendo en marcha acciones para alcanzar el objetivo global planteado.
El cambio en las formas de producción y consumo de energía entre hoy y 2050 es imprescindible para la reducción de emisiones. En este contexto, se habla de transición energética, cambiar del modelo actual basado en combustibles fósiles a energías renovables.
“La transición energética es un cambio estructural a largo plazo de los sistemas energéticos o las fuentes de energía que el mundo utiliza para su desarrollo. Es parte de la historia humana ya que el hombre, a medida que ha evolucionado y descubierto nuevas tecnologías, ha buscado y desarrollado recursos para alimentar dichos descubrimientos”, explica a EconoSus Carlo Ferrara, responsable de Sostenibilidad de Enel Argentina.
En este sentido, se ha ido pasado por diferentes estadios y actualmente la sociedad se encuentra en un momento donde los combustibles fósiles como el petróleo y el gas natural siguen siendo las principales fuentes de energía del mundo.
“Sin embargo, su uso desmedido, los altos niveles de contaminación que generan, el calentamiento global y el efecto invernadero, así como el aumento de la población mundial y la superpoblación de las ciudades, han hecho imperante el uso de energías sostenibles y renovables como la eólica, la hidroeléctrica, la fotovoltaica”, suma.
Estas energías están comenzando a desplazar a las anteriores dando origen a una nueva era. “El momento histórico lo pide y si los gobiernos y empresas del mundo no tomamos conciencia de los cambios climáticos que estamos viviendo, nuestro planeta seguirá sufriendo un deterioro irreversible”.
Por lo tanto, las variables demográficas, las nuevas demandas sociales, la crisis climática y la revolución tecnológica presentan desafíos globales, impulsan a las empresas a repensar sus estrategias de negocios y la manera de desarrollar sus actividades en los ámbitos ambiental, social y económico (ASG).
Plan de Sostenibilidad 2019-2021
“La sostenibilidad es precondición para la estabilidad del negocio en el largo plazo y requiere balancear el crecimiento económico con el uso de recursos; razón por la cual se encuentra cada vez más integrada en su estrategia industrial y financiera, creando valor y sinergias con el mundo exterior”, explica Ferrara.
Según detalla, toda la operación de Enel, que incluye, generación, transporte, distribución y servicios para clientes tiene un enfoque especial en el desarrollo sustentable de Argentina y la Agenda 2030 de Naciones Unidad.
En este camino, el Grupo ha fortalecido con especial atención en seis Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS): acceso a la electricidad (ODS 7), cambio climático (ODS 13), desarrollo socioeconómico (ODS 8) y educación (ODS 4), industria, innovación e infraestructura (ODS 9), y ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11).
“Basados en estos objetivos nos anticipamos a las tendencias a futuro, la gestión ambiental, social, económica y de gobierno corporativo (ASG), pensando globalmente y actuando localmente, respetando y mejorando la diversidad”, agrega.
La gerencia de Sostenibilidad reporta directamente al Country Manager en todos los países en el cual Enel opera con el reto de integrar evaluaciones sociales y medio ambientales en el negocio.
Con respecto a sus objetivos, la empresa apunta a digitalizar y modernizar el servicio eléctrico, desde la generación hasta las redes de distribución, ofreciendo soluciones y servicios de mayor calidad a sus 2.5 millones de clientes.
Asimismo, su misión es “acercar la energía a todos”, informa Ferrara, y en esta línea han trabajado el acceso al servicio de energía a clientes de sectores vulnerables en treinta y dos localidades de la provincia de Buenos Aires, dentro de su área de concesión, acompañándolos con talleres informativos atendiendo a su nueva condición de clientes.
En este eje, se abocaron a la optimización de los procesos de atención a los clientes con el lanzamiento de nuevas herramientas digitales de facturación y comunicación.
Además, extendieron sus servicios a la comunidad, fortaleciendo el concepto de energía segura y sostenible, a través de programas de educación y de generación de oportunidades, en articulación con diferentes actores tanto sociales como los que interactúan en su cadena de valor.
En el eje ambiental, trabajan fortaleciendo el concepto de economía circular como instrumento contra el cambio climático.
“La economía circular es un modelo que combina competitividad, innovación y sostenibilidad con un claro impacto en el sistema económico. Es por eso que seguimos profundizando el desarrollo de proyectos que potencian la reconversión de materiales de descarte”, explica el vocero.
Para lograr un mayor impacto, extienden este compromiso hacia toda la cadena de valor. Para ello, incluyen una valoración en las licitaciones a través de indicadores de sostenibilidad que suman a sus contratistas en el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Transición energética
Retomando el concepto de transición energética, Ferrara indica que las principales tendencias globales que la impulsan son la descarbonización, urbanización, electrificación del consumo energético y digitalización.
“La primera fuerza de transformación es la evolución tecnológica, que nos ofrece cada día mejores soluciones a menor costo, sobre todo gracias a los avances en la ciencia de materiales. Paneles solares, baterías, turbinas eólicas, vehículos híbridos, buses eléctricos…. Cada día aparecen nuevas y mejores tecnologías que crean oportunidades y cambian las dinámicas del mundo energético”, destaca el responsable.
Otra fuerza de transformación es la digitalización, que permite por primera vez entender en profundidad lo que está pasando y resolver ineficiencias en tiempo real.
Gracias a esto, pueden, por ejemplo, ofrecer tarifas eléctricas diferenciadas y mover el consumo a las horas más convenientes, o usar baterías de vehículos eléctricos para compensar exceso o ausencia del viento en los parques eólicos. Logrando integrar sistemas y gestionarlos de una manera más eficiente y robusta.
Por último, resalta la importancia de la retroalimentación de la sociedad civil y el medioambiente: “Cada día ambos nos recuerdan el costo humano de no actuar, que vivimos todos los días en la contaminación excesiva de algunas ciudades, o en los desastres naturales que derivan del cambio climático. Esto se vuelve cada día más fuerte con el proceso de urbanización, que concentra siempre más la demanda energética en las grandes ciudades”.
A nivel país, asegura que la transición energética es un cambio de paradigma de máxima relevancia para Argentina.
Como parte de su compromiso, el año pasado contribuyeron al proyecto “Transición energética e Integración regional”, cuyo objetivo es establecer una hoja de ruta, que incluya acciones a ejecutar a corto, mediano y largo plazo en el país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en el marco del Acuerdo de París.
En el mismo determinaron cuatro palancas fundamentales para la transición energética:
- Cambiar a fuentes primarias de energía libres de emisiones, apuntando a una matriz eléctrica verde;
- Fomentar la eficiencia energética y electrificación de los usos finales;
- Desarrollo de infraestructura y digitalización.
- Incentivar modos de producción sustentable
Acciones frente al COVID
Sin dejar de lado el contexto actual de pandemia, Ferrara responde que el camino de la digitalización los ha ayudado a estar preparados. “Por ello, pudimos cambiar fácilmente nuestro rumbo hacia la modalidad a distancia que es plenamente coherente con nuestros valores corporativos de confianza, responsabilidad, innovación y proactividad”.
Todas las actividades que pueden hacerse de forma remota se están llevando delante de ese modo, pero el trabajo remoto no está previsto para las actividades que se realizan en el lugar y que garantizan la producción y distribución de energía: todas estas actividades necesarias se efectúan respetando las medidas de seguridad pertinentes.
Por otro lado, las acciones de soporte y desarrollo con la comunidad han cambiado, y las están realizando a través de proyectos especiales nuevos o adaptaciones al nuevo contexto.