Dónde serán los próximos conflictos por la escasez de agua en el mundo
La escasez de agua afecta aproximadamente al 40% de la población mundial y según las Naciones Unidas y del Banco Mundial, la sequía que se profundiza por el cambio climático podría poner a 700 millones de personas en riesgo de desplazarse para 2030.
Para muchos ambientalistas el tema es sencillo: si no hay agua, los políticos van a intentar controlar ese recurso y es posible que empiecen a pelear por ella. Es decir, se tornará un conflicto bélico.
A lo largo del siglo XX, el uso mundial de agua creció a más del doble de la tasa de aumento de la población. Esta disonancia está llevando actualmente a muchas ciudades- como Roma, Ciudad del Cabo, Lima- a tener que racionar el agua.
Desde 2012, las sucesivas crisis del agua están entre los cinco primeros peligros de la lista de Riesgos Globales por Impacto del Foro Económico Mundial.
En 2017, sequías severas contribuyeron a la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, cuando 20 millones de personas en África y Medio Oriente se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a la escasez de alimentos y a los conflictos.
“Cada vez más personas mueren a causa de agua contaminada o debido a conflictos por el acceso al agua”, dijo Peter Gleick, director del Pacific Institute con sede en Oakland, California, a la BBC. Es uno de los especialistas que cree que los conflictos por el agua van en aumento.
Con su equipo diseñó una cronología con estos conflictos llamada Water Conflict Chronology. Se trata de un registro de 925 conflictos hídricos, grandes y pequeños. Y revela la cronología es que la relación entre el agua y los conflictos es compleja.
La mayor parte de los conflictos están relacionados con la agricultura, actividad que representa el 70% del uso de agua dulce en el planeta.
Bien cotizado y escaso
Héctor Rubini, investigador de la Universidad del Salvador, estimó en declaraciones a CNN Radio que “progresivamente el agua comenzará a cotizar en otros mercados mundiales, porque se trata de un recurso cada vez más escaso”, y estimó que esta situación se dará “en las próximas tres o cuatro décadas”.
En la misma línea, Federico Di Yenno, operador bursátil especializado en commodities, dijo a Télam que “es factible que dentro de algunos años, bastantes, en áreas donde haya escasez de agua veamos que se cotice en otro mercado de futuro”.
“Así como se ha avanzado en un mercado futuro en un índice para la soja sudamericana, eso podría ocurrir con el agua en algún momento. Brasil y Chile, por ejemplo, lo podrían tener, sobre todo Chile, que tiene un mercado fuerte“, agregó.
Pero la perspectiva económica que habilita la mercantilización de un recurso humano tiene otras lecturas y consecuencias. Para el español Pedro Arrojo-Agudo, Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y el saneamiento de las Naciones Unidas, “no se puede poner un valor al agua, como se hace con otros productos básicos comercializados, porque el agua es un bien público y está vinculada a la salud”.
“Además, el agua ya está fuertemente amenazada por la población mundial creciente y la contaminación grave de la agricultura y la industria minera, como para que ahora sea un ítem más del mercado”, agregó.