Quiere ser pionera: esta provincia impulsa proyectos para el aprovechamiento de sus recursos naturales
Los proyectos se vienen ejecutando desde hace cinco años, merced a un proceso llevado adelante con las comunidades locales que son las que producen.
Diversos proyectos entre los que se encuentran los cultivos andinos y la producción de bio abonos y especies forestales como queñua y churqui, se vienen desarrollando en la Puna y Yungas jujeña “para garantizar el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales”, dijeron hoy fuentes gubernamentales.
Los proyectos se vienen ejecutando desde hace cinco años, merced a un proceso llevado adelante con las comunidades locales que son las que producen en sus entornos boscosos.
“A partir de sus conocimientos locales y tradicionales, en diferentes sitios aprendimos a realizar un uso sostenible de la biodiversidad“, afirmó el Coordinador Regional del Proyecto Usos Sustentable de la Biodiversidad (Usubi), Nahuel Morandini.
El proyecto, ejecutado por los Ministerios de Ambiente de Nación y de Jujuy y financiado por el Programa Naciones Unidas para el Desarrollo, está orientado a fortalecer la ley de protección de bosques nativos, principalmente a través de la realización de planes de manejo y conservación en áreas boscosas, indicaron las fuentes.
En ese marco, junto con las comunidades de Valle Grande, Valle Colorado, Ocloya y Normenta, se impulsa el manejo sustentable del bosque nativo en áreas de alto valor de biodiversidad.
Asimismo, se apunta al desarrollo de mercados y mecanismos financieros para la sostenibilidad del uso de productos forestales no madereros del bosque nativo y el fortalecimiento de aquel a escala paisaje.
En Valle Grande, se equipó una Sala de Procesado de Frutas Nativas, se implantaron parcelas de enriquecimiento con chilto en diferentes fincas de productores rurales de la zona de las Yungas que en el 2018 fueron capacitados.
Se realizó la reapertura de la Sala de Conservas y se entregaron recursos a las familias, mientras que el Ministerio de Ambiente de Nación invirtió 12 millones de pesos para los procesos de fortalecimiento de líneas productivas.
Una de cal y otra de arena
Con fecha de activación prevista para este marzo , la puesta en marcha de la planta solar Caucharí, en la provincia de Jujuy, quedará para más adelante.
La cuarentena establecida por el Gobierno ante la expansión del coronavirus, sumado a la posibilidad de un nuevo default, culminaron por congelar la entrada en funcionamiento de una de las mayores apuestas nacionales en términos de energías renovables.
“Caucharí está 100 por ciento terminado, pero lo que estamos esperando es que nos permitan cerrar el seccionador y poder empezar con los ejercicios de generación y carga de los sistemas”, declaró recientemente Carlos Oeheler, titular de la estatal jujeña JEMSE.
“La demora en la habilitación de la planta seccionadora nos arrastró a postergar los plazos. No estamos pudiendo hacer las pruebas de energización de la planta”, añadió.
La cuarentena, indicó Oeheler, frenó la interconexión entre los parques solares además de paralizar los trabajos pertinentes en materia de, justamente, energización de las instalaciones. El ejecutivo expuso que, de levantarse la medida oficial en abril y reactivarse el funcionamiento económico en el corto plazo, Caucharí recién comenzaría a funcionar en algún momento del segundo semestre.
Proyecto de magnitud
Caucharí es considerado el emprendimiento fotovoltaico más grande de América latina. Desarrollado con asesoramiento técnico de la china Shanghai Electric Power Construction Co. Ltd. (SEPC), consta de tres parques fotovoltaicos que juntos suman 315 megavatios (MW) de potencia, a través de la instalación de 1,2 millones de paneles solares.
Casi el 90 por ciento del financiamiento de las obras corrió por cuenta de otro gigante asiático: el Banco de Exportaciones e Importaciones de China (EximBank). En su punto de mayor desarrollo, este desarrollo llegó a motorizar alrededor de 1.000 empleos, según representantes de la mencionada Shangai Electric Power.
En la actualidad, se estima que Caucharí ocupa una superficie cercana a las 800 hectáreas, y se encuentra situado en plena Puna -departamento de Susques-, esto es, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. En una primera etapa, la iniciativa debería garantizar el suministro a más de 160.000 hogares en el norte del país.
Más allá del parate actual, el escenario de pandemia también pone en riesgo los planes a futuro pautados para el mismo parque.
La provincia de Jujuy fijó para este año una ampliación del proyecto energético que permitiría elevar la potencia de Caucharí a 500 megavatios. En los planes, esta modificación se llevaría a cabo prácticamente en su totalidad con financiamiento externo.
La falta de precisiones respecto de qué ocurrirá con el coronavirus, sumado al pendiente argentino en lo que hace a la negociación de deuda con los acreedores internacionales, enciende los peores temores en el segmento político jujeño.