En apenas seis meses, Santiago del Estero y Chaco perdieron ilegalmente 31.000 hectáreas de bosque nativo. Así lo advirtió Greenpeace Argentina tras un relevamiento satelital que la organización ambientalista realizó durante el primer semestre de 2025.
La superficie arrasada equivale a una vez y media el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires. Los desmontes ilegales se concentraron en dos provincias del norte argentino: 22.315 hectáreas en Santiago del Estero y otras 8.685 en Chaco.
“Las multas económicas no son suficientes como sistema de disuasión. Cuando son bajas, los empresarios agropecuarios las incluyen como parte de sus costos; y cuando son altas, ponen sus abogados para no pagarlas”, advirtió Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
La organización volvió a reclamar la penalización penal de la deforestación ilegal. “Es evidente que hay complicidad de los gobiernos provinciales. En Santiago del Estero se autorizan desmontes donde la Ley de Bosques no lo permite; y en Chaco no se controla lo suficiente para hacer cumplir el fallo judicial que suspendió los desmontes”, aseguró Giardini.
Deforestación, como ecocidio
Pese a que Argentina se comprometió en la Cumbre Climática de Glasgow en 2021 a alcanzar la Deforestación Cero para 2030, el país sigue registrando tasas alarmantes de pérdida de bosque nativo.
“La deforestación es un ecocidio que provoca desaparición de especies, cambio climático, inundaciones, sequías, desertificación, enfermedades, desalojos de comunidades y pérdida de alimentos, medicinas y maderas. Debemos acabar con la impunidad”, insistió Giardini.
Cabe recordar que Greenpeace impulsa una campaña para que los desmontes ilegales y los incendios forestales sean considerados delitos penales. Más de 267.000 personas ya firmaron la petición en votaporlosbosques.org.