¿Por qué la micromovilidad es una solución sostenible en la era pos Covid-19?
Desde las organizaciones ecologistas recuerdan que el transporte representa un 25% de las emisiones contaminantes en las grandes ciudades.
Si algo ha dejado claro la crisis del coronavirus es que la micromovilidad en las grandes ciudades es clave en la desescalada y que bicis, monopatines o motos eléctricas, compartidas o en propiedad, son una alternativa de transporte limpio y necesario en estos días de distancias obligadas.
“Sería una catástrofe que la salida de esta situación se saldara con una involución que nos llevara otra vez al modelo del siglo pasado, a confiar en el coche para cubrir los desplazamientos diarios”, argumenta a EFEverde la coportavoz de Equo, Inés Sabanés, ante la posibilidad de un auge en el uso del automóvil privado por miedo al contagio del coronavirus.
Sin embargo, las matriculaciones de turismos han bajado un 96,5 % en abril, mientras que la última semana se ha multiplicado por siete el uso de la bicicleta, ha crecido significativamente la ocupación de los carriles bici y la búsqueda de bicicletas por Google se ha disparado un 138% desde que se inició del estado de alarma, según las asociaciones ciclistas.
El llamamiento de las autoridades sanitarias a mantener la distancia de seguridad para evitar contagios ha llevado a muchos ciudadanos que hasta ahora descartaban la bicicleta por considerarla peligrosa a plantearse esta opción para sus desplazamientos diarios, animados también por la limpieza del aire y la bajada de los niveles de tráfico.
Además, la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha solicitado a los ayuntamientos que impulsen el uso de la bicicleta como medio de transporte en la desescalada del COVID-19, principalmente en municipios de más de 5.000 habitantes.
La bicicleta, “estrella” de la nueva movilidad
Y es que la bicicleta se ha convertido en la “estrella” de la nueva movilidad poscoronavirus, aunque para la Coordinadora Estatal de Defensa de la Bicicleta, ConBici, hace falta habilitar más carriles en las grandes ciudades para que su uso sea más seguro y también el de otros vehículos no contaminantes como motos y monopatines eléctricos, sin olvidar los coches de alquiler, cuyas suscripciones se han duplicado.
Las asociaciones de ciclistas han pedido además a los ayuntamientos que prohíban circular a más de 30 kilómetros/hora en las ciudades, que se habiliten ‘aparcabicis’ en los barrios y proximidades de transporte público, ciclos de semáforo que favorezcan la circulación de peatones, bicis y monopatines y ayudas para la compra y reparación de estos vehículos.
En Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida se ha comprometido a potenciar el uso de vehículos individuales no contaminantes mediante la construcción de los carriles bici ya proyectados y desde este fin de semana ha peatonalizado 29 calles -19,4 kilómetros- mientras en Barcelona el Ayuntamiento ha iniciado la ampliación de 12 kilómetros de aceras y de la red de itinerarios ciclables, con 21 nuevos kilómetros.
Desde las organizaciones ecologistas recuerdan que el transporte representa un 25% de las emisiones contaminantes en las grandes ciudades y afirman que el sector de la bicicleta creó más empleos (650.000) que la industria del acero (350.000) o la minería (615.000).
Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace, ha hecho hincapié en la necesidad de habilitar carriles bici “rápidos” en las grandes avenidas, empleando parte del espacio dedicado a los coches, y ha destacado que estas medidas se puede implantar de manera rápida y con un coste muy reducido empleando vallas, señales y pintura, sin necesidad de obras.
Movilidad “de emergencia”
Para Inés Sabanés, estamos en una “situación de emergencia” que hace prioritario adoptar y financiar medidas que favorezcan la movilidad sostenible pues, en su opinión, existen alternativas para un transporte público seguro y “nadie puede mirar hacia otro lado, ni el gobierno, ni las comunidades autónomas ni los ayuntamientos “.
Mientras tanto, José Luis Zimmermann, portavoz de Smart Mobility, ha informado a EFEverde de que esta patronal del sector de la movilidad compartida ha enviado cartas a los ayuntamientos de las principales ciudades españolas para que aceleren la concesión de licencias a empresas de alquiler de bicicletas, motos eléctricas y monopatines y amplíen la red de carriles bici.
Según Zimmermann, “la movilidad del futuro es una movilidad compartida y un aliado fundamental para el distanciamiento social en la desescalada del COVID-19, para mantener la calidad del aire y hacer que las personas se muevan con libertad y seguridad”.
Ha informado además de que los ayuntamientos de Madrid, Barcelona y de otras grandes ciudades españolas tienen pendiente la regularización de los vehículos de movilidad compartida y les han solicitado que cuenten con ellos para desarrollar juntos una nueva era en los desplazamientos urbanos.