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Por qué el futuro de la alimentación mundial será cultivar peces de manera sustentable

El desafío de producir alimentos para la población mundial pone en jaque a los sistemas tradicionales y surge la crianza de especies acuáticas con prácticas sostenibles.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) predijo en un informe elaborado en la primera década de este siglo que la agricultura se enfrentaba a múltiples retos.

Entre ellos, producir más alimentos a fin de dar sustento a una población creciente con una mano de obra menor; elaborar materias primas para un mercado de la bioenergía potencialmente enorme; contribuir al desarrollo global de los países en desarrollo; adoptar métodos de producción más eficaces y sostenibles, y adaptarse al cambio
climático.

Ese informe pone el acento en la seguridad alimentaria hacia 2050 cuando —estima la FAO—, la población global supere los 9 mil millones de habitantes y representen un desafío para la industria alimenticia.

Con esas cifras en el horizonte y mientras la agricultura y la ganadería comienzan a verse afectadas por el cambio climático, los expertos señalan que la acuicultura cumplirá, en los próximos años, un rol fundamental para asegurar el sustento de la población mundial.

La experiencia chilena

En este contexto, la empresa de acuicultura chilena EcoSea se está esforzando en cambiar la forma en que se cultivan los peces, desde los tradicionales recintos flotantes realizados con redes sintéticas hasta los modernos corrales sumergibles construidos con materiales amigables con el medio ambiente.

Según la compañía, en los últimos años, productores acuícolas del país vecino originaron 50 mil toneladas de pescado utilizando sus sistemas en zonas costeras. Esa producción evitó el uso de 160 toneladas de nylon y la generación de 8 mil toneladas de organismos marítimos —que se hubieran depositado en basurales o en el fondo marino— y 184 toneladas de químicos que se utilizan en pinturas antiadherentes.

Y algo no menor: estos impactos evitaron la emisión de 10.300 toneladas de dióxido de carbono en el ambiente.

Del mismo modo, las propiedades antimicrobianas de las redes limitan la formación de fouling, favorecen la circulación del agua, las condiciones sanitarias y evitan costos asociados a la limpieza de redes.

Jaulas de alineación de cobre

Desde el 2018, EcoSea lidera uno de los proyectos que busca sentar las bases para el desarrollo de la acuicultura oceánica y que cumplió su primera etapa en abril último con resultados positivos en el desempeño de los sistemas de cultivo sumergibles.

De acuerdo con lo indicado por la compañía, esta fase contempló un ciclo completo de cultivo —entre agosto de 2019 y noviembre de 2020— en el que se cosecharon 180.544 kilos de biomasa.

Fundada en 2007, la compañía andina con experiencia en el desarrollo de sistemas de cultivo en superficie y sumergibles acaba de incorporar jaulas de aleación de cobre antimicrobiano, sustentables y de gran durabilidad.

Además, las redes de aleaciones especiales diseñadas para la acuicultura duraderas (pueden estar más de 10 años de funcionamiento bajo el agua), no forman incrustaciones y son 100% reciclables al final de su vida útil.

“Las mallas de aleación de cobre no contaminan como el plástico y tienen una mayor durabilidad. Hasta el momento, no se reportaron roturas, escapes de biomasa o ingreso de predadores por la falla de nuestros sistemas. Por otra parte, el material disminuye la deformación de las mallas frente a condiciones marítimas adversas, que en el caso de las jaulas sumergibles es prácticamente nulo. De esta forma, se mejora el
bienestar de los peces”, sostuvo Nicolás Castillo, CEO de EcoSea.

Fecha de publicación: 14/07, 8:34 pm