Un país europeo proyecta una red de hidrógeno de casi 10 mil kilómetros de longitud para abastecer a la industria

Alemania buscará crear para 2032 la mayor red de hidrógeno del mundo con 9700 kilómetros de longitud para que la industria sea climáticamente neutra y pueda beneficiar al medioambiente.

Se invertirán unos 20.000 millones de euros y será financiada por el sector privado a través de la asociación de empresas de transporte de gas.

Las autopistas H2 de la transición energética se basarán en un 60% en los gasoductos de gas natural existentes, que se están reconvirtiendo. 

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El hidrógeno deberá circular por Alemania a través de las nuevas autopistas de gas que ya estarán construidas para 2025. El primer paso será conectar los proyectos europeos IPCEI. El proyecto final de la red de hidrógeno se elaborará en el primer trimestre de 2024.

La red básica de hidrógeno dispondrá para 2030 de una capacidad de alimentación de 270 teravatios hora, pero para entonces solo se necesitarán entre 95 y 130 teravatios hora.

Además de abastecer a la industria, otra razón es la seguridad del suministro: junto a las instalaciones de almacenamiento en cavernas que se están reconvirtiendo a hidrógeno, también se van a construir instalaciones adicionales de almacenamiento de hidrógeno. 

Aunque actualmente se negocia con once países la importación de hidrógeno por barco (en forma de amoníaco) o por tuberías (entre ellos Dinamarca, Países Bajos, Francia, España, Bélgica, Portugal…), el plan es producir a largo plazo entre el 30% y el 50% del hidrógeno necesario en el país.

Para desarrollar la red central de hidrógeno, se están reconvirtiendo a gran escala los gasoductos de gas natural existentes para el uso de hidrógeno. 

Al mismo tiempo, hay que garantizar que la red de gasoductos de larga distancia restante pueda seguir cubriendo la demanda prevista de gas natural.