El gobierno argentino quiere cambiar deuda por acciones climáticas. ¿Cuál es la propuesta?
El presidente Alberto Fernández había señalado algunas semanas atrás en la insistencia ante los acreedores de la Argentina, en impulsar un cambio de deuda por acciones climáticas.
El minsitro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié también retomó la idea e insistió en medio de la renegociación que el gobierno nacional lleva a cabo con el Fondo Monetario Internional (FMI) y el Club de París.
“Venimos insistiendo con canje de deuda por acción climática. Para conseguir los dólares que necesitamos para el vencimiento de la deuda. No podemos conseguirlos sin contaminar. Qué mejor que la cifra que sea no tengamos que pagarla, pero con el compromiso tácito de que eso sea una inversión en parques solares, en parques eólicos”, sostuvo el funcionario.
Según el ministro Cabandié, “de esa manera beneficiamos al mundo, porque no olvidemos que nuestra región, incluido nuestro país, somos acreedores ambientales del mundo“.
Por otro lado, el funcionario recodoró que “en medio de la discusión de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, muchos mandatarios, incluso en la gira del Presidente, en la conversación, el cambio climático está“.
“La intención política del Presidente es muy clara, de hecho cuando Argentina tiene relaciones bilaterales, conversaciones con mandatarios como (Angela) Merkel (Alemania), (Joe) Biden (Estados Unidos) o (Emmanuel) Macron (Francia) está el tema del cambio climático, expresó.
Alberto Fernández se comprometió el pasado 22 de abril, en Día Internacional de la Tierra, a que Argentina iba en 2030 a tener un 30% de energías renovables” y que “eso implica desarrollar toda una tarea, mecanismos administrativos y jurídicos para alcanzar ese objetivo”.
“Es una meta que todos los países tenemos. El 2030 es un punto de inflexión, si no llegamos a lo que nos comprometimos en 2015, en el Acuerdo de París, vamos a estar en riesgo. Nuestra capacidad energética varía según los días y la época del año, pero podríamos decir que estamos en un 7% de energías renovables. Es un valor bajo”, subrayó.
La propuesta del Presidente
En abril pasado, al participar de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno Andorra 2020 Iberoamericana, Alberto Fernández pidió que se implemente “un cambio de deuda por clima” para “vincular a los procesos de pago de deuda con la acción climática”.
En la reunión virtual, el Presidente habló de la “arquitectura hacia un financiamiento climático” e hizo hincapié en la necesidad de “mecanismos financieros innovadores para fomentar el desarrollo sostenible”.
En aquella ocasión, solicitó la movilización de recursos concesionales y no reembolsables canalizados a través de la banca multilateral y bilateral, con proceso ágiles y transparentes.
También pidió “pagos por servicios ecosistémicos. Y se comprometió a desarrollar una matriz energética con energías limpias, diseñar medidas de eficiencia para la industria, transporte y construcción, promover tecnologías de punta para la reducción de emisiones de metano e impulsar un complejo productor de hidrógeno como nuevo vector energético.
Y además, tipificar la deforestación como delito ambiental, elaborar un proyecto de presupuestos mínimos de protección ambiental de bosques nativos y promover una ley de educación ambiental.
Al hacer referencia al concepto de “deuda ambiental”, dijo que “un canje de deuda por clima debería ser el mecanismo capaz de vincular a los procesos de pago con la acción climática. Este es el puente intergeneracional que debemos ser capaces de construir”, insistió.
El mandatario sostuvo que el Gobierno puso “la acción climática y ambiental en el centro de sus convicciones. Hay que tomar conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medioambiente“, dijo Fernández.
En tal sentido, la Argentina no sólo honrará las metas del Acuerdo de París sino que también postula mayores medidas y esfuerzos que incluyen “un plan de eficiencia para el transporte, la industria y la construcción” y la tipificación como delito ambiental de las prácticas de “deforestación ilegal”.
Aún no hay definiciones sobre estas propuestas por parte de los acreedores.