Botellas reutilizables: cuáles son los riesgos ocultos que esconden
Los investigadores advierten que los enjuagues rápidos no eliminan las estructuras bacterianas resistentes que pueden albergar microorganismos.
El auge de los plásticos en el siglo XX, gracias a su resistencia, versatilidad y bajo costo, transformó la vida cotidiana y la industria a nivel global. Hoy la producción mundial supera las 400 millones de toneladas anuales, de las cuales menos del 10 % se recicla, mientras que unas 11 millones de toneladas terminan en ríos, lagos y mares, según advierte la ONU. La durabilidad de este material provocó un impacto ambiental profundo, visible en la proliferación de microplásticos en el aire, el agua, los océanos, el suelo e incluso en los alimentos que consumimos.
Botellas reutilizables: cuáles son los riesgos ocultos que esconden
Como respuesta, crece la tendencia a reducir el uso de plásticos de un solo uso. Entre las alternativas más populares están las botellas de agua reutilizables, consideradas una opción más sostenible. Sin embargo, una investigación liderada por Carl Behnke en la Universidad de Purdue alerta sobre un riesgo poco atendido: la acumulación de bacterias debido a hábitos de limpieza inadecuados.
El estudio, basado en el análisis de 90 botellas recolectadas de estudiantes, mostró que la mayoría presentaba niveles de bacterias muy por encima de lo recomendado para el agua potable. Para evaluar la higiene de las superficies externas, se aplicó una prueba de ATP -utilizada en seguridad alimentaria para detectar residuos orgánicos- y ninguna botella, ni siquiera dos nuevas usadas como control, superó la prueba. La explicación está en la constante transferencia de gérmenes desde las manos, teléfonos, teclados y otras superficies.
El examen del interior reveló un panorama aún más preocupante: presencia de bacterias propias de ambientes húmedos y, en varios casos, coliformes, un indicador de contaminación fecal. La normativa para el agua embotellada prohíbe más de un coliforme por cada 100 ml, pero el 25 % de las botellas superó ese límite y algunas registraron niveles mucho más altos. “Más del 20 % de nuestras muestras contenían bacterias coliformes, que corresponden a materia fecal”, subrayó Behnke.
Los investigadores identificaron tres factores que favorecen el crecimiento bacteriano: humedad, nutrientes y tiempo. El diseño de las botellas garantiza un entorno húmedo, mientras que bebidas distintas al agua -como refrescos, isotónicas o café con crema- aportan azúcares, proteínas y grasas que alimentan a los microorganismos. Esto promueve la formación de biopelículas, estructuras bacterianas que se adhieren a las paredes internas y son difíciles de eliminar con lavados superficiales.
Cómo prevenir la acumulación de bacterias
La clave está en la frecuencia y método de limpieza. Si bien el lavado regular mejora los resultados, un enjuague rápido no basta para eliminar las biopelículas, y el lavavajillas puede no llegar a zonas críticas como las roscas, los sellos o las pajillas. Según los especialistas, la limpieza efectiva requiere desmontar por completo la botella y fregar todas sus partes para evitar que los pliegues se conviertan en reservorios de bacterias.