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Supervielle: 50 mil tarjetas fueron recicladas en bancos y cestos de una plaza

El Grupo Supervielle recicló miles de plásticos de tarjetas que fueron convertidos en mobiliario sustentable de una plaza en la provincia de Mendoza.

¿Qué se puede hacer con las tarjetas de débito y de crédito vencidas o no habilitadas? Lo mismo que decide hacer la mayoría de las personas: cortarlas y tirarlas al tacho de basura. Pero, también se le puede encontrar otro destino más sustentable.

Por medio de una iniciativa innovadora, la entidad crediticia recicló miles de plásticos inhabilitados y los reconvirtió en cestos y bancos para plazas y los donó a la ciudad de Mendoza.

En una primera etapa, 50 mil tarjetas fueron transformadas en mobiliario urbano de diseño sostenible para usar en espacios exteriores. De esta forma, no sólo se ofrece una solución para el destino de los plásticos de las tarjetas bancarias en desuso, sino que además brinda una alternativa creativa para el cuidado del medio ambiente.

Bancos y cestos sustentables

Los bancos y los cestos de basura que fue fabricado a partir de los plásticos fueron donados al municipio mendocino y se instauraron en la plazoleta de La Paz, ubicada entre las calles Mariano Moreno y Rodríguez de la Quinta Sección.

En ese espacio verde se llevó a cabo el acto de inauguración en el que estuvieron presentes autoridades mendocinas y de la entidad crediticia.
“Presentamos la primera plaza del país con bancos y cestos realizados de material reciclado que donó el Grupo Supervielle. Siguiendo uno de los ejes de gestión, que es el del cuidado del ambiente, trabajamos junto a distintas asociaciones y el sector privado, articulando acciones que contribuyen a nuestro modelo de ciudad sostenible, incorporando prácticas orientadas a cuidar los ecosistemas y reduciendo el impacto
negativo que tienen los residuos en el ambiente”, manifestó el intendente de Mendoza, Ulpiano Suárez.

A su turno, Atilio Dell’Oro Maini, director de Grupo Supervielle admitió que desde su organización buscan “soluciones innovadoras que mejoren la calidad de vida de las personas. Nos llena de satisfacción encontrar una segunda vida a las tarjetas transformando el desecho plástico en valor agregado para la comunidad”.

El proceso no es complejo: se reciclan las tarjetas que no han sido habilitadas y los plásticos son destruidos de manera segura preservando la privacidad de los datos de los clientes.

El material resultante de la destrucción es enviado a la empresa fabricante del mobiliario urbano quien se encarga de separar el plástico de otros desechos.

Anualmente se destinan millones de kilogramos de PVC para la impresión de tarjetas de crédito y de débito en la industria financiera que –al final de su vida útil– terminan en un basural a cielo abierto o en los océanos.

Cabe señalar, que el plástico es uno de los materiales más hostiles para el medio ambiente, ya que se calcula que tarda entre 100 y 1.000 años biodegradarse. Es por eso que está considerado como un material de descomposición muy lento y a largo plazo.

Fecha de publicación: 13/07, 5:08 pm