Plástico de bambú: así es el material que crearon científicos y es súper resistente
Resiste altas temperatura y desaparece completamente de la tierra en 50 días. ¿Será la alternativa sustentable por excelencia?
Una reciente investigación dio un paso clave hacia la solución de la crisis por contaminación plástica. Un grupo de científicos desarrolló un nuevo material -denominado plástico molecular de bambú (BM-plastic)- que combina la resistencia de los plásticos petroquímicos con una biodegradabilidad completa.
Científicos crearon un plástico de bambú que es súper resistente
El BM-plastic, elaborado a partir de celulosa de bambú, se presenta como una alternativa sustentable y de alto rendimiento frente a los plásticos tradicionales. El avance fue posible gracias a una modificación de la estructura molecular del bambú mediante un proceso químico innovador.
A diferencia de los bioplásticos actuales, cuya calidad suele ser inferior a la de materiales como el ABS o el polietileno (HDPE), el plástico de bambú supera esa limitación. De hecho, mostró una resistencia mecánica excepcional, con una fuerza de tensión de 110 MPa y una estabilidad térmica superior a los 180 °C.
El estudio fue realizado por investigadores de la Northeast Forestry University, en Harbin (China), y publicado en la revista Nature Communications. Según los autores, el bambú es una materia prima ideal: abundante, de rápido crecimiento y sin impacto sobre la producción de alimentos.
El proceso de fabricación se basa en una “ingeniería molecular” asistida por solventes. Primero, los disolventes descomponen la red de celulosa del bambú a nivel molecular; luego, un tratamiento con etanol reorganiza y refuerza los enlaces, dando lugar a una estructura más densa y resistente. Además, el método es compatible con procesos industriales como el moldeo y la inyección.
Entre sus principales ventajas ambientales, el BM-plastic destaca por su reciclabilidad de ciclo cerrado, lo que refuerza su potencial como un sustituto real y sostenible frente al plástico convencional.
Tras ser reprocesado, el plástico molecular de bambú conserva cerca del 90% de su resistencia mecánica original. Además, se degrada por completo en suelo natural en apenas 50 días, eliminando así el riesgo de acumulación en vertederos o ecosistemas marinos.
El análisis técnico y económico realizado por el equipo de investigación demuestra que el costo de producción del BM-plastic es competitivo frente a los plásticos convencionales y a otros bioplásticos del mercado, un factor clave para su posible adopción industrial a gran escala.
Según los autores del estudio, este material podría aplicarse en una amplia gama de sectores -desde piezas automotrices hasta paneles de construcción-, ofreciendo una alternativa concreta para reducir la contaminación por plásticos y disminuir la dependencia global de los combustibles fósiles.