Cuál es el paso a paso para que el aire acondicionado enfríe más y consuma menos

Con la irrupción de olas de calor cada vez más intensas, con registros que superan los 38 °C en distintas regiones de Argentina, enfriar la casa de manera eficiente sin que la factura de luz se dispare se volvió una preocupación cotidiana.

En ese contexto, y cuando 2025 llega a su fin, especialistas en climatización coinciden en una recomendación tan simple como subestimada: utilizar de forma estratégica el “modo seco” del aire acondicionado antes de activar el “modo frío”. Esta secuencia no solo ayuda a alcanzar una temperatura agradable en menos tiempo, sino que también contribuye a reducir el consumo energético.

Durante el verano, el uso intensivo del aire acondicionado suele traducirse en mayores costos y en un desgaste innecesario del equipo. A esto se suma que los picos de demanda eléctrica incrementan el riesgo de cortes de suministro en momentos clave. Por eso, conocer el funcionamiento del sistema y aplicar pequeños ajustes puede ser decisivo para lograr confort térmico sin sorpresas en la boleta de luz.

Recomendaciones para optimizar el uso del aire acondicionado y reducir el consumo

1. Empezar por el modo seco

El “modo seco” (Dry), presente en la mayoría de los equipos, está diseñado para eliminar el exceso de humedad del ambiente. Activarlo durante los primeros 10 a 20 minutos, al llegar a casa o cuando el aire se siente pesado, facilita una mejor circulación del frío y evita un consumo innecesario de energía. Al bajar la humedad, la sensación térmica mejora más rápido y no hace falta fijar temperaturas demasiado bajas.

2. Luego, pasar al modo frío con una temperatura eficiente

Una vez que el ambiente está más seco, alcanza con regular el aire acondicionado entre 24 °C y 26 °C para lograr confort. Reducir la temperatura por debajo de ese rango solo incrementa el gasto eléctrico -cada grado menos implica entre un 6 % y un 10 % más de consumo- sin un beneficio real en la mayoría de los casos.

Ajustes complementarios para ahorrar energía

• Ventilador en modo automático: configurarlo así permite que el equipo adapte su funcionamiento a la demanda real de enfriamiento, evitando ciclos innecesarios y picos de consumo. Además, ayuda a cuidar el compresor y a prolongar la vida útil del aire acondicionado.
• Apoyo con ventilador tradicional: combinar el aire acondicionado con un ventilador de techo o de pie mejora la distribución del aire frío. Esto permite subir algunos grados la temperatura programada sin perder sensación de frescura, logrando un enfriamiento más parejo y un menor consumo total.
• Cerrar puertas y ventanas, sin bloquear la ventilación: mantener el ambiente aislado favorece la eficiencia del equipo. Conviene cerrar puertas y ventanas mientras el aire está encendido y usar cortinas o persianas para reducir la entrada directa del sol. Eso sí: nunca hay que tapar las rejillas ni colocar objetos frente al equipo, ya que puede afectar su funcionamiento o generar riesgos.
• “Precool” o enfriamiento anticipado: ante pronósticos de calor extremo, los especialistas recomiendan encender el aire acondicionado entre 15 y 20 minutos antes del pico de temperatura o de llegar a casa. De esta manera, el equipo enfría el ambiente con menor esfuerzo y consumo, sin tener que combatir el calor más intenso.

Por qué es clave incorporar estos hábitos

Mejorar la forma en que se utiliza el aire acondicionado va mucho más allá del ahorro en la factura de luz. En escenarios de temperaturas extremas y picos de demanda eléctrica, ajustes simples pueden ayudar a prevenir cortes de suministro y a cuidar tanto el equipo como el presupuesto del hogar. Todo comienza por comprender el funcionamiento del aparato y sacar provecho de sus distintas funciones, en lugar de recurrir siempre al “modo frío” al máximo.

Un uso más inteligente del aire acondicionado se alinea con las nuevas exigencias de confort y sostenibilidad. Aplicar estas recomendaciones no solo permite mantener ambientes frescos, sino también promover un consumo energético más eficiente y responsable, especialmente en un verano que se perfila como uno de los más exigentes de los últimos años.