Una de las cadenas más importantes de la industria gastronómica busca eliminar los plásticos de sus restaurantes
“Estamos eliminando el consumo de plástico en el Club, retirando el uso de plástico descartable”, confirmó Celina Rosso, socia fundadora de la empresa.
El Club de la Milanesa, referente en su sector, se propuso eliminar los plásticos de sus restaurantes. Para esto, la empresa tomó medidas hace tres años para mejorar su impacto en el medioambiente. Pero “la acelerada fuerte la hicimos en el último año”, señaló Celina “Kitty” Rosso, socia fundadora del Club de la Milanesa, en diálogo con Infobae.
“Estamos eliminando el consumo de plástico en el Club, retirando el uso de plástico descartable. Somos muy conscientes del impacto que tiene nuestra empresa y los volúmenes que manejamos son gigantescos -reconoció-. Y cuando rediseñamos nuestro pack, para usar la cantidad exacta de cartón, rápidamente nos dimos cuenta que si seguíamos poniendo en bandejas de plástico la estábamos arruinando. Arrancamos por ahí y una vez que se empieza y cambia la mirada sobre el plástico, ya no hay vuelta atrás”.
A partir de ese momento “fue siempre dar un paso más, hasta que hace un año dijimos que nuestro propósito es sacar todo el plástico: botellas, bandejas, bolsas. Es tomar consciencia sobre lo nocivo que es el plástico para el planeta”, aseguró Rosso.
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En Argentina, los 56 locales de El Club de la Milanesa tienen más de 500 mil clientes al mes y 6 millones al año. Al ver estos números, lógicamente todas sus decisiones tienen un impacto directo en el medioambiente. Por tal motivo, adoptaron las siguientes medidas:
- Crear soluciones concretas y a escala para el cuidado del medio ambiente
- Reducir el plástico de un solo uso (bandejas, bolsas plásticas, botellas, etc)
- Instalar paneles solares en las fábricas, madera y pallets reciclados en locales
- Medir el impacto de sus decisiones
“Este es el proyecto más ambicioso que encaró la empresa y que más entusiasmada me tiene a mí, personalmente, porque entiendo que un individuo puesto en el lugar correcto tiene una capacidad de cambio enorme. Toda la empresa ahora está involucrada y comprometida en esto”, remarcó.
Gracias a estas medidas iniciales, y que con el correr de los meses planean agregar otras, ya lograron retirar del mercado más de 40 toneladas de plástico al año y, lo más importante, sin afectar la rentabilidad ni los costos para los clientes.
“No hay tiempo, hay que hacerlo, es una cuestión de consciencia. No es fácil, pero no es imposible. Se puede y se debe hacer. No tiene sentido usar un material que es indestructible para algo que se usa por unos minutos”, concluyó Rosso.