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Para crecer necesitás inversión sostenible: ¿cómo prepararse para lo que viene?

La gran mayoría de las nuevas creaciones de puestos de trabajo, de hecho, serían para la reforma de viviendas y otras medidas de eficiencia energética.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que los planes masivos de ayuda que preparan los gobiernos y empresas frente a la crisis del coronavirus son la ocasión para poner el sector energético en el camino de la sostenibilidad, lo que además aumentaría el crecimiento global y el empleo.

En un informe publicado este jueves, la AIE calcula que con una inversión de alrededor de un billón de dólares anuales en los tres próximos ejercicios, equivalente al 0,7 % del producto interior bruto (PIB) global, el crecimiento se aceleraría de media en 1,1 puntos cada año.

Eso significaría que en 2023 el PIB mundial sería un 3,5 % superior al que habría sin el plan para la energía, lo que permitiría salvar o crear nueve millones de empleos al año durante el próximo trienio.

Las fuentes de energías renovables presentan una gran oportunidad para las empresas.

Una aportación importante ya que la agencia calcula que de los 40 millones de personas que trabajan en el sector energético tres millones pueden perder su trabajo con la crisis del coronavirus, y otros tres millones están en riesgo en actividades anexas, como el automóvil, la industria y la construcción.

Nuevos trabajos

La gran mayoría de las nuevas creaciones de puestos de trabajo, de hecho, serían para la reforma de viviendas y otras medidas de eficiencia energética, así como para la electricidad, particularmente en la construcción y el mantenimiento de redes y de instalaciones de generación renovables.

El plan propuesto reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2), en unos 4.500 millones de toneladas y disminuiría en un 5 % las causantes de contaminación atmosférica, con las implicaciones beneficiosas que eso tendría para la salud.

Sobre todo, 2019 marcaría el pico histórico de emisiones de CO2 y la tendencia descendente duradera pondría al mundo en disposición de cumplir con los objetivos climáticos de largo plazo, incluido el Acuerdo de París.

Además, 420 millones de personas en países pobres tendrían acceso a sistemas limpios para cocinar, al prescindir por ejemplo de la leña o el carbón, y 270 millones quedarían conectados a la electricidad.

El desarrollo

La AIE propone actuar en seis sectores que considera claves: la electricidad, el transporte, la industria, la construcción, los combustibles y las tecnologías emergentes que emiten poco CO2.

Sugiere acelerar el despliegue de energías renovables como la solar y la eólica o una expansión y modernización de las redes eléctricas; mejorar la eficiencia energética de los edificios o favorecer un transporte más limpio con vehículos eléctricos y más eficientes, así como trenes de alta velocidad.

Las plantas de energía solar son una gran inversión sustentable,

También apostar por la producción y el uso de combustibles más sostenibles e impulsar la innovación de tecnologías “cruciales” como el hidrógeno, las baterías, la captura y el almacenamiento de carbono o pequeños reactores nucleares modulares.

El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, afirmó que su plan “no pretende decir a los gobiernos lo que tienen que hacer. Quiere enseñarles lo que pueden hacer”.

La agencia, que ha trabajado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la elaboración de este informe, parte de la hipótesis de que la crisis provocará un bajón del 6 % del PIB mundial este año y de que solo durante el actual trimestre se perderán unos 300 millones de empleos.

El choque va a tener fuertes consecuencias también para el sector de la energía, y una de ellas es un hundimiento del 20 % de las inversiones durante este año.

Fecha de publicación: 22/06, 8:52 am