Una provincia argentina impulsa el cultivo de hongos comestibles como una alternativa sustentable
Esta iniciativa se canaliza a través de la Mesa de la Funga Misionera, un espacio creado mediante un convenio entre el Ministerio del Agro y la Producción y el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio).
Misiones avanza hacia un nuevo modelo productivo basado en la riqueza de su biodiversidad. Como parte de una estrategia orientada a diversificar su matriz agroproductiva, la provincia promueve el cultivo de hongos comestibles y medicinales como una alternativa innovadora, sustentable y con alto impacto en las economías locales.
Esta iniciativa se canaliza a través de la Mesa de la Funga Misionera, un espacio creado mediante un convenio entre el Ministerio del Agro y la Producción y el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio). Su misión es impulsar la producción, comercialización e investigación científica de especies nativas de hongos, abriendo paso a una economía emergente que aprovecha de forma inteligente los recursos de la selva misionera.
El proyecto cuenta, además, con un respaldo institucional clave: la Cámara de Representantes de Misiones declaró al 2025 como el “Año de la Concientización y Promoción de la Funga Misionera”, lo que brinda un marco político y legislativo propicio para el desarrollo de políticas públicas que fortalezcan esta nueva actividad productiva.
Un potencial productivo aún inexplorado
Misiones es la provincia con mayor biodiversidad de Argentina y también una de las más activas en la creación de políticas públicas que integran producción, conservación, ciencia e innovación. En este marco, el universo de los hongos -conocido como funga– emerge como una riqueza poco explorada pero con gran potencial: alto valor nutricional, propiedades medicinales, bajo impacto ambiental y capacidad real para generar ingresos a través de actividades rurales, cooperativas y nuevos emprendimientos.
Actualmente, la producción de hongos en Misiones se encuentra en una etapa inicial. Existen experiencias valiosas, aunque dispersas, según indicó la Subsecretaría de Planificación, Extensión y Programas de Financiamiento Rural del Ministerio del Agro. No obstante, la creación de la Mesa de la Funga Misionera ofrece una oportunidad clave para consolidar esta actividad: permite coordinar esfuerzos, diseñar una estrategia de largo plazo y articular la participación de diversos sectores -desde organismos públicos y privados hasta productores, investigadores, instituciones educativas y organizaciones sociales.
Una alternativa de desarrollo con sello misionero
“El cultivo de hongos es una alternativa agroproductiva de bajo costo y alto impacto, que se alinea con el modelo de economía circular que impulsa la provincia”, destacó Andrea Torres, licenciada en Genética del Ministerio del Agro y la Producción de Misiones.
Torres explicó que esta actividad permite reutilizar residuos del sector forestal, como aserrín de eucalipto o cáscara de arroz, y puede implementarse tanto a pequeña como a mediana escala, sin necesidad de grandes inversiones. Esto la convierte en una oportunidad concreta para fortalecer la agricultura familiar y dinamizar las economías regionales.
Con un enfoque marcadamente agroecológico, el proyecto integra sostenibilidad ambiental, generación de empleo verde, diversificación de los ingresos rurales y promoción de alimentos saludables. También contribuye a la soberanía alimentaria y a la recuperación de saberes tradicionales vinculados al uso de especies fúngicas nativas.
Desde el punto de vista nutricional, agregó Torres, los hongos destacan por su alto contenido de proteínas, antioxidantes y fibras, además de tener bajo nivel graso y un perfil energético equilibrado. Estas características los posicionan como alimentos funcionales de alto valor agregado.
Tres ejes para un desarrollo sostenible
La Mesa de la Funga Misionera avanza en torno a tres ejes fundamentales:
- Investigación e innovación: se promueve el estudio científico de especies nativas y medicinales, se fortalecen las redes entre instituciones y se trabaja para que el conocimiento generado llegue de forma concreta a los territorios.
- Desarrollo productivo: se impulsa tanto el cultivo como la recolección sustentable de hongos, incorporando nuevos productores y brindando acompañamiento técnico para consolidar esta actividad.
- Promoción del consumo y comercialización: se difunden los beneficios nutricionales de los hongos, se apoya la formalización de emprendimientos y se construyen circuitos locales de comercialización.
El enfoque es multisectorial, progresivo y participativo, lo que garantiza que las decisiones se tomen en diálogo con productores, investigadores, instituciones y comunidades, respondiendo a las realidades y necesidades del territorio.