Así es el nuevo tractor impulsado por hidrógeno, con Inteligencia Artificial y conectividad 5G
Aunque fue presentado en 2020, su desarrollo cobra hoy mayor protagonismo gracias a la maduración de tecnologías clave.
China sigue afianzando su liderazgo en innovación tecnológica y ahora lo demuestra en el sector agrícola. El desarrollo de un nuevo tractor impulsado por hidrógeno, dotado de inteligencia artificial, conectividad 5G y control remoto, promete revolucionar la producción en el campo. Se trata de un vehículo autónomo que integra energía limpia, sensores avanzados y navegación satelital, con el objetivo de aumentar la productividad, reducir costos y minimizar el impacto ambiental.
El modelo más representativo es el ET504-H, fruto de la colaboración entre el Centro de Innovación de Equipos Agrícolas de China (CHIAIC), el Instituto de Investigación de Tianjin de la Universidad de Tsinghua y el grupo YTO. Aunque fue presentado en 2020, su desarrollo cobra hoy mayor protagonismo gracias a la maduración de tecnologías clave en comunicación, energía y automatización.
Este tractor se inscribe en el marco de la Agricultura 4.0, un paradigma que combina algoritmos de inteligencia artificial, conectividad en tiempo real y navegación satelital de alta precisión. Conectado mediante 5G, el ET504-H puede recibir instrucciones y ajustar su ruta casi sin latencia, lo que lo convierte en una herramienta ideal para operaciones agrícolas extensas y continuas.
Los especialistas destacan que la red 5G resulta esencial para este tipo de innovaciones, ya que permite el intercambio inmediato de datos entre el tractor y los centros de control, posibilitando la supervisión a distancia y la rápida adaptación frente a variaciones del terreno o del clima.
En términos energéticos, el ET504-H combina celdas de combustible de hidrógeno con baterías de litio en una arquitectura híbrida que optimiza la eficiencia. Alcanza velocidades de hasta 30 km/h, ofrece una autonomía de trabajo de aproximadamente cuatro horas y cuenta con un sistema de repostaje ultrarrápido que completa la carga en apenas tres a cinco minutos, reduciendo los tiempos muertos.
Su equipamiento incluye un paquete de sensores compuesto por GPS, radar milimétrico y módulos de procesamiento de datos en tiempo real. Gracias a ello, puede ejecutar labores como arado, siembra o preparación de suelos con mínima supervisión humana, siempre dentro de parámetros de seguridad previamente configurados.
Por qué se habla de un tractor “accionado por agua”
En el debate público, algunos llaman a este tipo de vehículos “accionados por agua”. La expresión surge de una idea asociada: aunque el tractor no emplea agua directamente como combustible, el hidrógeno que lo impulsa puede producirse mediante electrólisis, un proceso que separa hidrógeno y oxígeno a partir del agua utilizando electricidad. Cuando esa electricidad proviene de fuentes renovables, el ciclo se considera más sostenible y refuerza la imagen de energía limpia.
Las versiones más recientes del ET504-H incorporan el sistema de posicionamiento satelital BeiDou, desarrollado en China, que mejora la precisión y la repetición de trayectorias. A esto se suman la computación en el borde (edge computing) y sensores inteligentes, que aseguran un rendimiento estable incluso en terrenos extensos y bajo condiciones difíciles.
El tractor no es una innovación aislada, sino parte de un ecosistema tecnológico más amplio que integra plataformas satelitales propias para fortalecer la conectividad y la cobertura de datos en zonas rurales. Esta infraestructura permite optimizar la gestión agrícola y avanzar hacia un nuevo modelo productivo.
Los beneficios son múltiples: la automatización mejora la eficiencia en el uso de insumos, reduce desperdicios y aumenta la precisión en la aplicación de semillas y fertilizantes. Al mismo tiempo, libera a los trabajadores de tareas rutinarias y físicamente exigentes, dándoles espacio para actividades de mayor valor agregado.
Desde el punto de vista ambiental, el uso de energía limpia y la optimización de rutas disminuyen las emisiones de gases contaminantes, aunque la sostenibilidad real depende de cómo se produzca y distribuya el hidrógeno. En términos de seguridad laboral, también hay ventajas: los operarios quedan menos expuestos al calor, el polvo, las vibraciones y otros riesgos habituales de las largas jornadas en el campo.
Obstáculos en el camino
Sin embargo, la adopción masiva de estos tractores enfrenta importantes desafíos. El costo inicial es todavía alto, ya que combina tecnologías de vanguardia con una infraestructura incipiente, como las estaciones de recarga de hidrógeno. A ello se suma la limitada conectividad rural en muchas regiones del mundo, que restringe el uso pleno de la telemetría y de las actualizaciones remotas. Además, se requiere soporte técnico especializado para calibrar sensores, mantener las celdas de combustible y gestionar el gran volumen de datos que genera el tractor.
