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En primera persona

Con $1.500, arrancaron un emprendimiento y hoy su idea es un éxito: quieren llegar a toda la región

Crearon una marca de calzado ergonómico y accesorios para bebés, se ampliaron, ya venden en México y quieren llegar a Chile y Uruguay.

Minoli es una marca argentina de calzados ergonómicos y de accesorios que surgió en 2015 cuando Verónica Aldazábal estaba embarazada de su primera hija, Olivia. “Me di cuenta que en el mercado no habían opciones de calzados con suela blanda, flexibles, cómodos y que respeten al pie de un bebé”, cuenta Verónica a iProfesional.

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Esta necesidad, combinada con su pasión por la moda la llevó a asociarse con su hermana y su mamá, y así embarcarse las tres en la creación de Minoli, “que deriva de ‘Mini Olivia’- un sueño que se materializó y hoy tiene presencia a través de nuestros productos en Argentina y México”.

“Ya con la idea del emprendimiento en la cabeza, decidimos ir a Boedo -donde se encuentran los locales de cuero en la Ciudad de Buenos Aires- a comprar cuero ecológico en diferentes colores”, comparte la emprendedora. “Con esos materiales, comenzamos a cortarlos siguiendo los moldes que previamente habíamos confeccionado usando los pies de Oli como guía”, agrega.

Empezaron con una inversión mínima de $1.500 (u$s170 en ese momento) para comprar unos pocos metros de cuero e hilos. “Dejamos volar nuestra imaginación para crear una variedad de mocasines combinando distintos colores mientras nuestra mamá, Verónica, que siempre se caracterizó por ser una artesana nata, ensamblaba las partes con la máquina de coser que teníamos en casa”, sigue.

Con un par de mocasines de cada color listos, tomaron algunas fotos y las subieron a Facebook para comenzar a comercializar sus productos. “Poco a poco, nos empezaron a llegar cada vez más pedidos y el cuarto de mi hermana Belén se transformó en oficina, depósito y taller”, recuerda. “Cada visita de amigos o familiares era atendida ahí, quienes también nos ayudaban con el armado de cajas y pedidos”, afirma.

Para ellas, fue increíble ver cómo rápidamente lograban no solo cautivar el mercado de Argentina, sino también el de otros países. “Nos llegaban pedidos desde Uruguay hasta de Arabia Saudita. Cada despacho internacional nos daba palpitaciones, no podíamos creer que un bebé francés o de Estados Unidos vistiera nuestros productos”, expresa.

Empezaron con una inversión mínima de $1.500 (u$s170 en ese momento) para comprar unos pocos metros de cuero e hilos.

“En el primer Hot Sale que participamos, decidimos ofrecer un 20% de descuento y envío gratis sin haber hecho ningún tipo de análisis previo. No éramos conscientes de la magnitud de este evento de descuentos y del enorme volumen de ventas que produce. La casa de nuestros padres estaba colmada de cajas, las cuales despachábamos en bolsas enormes al camión de OCA. Obviamente, durante esas largas jornadas nocturnas de trabajo, ninguna dormía”, dice Verónica.

“Hasta hace unos pocos años el corazón de Minoli fue nuestra vivienda familiar: administración, corte y confección, armado de pedidos, producciones, showroom, todo sucedía ahí”, relata.

Empezaron vendiendo los productos en junio de 2015 a través de Facebook, la red social más fuerte en aquel momento, y al mes siguiente lanzaron su propia Tiendanube. “Pasábamos largas noches preparando los pedidos porque siempre priorizamos la rapidez en la entrega para brindar el mejor servicio posible”, dice. Y advierte: “Tener un e-commerce propio fue una de las mejores herramientas que implementamos, ya que la plataforma nos permitía tener una web profesional con múltiples opciones de envío, cobro y gestión. Nos ayudó a potenciar nuestras ventas y llegar a más mercados”.

Un proyecto con impacto social

Con una demanda cada vez más creciente, las necesidades de producción de Minoli también aumentaron, por lo que decidieron vincularse con la fundación Yo no fui, la cual tiene por objetivo reinsertar a ex presidiarias en el sistema laboral.

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“Cada suceso fue logrando que Minoli se convierta poco a poco en una marca bien posicionada en el país, pero siempre fuimos por más”, plantea la joven. “Con cada vez más logros alcanzados, aún sentíamos que nos faltaba coronar el negocio con un local físico. Así, el 15 de julio de 2018 inauguramos nuestro primer showroom, para el cual ampliamos nuestra oferta de productos”.

En agosto de 2018 decidieron renovar la tienda online de la marca y se embarcaron en un proceso de customización y personalización. Por otro lado, llevaron sus productos a participar en bazares de Argentina. El primero fue Puro Diseño, donde ganaron el Premio al Mejor stand.

Además, sumaron otros objetos para bebés.

En cuanto al crecimiento del negocio, en 2022, la facturación de Minoli creció un 56% versus 2021 y el volumen de ventas logró un 15% más.

“En línea con el crecimiento de la marca, empezamos a pensar nuevos productos para los más chicos: baberos, portachupetes, gorritos de verano y de invierno, mantas, muselinas, nidos, medias, medibachas, muñecos de apego, anteojos, etc. Así, comenzamos a potenciar nuestras ventas que ya no estaban atadas a un único producto”, detalla Verónica.

Minoli fue creciendo tanto en facturación como en equipo. “Las tres que creíamos que podíamos con todo nos dimos cuenta de que ya no, por lo que tuvimos que comenzar a contratar personal. Hoy en Argentina somos un equipo integrado por diez personas y seguramente sigamos creciendo en el tiempo. En México, por el momento, hay tres personas, pero el crecimiento viene anticipando que pronto también seremos más”, asegura.

En su momento, surgieron las copias de Minoli y las emprendedoras gastaron mucho tiempo preocupándose por ello, “incluso llegamos a hacer patentes de diseños para que dejen de copiarnos sin saber que con una modificación ínfima ya era considerado otro producto”, cuenta. “Si las marcas nos toman de referencia es porque hacemos las cosas bien y deberíamos haberlo sentido un halago desde el principio”.

En este sentido, la emprendedora destaca: “El gran diferencial de Minoli está en que promovemos el uso de zapatos ergonómicos para lograr el desarrollo natural de los pies. Cada diseño cuenta con una suela fina hecha en caucho material antideslizante. Es flexible y se adapta al movimiento del pie en cada paso. Los Minoli son el calzado más parecido a andar descalzos. Buscamos que los piecitos del bebe puedan fortalecerse, que cada paso que dan sea con seguridad y estabilidad. Son livianos, cuentan con una horma ancha para darle espacio a los dedos y no tienen elementos que rigidizan al pie”.

Por otro lado, “comenzamos buscando el crecimiento en redes de forma orgánica, lo cual hizo el proceso de crecimiento mucho más lento. Hoy cambiaría eso invirtiendo más en publicidad”, añade.

“Al ser principalmente un negocio online, las redes sociales siempre fueron nuestras grandes aliadas, ya que nos sirvieron para comunicarnos y conectar con nuestros clientes”, plantea. “Sin dudas, es un canal de ventas complementario excepcional que nos permite interactuar con el público y llegar a más personas con nuestros productos. En este contexto, siempre buscamos estar en contacto cercano con el público e informarlos sobre los beneficios del calzado ergonómico, muchas veces a través de vivos que realizamos con profesionales de la industria”, relata.

Haber sido las primeras en desarrollar el producto en el mercado argentino las ayudó a que sus clientes confíen en su trabajo. Hoy están diseñando las primeras zapatillas ergonómicas en conjunto con Manuela Illarramendi, kinesióloga especialista en pisada, quien las ayudó a crear con bases médicas la matriz para la suela de Minoli.

Minoli: el camino recorrido

Según Verónica, “emprender genera miedos y conlleva riesgos, pero es un camino hermoso y contagioso. Nuestro negocio nació en Argentina, un país con muchas barreras para emprender. Las proyecciones, las cuotas, la inflación, la devaluación, los impuestos, las recesiones son todos temas del día a día que muchas veces nos han hecho querer tirar la toalla. Sin embargo, confiamos en nuestro producto, en nuestra misión, en nuestro equipo que gran parte nos acompaña desde los comienzos y en que nuestro crecimiento sostenido va a perdurar en el tiempo fruto de nuestro esfuerzo”.

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En términos de aprendizajes, “tenemos varios, pero el más importante es que las planificaciones estratégicas son lo más importante. Al tener una coyuntura económica dinámica, debemos estar atentas para que los resultados comerciales cumplan nuestros objetivos”, dice la joven.

Por último, en cuanto a por dónde creen que puede venir el crecimiento, Verónica comenta: “Hoy el crecimiento en Argentina está enfocado en ampliar la curva de talles y el volumen de producción para abastecer la demanda actual. También, en junio vamos a lanzar las primeras zapatillas 100% ergonómicas en co-creación con Manuela Illarramendi, kinesióloga especialista en pisada”.

El lanzamiento en México en 2021 fue otro de los grandes saltos, que también decidieron llevar adelante acompañadas por Tiendanube, motivadas por la experiencia y la curva de aprendizaje recorrida, pero expectantes por el ingreso a un mercado totalmente ajeno. “Tuvimos que ampliar la oferta de productos y aprender nuevas nomenclaturas para adaptarnos al público mexicano”, dice. “Sin embargo, no quisimos cambiar los colores que nos representan y mantuvimos el estilo nórdico que nos caracteriza, rompiendo con la gama de colores intensos clásica, preferida por los consumidores de ese país”, detalla.

Fuente: iProfesional

Fecha de publicación: 20/04, 7:27 pm