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Nuevo camino

Crearon un método para reciclar el teflón sin residuos tóxicos y transformándolo para fármacos

El equipo de científicos solo usan sodio metálico y energía mecánica (agitación) a temperatura ambiente, sin disolventes tóxicos.

Un equipo de investigadores del Reino Unido logró lo que durante décadas pareció imposible: reciclar Teflon -uno de los plásticos más resistentes y problemáticos del planeta- de forma segura, limpia y eficiente. El avance abre un nuevo camino para reducir los residuos plásticos fluorados, transformándolos en materias primas reutilizables.

Crearon un método para reciclar el teflón sin residuos tóxicos

El politetrafluoroetileno (PTFE), conocido comercialmente como Teflon, está presente en miles de productos: sartenes antiadherentes, prendas impermeables, válvulas industriales y cables de alta tecnología, entre otros. Su durabilidad y resistencia química lo hicieron indispensable, pero también se convirtieron en su principal problema ambiental: no se degrada fácilmente y los métodos convencionales no permiten reciclarlo.

Como resultado, la mayoría de los productos fabricados con Teflon terminan en vertederos o son incinerados, liberando compuestos perfluorados (PFAS), conocidos como “químicos eternos” por su persistencia y toxicidad. Estos compuestos están bajo una regulación cada vez más estricta en Europa y Norteamérica por su impacto en la salud y los ecosistemas.

Una reacción verde: reciclar con movimiento

La innovación británica se basa en una técnica llamada mecanocatálisis, que reemplaza los procesos químicos tradicionales -altas temperaturas y disolventes tóxicos- por movimiento mecánico. En este caso, basta con agitar fragmentos de Teflon junto a sodio metálico dentro de un molino de bolas sellado, a temperatura ambiente.

El proceso rompe los fortísimos enlaces carbono-flúor del PTFE y libera fluoruro de sodio (NaF), un compuesto estable, no tóxico y de uso común en pastas dentales y tratamientos de agua.

Más allá de neutralizar los residuos, el equipo descubrió algo aún más prometedor: el fluoruro de sodio obtenido puede reutilizarse directamente para crear nuevas moléculas fluoradas, empleadas en fármacos y materiales de alta tecnología. Todo sin pasos intermedios, sin purificaciones adicionales y sin generar desechos.

Un cambio de paradigma en la industria química

El equipo de científicos solo usan sodio metálico y energía mecánica (agitación) a temperatura ambiente, sin disolventes tóxicos.

Hasta ahora, la obtención de flúor industrial dependía de procesos intensivos en energía y contaminantes, como la minería de fluorita y la producción de ácido fluorhídrico. Este nuevo método propone un enfoque inverso: recuperar el flúor de materiales desechados y devolverlo al ciclo productivo.

La propuesta encaja con el concepto de economía circular que impulsa la Unión Europea y otras regiones: recuperar y reutilizar materiales valiosos en lugar de descartarlos. El reciclaje químico del PTFE podría ocupar un rol similar al de la recuperación de litio en baterías o silicio en paneles solares, ayudando a reducir la extracción de recursos vírgenes y la contaminación asociada.

Solo usan sodio metálico y energía mecánica (agitación) a temperatura ambiente

Aunque la técnica ya fue validada en laboratorio, su aplicación industrial requerirá superar desafíos técnicos, como la manipulación segura del sodio metálico -altamente reactivo- y el desarrollo de sistemas cerrados de procesamiento.

También será necesario apoyo regulatorio y financiero para escalar la tecnología, especialmente en países con altos volúmenes de residuos fluorados. Iniciativas como el Pacto Verde Europeo o la Ley de Reducción de PFAS en Estados Unidos podrían acelerar su adopción si se integran en políticas de gestión avanzada de residuos.

A futuro, los investigadores anticipan alianzas con empresas que producen o manipulan grandes cantidades de PTFE -desde laboratorios hasta industrias químicas- interesadas en cerrar el ciclo de sus materiales.

Más que un avance técnico, este descubrimiento representa un cambio de enfoque: ver los residuos no como un problema, sino como una oportunidad. Convertir desechos complejos en recursos reutilizables es uno de los pasos más prometedores hacia una industria química verdaderamente sostenible.

Fecha de publicación: 27/10, 8:50 am