Una potencia mundial prohibió el asbesto, una sustancia altamente cancerígena
En una medida histórica, se sumó a la prohibición que ya tienen en más de 50 países. Los detalles.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) anunció el lunes una prohibición total al asbesto, un carcinógeno peligroso que todavía se encuentra en algunos productos cotidianos, como detergentes y frenos de vehículos, y que provoca decenas de miles de muertes al año en el país.
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Esta nueva normativa, considerada una expansión crucial de las regulaciones ambientales, prohíbe el uso del asbesto crisotilo, el único tipo de asbesto que aún se permitía en Estados Unidos. El administrador de la EPA, Michael Regan, describió la medida como un paso fundamental para proteger la salud pública, cerrando así las puertas a una sustancia peligrosa que ha sido prohibida en más de 50 países.
Por qué el asbesto es perjudicial para la salud
El asbesto, conocido por causar cáncer de pulmón, mesotelioma y otros tipos de cáncer, está vinculado a más de 40.000 muertes en Estados Unidos cada año. La prohibición de su uso coincide con el propósito de la Iniciativa contra el Cáncer anunciada por el presidente Joe Biden, que busca erradicar el cáncer en el país.
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Regan subrayó la importancia de esta medida en la protección de las familias, trabajadores y comunidades, y destacó que la ciencia es clara sobre los efectos nocivos del asbesto en la salud pública.
La ley que habilitó esta prohibición fue promulgada en 2016, autorizando nuevas regulaciones para miles de sustancias tóxicas presentes en productos cotidianos. Conocida como la Ley de Seguridad Química Frank Lautenberg, tenía como objetivo actualizar las regulaciones sobre sustancias químicas y aclarar las normativas estatales existentes.
La prohibición de la mayoría de los usos del asbesto entrará en vigor en dos años, y aunque algunas voces de la industria han expresado preocupaciones sobre la disponibilidad y los precios del cloro y otros productos químicos, la EPA considera que esta medida es fundamental para garantizar la salud y seguridad de la población.
Este importante paso en la protección ambiental refleja el compromiso de Estados Unidos con la salud pública y la seguridad, sentando un precedente en la lucha contra sustancias químicas peligrosas y carcinógenos en productos de consumo diario.
