Una startup halló una manera sustentable de elaborar un insumo clave para los fertilizantes
NitroVolt, surgida en la Universidad Técnica de Dinamarca, presentó Nitrolyzer, una máquina capaz de producir amoníaco utilizando solo agua, aire y energía renovable.
El amoníaco desempeña un papel crucial en la producción de fertilizantes, pero su síntesis tradicionalmente ha sido un proceso altamente contaminante. Sin embargo, esto podría cambiar radicalmente gracias a la startup danesa NitroVolt, que afirma haber desarrollado un proceso innovador para obtener este componente de manera renovable.
Según Eco Inventos, el método convencional para la obtención de amoníaco implica calentar agua, aire y gas natural a altas temperaturas y presión, lo que resulta en una significativa emisión de dióxido de carbono. Además, dado que la producción está centralizada en pocos países, esto ha llevado a una concentración que afecta a muchas regiones.
NitroVolt, surgida de una división de la Universidad Técnica de Dinamarca, presentó Nitrolyzer, una máquina capaz de producir amoníaco utilizando solo agua, aire y energía renovable, sin emitir carbono durante su funcionamiento.
“Las unidades del tamaño de un contenedor pueden instalarse en la granja, invernadero o instalación, produciendo amoníaco según la demanda. La tecnología es fácilmente escalable para adaptarse a las necesidades de cualquier granja”, explicaron desde NitroVolt.
Actualmente, se estima que la producción de este insumo químico emite alrededor de 500 Mt de dióxido de carbono (CO2) por año, lo que equivale al 2% de las emisiones globales de este gas de efecto invernadero. Sin embargo, con este avance, se podrían reducir hasta 2 kilogramos de CO2 por cada kilo de amoníaco producido.
Esta reducción es fundamental, considerando que la industria debe disminuir sus emisiones en un 37% para 2030 y en un 96% para 2050.
El desarrollo de Nitrolyzer, producto de años de investigación en síntesis electroquímica de amoníaco, fue posible gracias a una recaudación de aproximadamente 750.000 euros, liderada por la firma de riesgo sueca BackingMinds, según informó el medio Arctic Startup en marzo de este año.