La automotriz china que pisa fuerte en Argentina marca un récord histórico de producción

La planta de Camaçari, en Brasil, alcanzó un hito clave al producir 10.000 vehículos a pocos días de su inauguración oficial. Este logro no solo impulsa la expansión de BYD en América Latina, sino que también refuerza su estrategia para consolidar su presencia regional, con efectos que podrían sentirse pronto en la industria automotriz argentina.

Con una capacidad inicial de 150.000 unidades anuales -y el objetivo de llegar a 600.000 por año-, la fábrica se posiciona como un motor de crecimiento que trasciende al mercado brasileño. Su enfoque en producción sostenible y tecnologías accesibles abre la puerta a que estos modelos y procesos se repliquen en otros países de la región, incluida la Argentina, pieza central en la estrategia de la compañía.

El avance en Camaçari se acompaña de un fuerte impulso laboral: la incorporación de un segundo turno en noviembre y la contratación de 120 nuevos trabajadores reflejan el compromiso de BYD con el desarrollo productivo y la generación de empleo industrial.

Un crecimiento acelerado en Brasil

En ventas, la marca atraviesa un momento excepcional. BYD lidera el mercado brasileño de vehículos eléctricos con más de 100.000 unidades comercializadas y se consolida como referente de la movilidad sustentable. Esa tendencia, cada vez más marcada, podría anticipar cambios similares en el mercado argentino, donde la demanda por alternativas más limpias comienza a cobrar impulso.

Con más de 200 concesionarios en funcionamiento y la meta de llegar a 250 en los próximos meses, BYD se prepara para profundizar la transformación del mercado automotor en la región. Un proceso que promete modificar de manera significativa el panorama de la industria, especialmente en la Argentina, a medida que América Latina avanza hacia un modelo de transporte más eficiente y sostenible.