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Tecnología

Cómo serán los nuevos autos de Fórmula 1 en 2026

El reglamento técnico trae flamantes monoplazas con novedades sustentables y de aerodinámica. Todos los detalles.

La Fórmula 1 se prepara para encarar una de las reformas más profundas de los últimos años. Con el horizonte puesto en 2026, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y los responsables de la categoría presentaron un nuevo reglamento técnico destinado a redefinir el equilibrio entre rendimiento, dinámica de los autos y sostenibilidad.

El reglamento técnico trae flamantes monoplazas con novedades sustentables y de aerodinámica

La generación actual de monoplazas fue objeto de fuertes cuestionamientos por parte de pilotos y analistas, a raíz de su tamaño, el efecto del aire sucio y las grandes diferencias de rendimiento entre equipos, factores que derivaron en carreras con poca acción en pista. Frente a ese diagnóstico, la F1 impulsa el concepto de “auto ágil”, con el objetivo de favorecer los adelantamientos y modificar de forma estructural la manera en que los pilotos gestionan la potencia durante la competencia.

El nuevo reglamento, que entrará en vigencia en la temporada 2026, introduce cambios de fondo en el diseño, la aerodinámica, la motorización y los sistemas estratégicos de los coches. La mejora de la competitividad aparece como uno de los ejes centrales, con la promesa de ofrecer carreras más parejas y emocionantes. En paralelo, la sostenibilidad ocupa un rol cada vez más relevante dentro del proyecto de la categoría.

“Estas regulaciones representan un momento clave para el futuro de nuestro deporte, ya que darán lugar a una nueva generación de autos y unidades de potencia pensadas para ofrecer carreras más ajustadas y atractivas para los fanáticos. La nueva unidad de energía híbrida, alimentada de forma sostenible, abre además una gran oportunidad para la industria automotriz global”, señaló Stefano Domenicali, CEO de la F1, en un comunicado difundido por la FIA.

Autos más ágiles, compactos y livianos

Una de las críticas más repetidas en los últimos años estuvo vinculada al tamaño excesivo de los monoplazas. Si bien las mayores dimensiones mejoraron la seguridad, también complicaron la maniobrabilidad y el espectáculo en pista, lo que impulsó la necesidad de una revisión profunda.

La nueva normativa establece una reducción de peso de 30 kilogramos: de los actuales 798 kg se pasará a un mínimo de 768 kg, desglosados en 722 kg correspondientes al auto con el piloto y 46 kg de neumáticos. A esto se suma un diseño más compacto, con una menor distancia entre ejes y un ancho reducido.

En términos de medidas, la distancia entre ejes bajará de 3,60 a 3,40 metros, mientras que el ancho del chasis se reducirá de 2 a 1,90 metros. La búsqueda de mayor agilidad también alcanza a los neumáticos: aunque se mantendrán las llantas de 18 pulgadas, el ancho de las gomas delanteras disminuirá 25 milímetros y el de las traseras 30 milímetros, contribuyendo a una menor resistencia aerodinámica y a un comportamiento más dinámico en pista.

El adiós al DRS y la llegada de un nuevo sistema

En 2026, se buscarán autos más ágiles, compactos y livianos

Uno de los cambios más profundos de esta nueva generación de monoplazas es la eliminación del DRS (Drag Reduction System) tal como se lo conoce hoy. En su lugar, la Fórmula 1 incorporará la aerodinámica activa, una tecnología que permitirá variar de manera controlada los ángulos de los alerones delantero y trasero según el sector del circuito, con un funcionamiento conceptual similar al sistema que reemplaza.

Gracias a esta aerodinámica activa, los equipos podrán gestionar el flujo de aire para priorizar el agarre en curvas o reducir la resistencia en rectas, sin depender de zonas de DRS preestablecidas. La FIA definió dos configuraciones principales:

  • Straight Mode (Modo Recta), también denominado “Modo X”: implica la apertura de los flaps de ambos alerones para minimizar la resistencia al avance y maximizar la velocidad en sectores rápidos.
  • Corner Mode (Modo Curva), conocido como “Modo Z”: los elementos aerodinámicos regresan a su posición de alta carga para asegurar el agarre necesario en las curvas.

Este sistema apunta a reducir la resistencia aerodinámica total en un 40%, aunque los monoplazas generarán entre un 15% y un 30% menos de carga aerodinámica que la generación actual. El objetivo es disminuir el efecto del “aire sucio”, que dificulta el seguimiento cercano entre autos, y favorecer adelantamientos más naturales, sin recurrir a ayudas artificiales.

En paralelo, el diseño del suelo también sufrirá modificaciones. La aerodinámica prescindirá de los túneles Venturi que dominaron los últimos años y dará paso a un enfoque revisado, con menor carga general y mejores condiciones para rodar de cerca. Se estima que la carga aerodinámica total se reducirá alrededor de un 15%, un valor inferior al inicialmente previsto por la FIA.

Unidades de potencia

Bajo la carrocería se mantendrán los motores V6 turbo híbridos de 1,6 litros, aunque con cambios profundos en su arquitectura. La entrega de energía pasará a dividirse en partes iguales: 50% eléctrica y 50% proveniente de la combustión.

Entre las principales novedades, se elimina el MGU-H, la potencia térmica se reduce a unos 400 kW y la eléctrica aumenta hasta 350 kW, con una capacidad de batería que crece cerca de un 300%. Este nuevo escenario obliga a una gestión energética mucho más estratégica, tanto en clasificación como en carrera.

En ese contexto aparece el Manual Override Mode, un sistema que asume el rol ofensivo que antes tenía el DRS. Cuando un piloto se encuentre a menos de un segundo del auto precedente, podrá disponer de energía eléctrica adicional (+0,5 MJ) para intentar el adelantamiento. Además, la energía recuperable durante la frenada se duplicará, elevando la complejidad estratégica para los pilotos.

A esto se suman los conceptos de Boost (impulso), que permite utilizar la máxima potencia combinada del motor y la batería para ataques o defensas puntuales, y Recharge (recarga), que define las estrategias de recuperación de energía durante frenadas o levantadas del acelerador, ampliando las opciones tácticas de los equipos.

Dos objetivos centrales: sostenibilidad y seguridad

La Fórmula 1 no busca solo autos más rápidos y ágiles, sino también consolidarse como referente en sostenibilidad. A partir de 2026, el uso de combustibles 100% sustentables será obligatorio por primera vez en la historia de la categoría.

Estos combustibles avanzados, producidos a partir de captura de carbono o residuos urbanos, permitirán reducir de manera significativa la huella ambiental sin comprometer el rendimiento de los motores de combustión.

En materia de seguridad, el nuevo reglamento toma como base el análisis de accidentes recientes para elevar los estándares. El arco antivuelco deberá soportar cargas un 23% superiores, pasando de 16 a 20G, para mejorar la protección de la cabeza del piloto en caso de vuelco.

Del mismo modo, las estructuras frontales antiimpacto fueron rediseñadas para absorber mejor las colisiones en dos etapas, y se incorporarán luces de seguridad laterales que indicarán el estado del sistema eléctrico cuando un monoplaza quede detenido en pista.

Fecha de publicación: 29/12, 12:50 pm