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Movilidad

¿Chau al auto eléctrico?: las razones detrás del giro de la industria automotriz

Algunas marcas como Mercedes Benz, Ford, Porsche o Stellantis aseguran que no podrán vender solo autos eléctricos para 2035.

El sector automotriz europeo atraviesa un punto de inflexión. Marcas como Porsche, Mercedes-Benz, Ford y el consorcio Stellantis están reculando en sus compromisos iniciales de electrificación. Aunque los autos eléctricos siguen ganando espacio, no lo hacen con la velocidad proyectada, y cada vez más fabricantes retrasan o suavizan los plazos para eliminar totalmente los motores de combustión.

Crisis del auto eléctrico: Mercedes, Ford y otras marcas revisan sus metas para 2035

Algunas puntos importantes a tener en cuenta

  • Stellantis abandonó su objetivo de que en 2030 todos sus autos nuevos en Europa sean eléctricos.
  • Porsche, parte del grupo Volkswagen, anunció que su próximo SUV por encima del Cayenne, que originalmente iba a ser completamente eléctrico, ahora se ofrecerá también en versiones de combustión e híbridas enchufables.
  • Mercedes-Benz también suavizó sus metas, aceptando que la transición será más paulatina de lo que habían anticipado, manteniendo híbridos o motores convencionales donde las condiciones de mercado lo permitan. 
  • Ford moderó su apuesta eléctrica ante la baja demanda de vehículos eléctricos en algunos mercados solo ajustándose a modelos híbridos en ciertos centros de producción.

Las razones detrás del retroceso

Al analizar los factores que impulsan estos movimientos, se destacan:

  1. Demanda más lenta de lo estimado: los eléctricos todavía no penetraron con la fuerza prevista en Europa, ya sea por el precio, la infraestructura de carga o la percepción del consumidor.
  2. Costos de producción elevados -baterías, logística, materias primas- que tensionan la rentabilidad de los modelos eléctricos frente a los de combustión.
  3. Competencia global: fabricantes chinos, políticas de subsidios nacionales y ventaja en costes para algunos competidores están presionando desde afuera.
  4. Regulación exigente: los objetivos de CO2 establecidos para 2030 y 2035 se consideran cada vez más difíciles de alcanzar por la industria. Las empresas demandan mayor flexibilidad.

La presión sobre Europa para abandonar los planes de electrificación de autos

La industria automotriz está ejerciendo una presión creciente sobre las instituciones europeas para suavizar o replantear las normativas actuales:

Mercedes-Benz, Ford, Porsche y Stellantis frenan sus planes de electrificación
  • Se debate la eliminación de la obligación de vender solo autos eléctricos desde 2035, o al menos introducir cláusulas de flexibilidad para que los híbridos mantengan presencia.
  • Hay llamados para considerar económicas regionales, disponibilidad de infraestructura, costes de transición, y para establecer plazos que tengan en cuenta realidades diversas entre países y marcas.
  • Las cláusulas de revisión (“revoyure”) de las regulaciones europeas podrían adelantarse o modificarse para incorporar estas flexibilidades.

Este retroceso tiene múltiples consecuencias:

  • Ambientales: un retraso en la reducción de emisiones de CO2 si los modelos de combustión se siguen comercializando más allá de lo previsto.
  • Económicas: posibles consecuencias para la competitividad de la industria europea si no logra adaptarse rápidamente, pero también riesgo de sanciones o multas si no cumple ciertos estándares.
  • Políticas: tensiones entre fabricantes, gobiernos nacionales y la Unión Europea sobre los objetivos climáticos y la estrategia industrial del continente.
  • De percepción pública: puede generar desconfianza o incertidumbre en consumidores sobre cuándo realmente se hará realidad la transición total hacia lo eléctrico.

¿Una flexibilización inevitable?

Si bien hasta ahora Europa mantiene el objetivo del fin de ventas de vehículos de combustión nuevos para 2035, los recientes movimientos de las automotrices, junto a la presión de algunos estados miembros, indican que la normativa podría revisarse para incluir:

  • Más opciones de motor híbrido enchufable (“plug-in”) o tecnologías intermedias.
  • Extensiones de plazos para ciertos mercados o fabricantes con limitaciones específicas.
  • Incentivos adicionales para bajar precios, mejorar infraestructura de carga, cadenas de suministro más eficientes, y mayor soporte tecnológico.

Fecha de publicación: 07/10, 10:23 am