Son cordobeses, crearon un nuevo concepto de tiny house y ofrecen financiamiento al costo de un alquiler

Las viviendas y oficinas modulares basadas en el concepto de tiny houses, ya instalado en mercados internacionales más desarrollados y que en Argentina viene ganando adeptos en particular en los últimos años, promueve espacios habitacionales más reducidos, de bajo impacto ambiental y con un diseño que prioriza la funcionalidad sin descuidar la calidad de las terminaciones y el confort.

En este escenario, Córdoba se posiciona como uno de los polos más activos del país en construcción moderna: ya son más de 15 las empresas locales que apuestan fuerte por el desarrollo prefabricado. Entre ellas, se destaca Pod, la marca con la que Nexia Hub busca ganar terreno en el universo de los espacios habitacionales y laborales modulares.

Son cordobeses, crearon un nuevo concepto de tiny house y ofrecen financiamiento al costo de un alquiler.

Esta alianza, nacida hace dos años, reúne a un grupo de empresas y profesionales que conocen de cerca los secretos de la construcción en seco. En la trastienda del proyecto están E-mat, G3/A y BT Arquitectas, firmas que traen bajo el brazo una sólida experiencia en el diseño de este tipo de soluciones.

Modulares, funcionales y fáciles de instalar: la propuesta de Pod para segunda casa y más

El nombre Pod no es fortuito: corresponde a la sigla de Portable On Demand, un concepto estrechamente vinculado a la construcción off site, que implica que el 90% de la obra se realice en planta, en un plazo de hasta 120 días desde la confirmación de la compra. Una vez completada la fabricación, la unidad se transporta en camión hasta el terreno del propietario, donde se debe haber preparado previamente la platea y las conexiones a los servicios.

La producción se concentra en una planta de 1.500 m2 ubicada en el predio de La Voz del Interior, sobre la avenida homónima al 6080. Allí, la empresa opera con un equipo de 12 trabajadores directos y otros 20 indirectos. Con una capacidad instalada que permite fabricar hasta 72 módulos al año -alrededor de seis por mes-, la compañía alcanza una producción anual equivalente a 2.000 m2 de superficie modular.

Pod es un concepto estrechamente vinculado a la construcción off site, que implica que el 90% de la obra se realice en planta, en un plazo de hasta 120 días desde la confirmación de la compra.

En el corazón de la planta donde hoy se desarrolla toda la actividad, aquella inversión inicial se convirtió en la base firme de un proyecto con grandes ambiciones. “Para los primeros prototipos, la fábrica, el armado de todo el espacio y la nave donde estamos ubicados, la inversión inicial fue en el orden de los 100.000 dólares”, revela. Y marcó el punto de partida que hoy sostiene toda la operación.

Las tipologías modulares ofrecen ventajas clave, especialmente para quienes buscan una segunda vivienda o un espacio adicional como quincho, galería o home office. Sobresalen “por su funcionalidad y sencillez del proceso constructivo, lo que evita al cliente enfrentar una obra compleja”, avisa Andrés Brandán, director comercial la empresa.

Además, permiten resolver necesidades concretas en pocos metros, con bajo mantenimiento, costos reducidos y una ejecución ágil, eficiente y práctica.
Y si bien el público principal de Pod sigue siendo el sector turístico, poco a poco también empiezan a llegar consultas vinculadas a la vivienda permanente. “Nos piden desde unidades semilla de 30 metros cuadrados, que luego pueden crecer a 45 y hasta 60 metros, según las necesidades de cada familia”, explica.

¿Cómo son y cuánto valen las tiny houses?

Los módulos Pod se instalan en menos de 24 horas sobre una base nivelada, gracias a un sistema plug & play que agiliza la logística y reduce el impacto ambiental. Es una solución eficiente y versátil para entornos urbanos, rurales o turísticos. Por el momento, despliegan un portafolio de siete líneas pensadas para adaptarse a diversas necesidades, pensados para responder a una amplia variedad de usos. La oferta contempla unidades con uno o dos dormitorios, baño completo, cocina-comedor integrada, balcones con deck exterior y, en algunos casos, equipamiento extra como kit de asador.

Cinco de ellas apuntan al mercado residencial, con opciones que van desde viviendas permanentes hasta casas de descanso o espacios recreativos. Las dos restantes se enfocan en el ámbito corporativo e industrial, con formatos que funcionan como oficinas móviles o unidades destinadas a alojar trabajadores en contextos productivos. “Nuestra línea de productos tiene fuerte foco en la sustentabilidad, la eficiencia energética y la adaptabilidad a distintos contextos geográficos y sociales”, apunta Brandán.

Los módulos Pod se instalan en menos de 24 horas sobre una base nivelada.

Por ejemplo, el modelo Esencial es un acogedor monoambiente de 27 m2 que se abre hacia un balcón con deck exterior, ideal para adaptarse a todo tipo de usos comerciales, productivos o habitacionales (u$s25.500). Su hermano, Esencial Flex, del mismo tamaño, eleva la experiencia con baño completo, balcón, kit de asador, muebles y grifería incluidos (u$s 33.500). Y para quienes buscan algo más amplio y sofisticado, Evolución Flex es una vivienda de 55 m2 con dos dormitorios, baños en suite, terminaciones premium y una cocina-comedor que invita a compartir momentos únicos (u$s 71.500).

Por su parte, el Esencial Extra es una oficina de 27 m2 que cuenta con dos ambientes, baño y balcón, diseñada especialmente para funcionar como espacio de trabajo sin kitchenette (u$s32.000); Pod Origen, una solución compacta para vivienda permanente de las mismas proporciones que incluye dos dormitorios, cocina-comedor, baño y balcón con deck (u$s36.000); o Evolución, con 55 m2 distribuidos en tres ambientes con techo a dos aguas: dos dormitorios con baños en suite, cocina-comedor y habitaciones dobles en suite (u$s65.000).

Así son por dentro estas viviendas modulares.

Finalmente, Evolución Flex (55 m2) posee tres ambientes, dos dormitorios con baños en suite y terminaciones premium. Esta versión desfazada del modelo anterior ofrece una cocina-comedor integrada y está diseñada para adaptarse a distintas configuraciones de terreno (u$s 71.500). Todos estos precios tienen el IVA excluido y no incluyen el costo de traslado, emplazamiento y conexiones en el sitio.

Un dato clave es el convenio que la empresa mantiene con el Banco Hipotecario, que permite financiar la compra en hasta 72 meses, con una tasa UVA más 15. Las cuotas, que rondan entre los $700.000 y $800.000 mensuales, son comparables al valor de un alquiler. “Con esta financiación, obtenés un tiny house prácticamente pagando un alquiler; es decir, es lo mismo, pero además te capitalizás”, remarca el director comercial.

Eficiencia y bajo impacto: así es el proceso detrás de las viviendas Pod

Con una mirada puesta en la eficiencia y la sustentabilidad, la propuesta apuesta por viviendas modulares transportables que combinan diseño inteligente y tecnología constructiva. En su fabricación se incorporan materiales no convencionales, como la fibra de celulosa reciclada, que aportan ligereza, aislación y menor impacto ambiental.

La empresa se encarga de todo el proceso constructivo: fabrica la estructura metálica de cada módulo, instala las placas de pared y aplica un relleno de celulosa en su interior, que no solo garantiza aislamiento térmico y acústico, sino que también elimina el típico “eco” de la construcción en seco. Además, las unidades se entregan con instalaciones eléctricas y sanitarias, emplacados, pisos, aberturas, pintura y las principales terminaciones incluidas.

La empresa se encarga de todo el proceso constructivo: fabrica la estructura metálica de cada módulo, instala las placas de pared y aplica un relleno de celulosa en su interior.

En la misma planta también se elabora la celulosa utilizada en los módulos, mediante una tecnología de origen chino que, una vez en plena operación, permitirá producir hasta 80 toneladas mensuales. Esta fibra se obtiene a partir del reciclado de papel y cartón, lo que suma un valor ambiental clave a la propuesta.

El proceso final, que se lleva a cabo en el sitio, consiste en vincular los módulos con la platea y realizar las terminaciones finales. Este enfoque no solo acelera los tiempos de ejecución -permitiendo completar la obra en un plazo de entre un día y una semana- sino que también reduce el impacto ambiental y minimiza los desperdicios en el lugar de la obra.

Los planes de expansión en las “ciudades dormitorio”: el nuevo foco del desarrollo inmobiliario

Con la tendencia de la segunda vivienda ya consolidada, el sector inmobiliario empieza a mirar otros mercados en expansión. En el sur del país, “la demanda habitacional crece al ritmo del desarrollo de la minería y el petróleo, especialmente en zonas como Vaca Muerta, donde miles de operarios necesitan soluciones habitacionales temporarias. Y allí estamos apuntando”, pormenoriza Brandán.

Con la tendencia de la segunda vivienda ya consolidada, el sector inmobiliario empieza a mirar otros mercados en expansión.

Se trata de trabajadores que cumplen jornadas intensivas de dos o tres semanas y luego regresan a sus lugares de origen. En ese esquema, las denominadas “ciudades dormitorio” requieren infraestructura básica: espacios donde dormir y descansar entre turnos, sin grandes exigencias en términos de equipamiento o servicios. El desafío es claro: responder con agilidad a una demanda concreta, creciente y con necesidades muy específicas.

Nicolas Bal: Periodista especializado en bienes raíces