Un experto confirmó la fecha en la que la IA “eliminará al 98,8% de la población humana”
La automatización amenaza el empleo y la estabilidad económica, afectando fuertemente a la supervivencia humana. Qué pasará en el futuro.
Los avances en inteligencia artificial intensificaron el debate sobre el futuro de la humanidad. Algunos expertos, como el profesor Subhash Kak, emitieron advertencias contundentes sobre los posibles riesgos a largo plazo que plantea esta tecnología.
Las advertencias de un experto sobre el impacto de la IA y el colapso demográfico
Según Kak, jefe del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Oklahoma, la población mundial podría reducirse drásticamente a solo 100 millones de personas hacia el año 2300. Esta caída no se debería a guerras ni desastres naturales, sino al colapso progresivo del sistema económico y social actual, impulsado silenciosamente por la automatización.
El especialista sostiene que el verdadero peligro de la IA no radica en un escenario de máquinas rebelándose contra los humanos, sino en su capacidad para sustituir al ser humano en prácticamente todas las actividades cotidianas. Cada avance en automatización genera, según Kak, un efecto dominó que impacta sobre el empleo, la economía y la estructura social.
La automatización masiva, advierte, podría eliminar millones de empleos, dificultando la estabilidad económica necesaria para formar familias. Esto llevaría a un aumento del costo de vida y a una fuerte caída en las tasas de natalidad, lo que derivaría en una contracción social sostenida que podría volver a la humanidad irrelevante dentro del sistema que ella misma creó.
Kak también señala que esta tendencia ya está en marcha: países como Japón, Corea del Sur, China y varias naciones europeas muestran signos claros de declive demográfico, marcando un precedente que podría extenderse a nivel global si no se abordan los desafíos estructurales que plantea la inteligencia artificial.
La creciente incertidumbre laboral generada por la automatización y los avances en inteligencia artificial está provocando un cambio profundo en las decisiones personales y sociales, especialmente en torno a la maternidad y la paternidad. Según el profesor Subhash Kak, el temor a criar hijos en un mundo sin estabilidad económica ni seguridad laboral se extiende incluso en países como Estados Unidos, donde los altos costos de crianza se suman a la ecuación.
Este fenómeno, advierte Kak, no solo modifica patrones culturales, sino que podría llevar a una transformación estructural: un mundo donde tener hijos deje de ser una elección y se convierta en una imposibilidad práctica. En ese escenario, las grandes ciudades -hoy centros de actividad económica y vida social- podrían vaciarse, convirtiéndose en espacios obsoletos, especialmente si las empresas prescinden de oficinas físicas y los contenidos culturales son generados por algoritmos desde cualquier rincón del planeta.
Cuál es la verdadera preocupación del experto en IA
La principal preocupación del académico no es que las máquinas se rebelen contra los humanos, sino que, sin necesidad de conciencia propia, asuman cada vez más funciones clave en la vida diaria: desde la toma de decisiones en entornos laborales hasta la gestión de tareas cotidianas. La automatización, sostiene, avanza hacia un modelo donde el rol humano se vuelve prescindible.
En ese futuro, incluso aspectos esenciales como la educación, las relaciones personales o la política podrían verse debilitados. La eficiencia tecnológica, si no se equilibra con valores comunitarios, podría vaciar de contenido a la experiencia humana. Según Kak, la humanidad estaría cediendo su lugar en el sistema, no porque las máquinas lo exijan, sino porque nosotros mismos lo entregamos en nombre de la eficiencia.
A pesar de esta visión inquietante, el profesor no descarta que haya salidas posibles. Cita, por ejemplo, las iniciativas de Elon Musk en torno a la colonización espacial, que podrían ofrecer un camino alternativo. La idea de repoblar la Tierra desde el espacio tras un colapso demográfico es vista por Kak como una posible vía de supervivencia.
No obstante, el científico también matiza su predicción. “Todo esto parece sacado de la ciencia ficción”, admite, reconociendo que el futuro es incierto. Aun así, sostiene con firmeza que estamos presenciando un declive poblacional de gran escala, cuyas consecuencias podrían ser irreversibles si no se actúa a tiempo.