Uruguay busca promocionar la Plasticoin, una moneda virtual ecológica: ¿cómo funciona?

Aprovechando la temporada de verano y a pesar del poco turismo argentino que concurre a sus playas por el impuesto al dólar, el gobierno uruguayo busca promocionar acciones vinculadas con el reciclado de plástico en sus zonas balnearias.

Se trata de una iniciativa de un grupo de emprendedores que está apoyada por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y cuyo objetivo es desecho de plástico en la naturaleza mediante la creación de una moneda virtual -al mejor estilo Bitcoin- pero ecológica.

La idea es que los envases plásticos de gaseosas o las bandejas de comida, entre otros productos, sean reciclados, se conviertan en una divisa con valor que permita a quienes la posean comprar un café, cortarse el pelo, tomar clases de surf, entre otras actividades.

Si bien el organismo oficial uruguayo es el encargado de difundir la acción, los creadores de esta iniciativa son Juan Rivero y su cuñada, Nicole Wyaus quienes idearon la propuesta para tratar de terminar con la escena de basura desparramada por todas las playas como la que también se da en toda la Costa Atlántica argentina.

La iniciativa comenzó a funcionar en este verano, y propone un plan de canje de plásticos y posterior traslado para su reutilización

En principio, la iniciativa se limita a la región de Piriápolis, en  el departamento de Maldonado, donde se lanzará una moneda cuyo valor se corresponde a la cantidad de kilos  de residuos plásticos reciclados.

Según sus creadores, el objetivo es estimular la clasificación y disposición de esos desechos en centros de acopio. Es decir, educar y recompensar a quienes tomen conciencia de los riesgos que la basura plástica genera para las playas uruguayas.

Quienes se inscriban en este proyecto podrán utilizar la moneda virtual, bautizada como Plasticoin, para obtener beneficios tales como promociones de las empresas e instituciones socias del programa que, a su vez, lograrán beneficios gracias a sus acciones.

Lanzado a principios de enero, la propuesta aún se encuentra en fase piloto, en un balneario de Piriápolis ubicado entre Montevideo y Punta del Este.

Se prevé que los plásticos recolectados serán acopiados para analizar la cantidad y tipo y, además de sacarlos de circulación, reciclarlos mediante la producción de componentes para usar en calles y veredas y listones para distintas construcciones.

En una segunda etapa, se podrían transformar en combustible mediante un proceso de descomposición química llamado pirólisis.

Sus creadores abrieron una página web bajo el dominio www.plasticoin.com.uy para quienes quieran anotarse en el programa y llevar los residuos plásticos a los distintos puntos de acopio que, por ahora, fueron abiertos en tres comercios de Piriápolis y Punta Colorada, donde serán cambiados por los Plasticoins.

Obtener las monedas

Para llevar a cabo el canje, el organismo oficial uruguayo estima que un kilo de plástico clasificado en un domicilio cuesta 100 unidades de la moneda virtual; un kilo recolectado en las playas vale 200 unidades de la moneda virtual, mientras que por un kilo de microplásticos se pagarán hasta 400 unidades.

Ese dinero virtual se podrá usar en comercios de distintos rubros que se adhieran al programa y que en la actualidad corresponden a negocios vinculados a l retail, alimentación y una escuela de surf. Por ejemplo, se puede acceder a ofertas como un 50% por el precio de una pizza o un dos por uno en clases para aprender a surfear.

Según una nota publicada hace unos días en el diario uruguayo El País, hasta ahora se anotaron 15 empresas y 600 personas para participar del proyecto en el registro abierto a partir de la página web. 

Y el objetivo es ampliar el uso de la Plasticoin hacia el resto de las playas uruguayas así como intentar cerrar acuerdos para “cruzar el charco” y probarla también en Argentina.