¿Qué pasa con el agua en Buenos Aires?: Aysa elevó denuncia por eventual contaminación y crece la alarma en los hogares
“Olor y sabor particular, identificado con un descriptor tipo aceituna o aceite de oliva“. De esa forma identifica Aysa, la empresa pública a cargo de la provisión de agua en Capital Federal y gran parte del conurbano bonaerense, las características que presenta el líquido vital -con intensidad variable- desde agosto a esta parte.
La descripción forma parte de la denuncia elevada por la compañía ante la Unidad Fiscal de Medio Ambiente para que se investigue una presunta contaminación del caudal.
El texto en cuestión, al que accedió iProfesional en las últimas horas, es enfático a la hora de afirmar que “el agua de consumo no presenta toxicidad alguna” aunque, reconoce, el flujo “tiene un olor y sabor particular”.
En su denuncia, Aysa reconoce que el cambio en el aroma y el sabor “comenzó a detectarse a partir del 21 de agosto y se fue repitiendo de manera intermitente con un nulo o bajo impacto en el olor del agua, hasta que el evento ocurrido el viernes 4 de setiembre resultó de mayor magnitud, algo que ya había ocurrido con otro evento similar el 1 de julio del corriente año”.
“Desde las primeras horas del día viernes 4 se setiembre de 2020, se detectó un evento de fuerte olor en el agua cruda de ingreso a Planta San Martín, que si bien resulta apta el consumo humano, puede presentar un olor y sabor particular identificado con un descriptor tipo ‘aceituna o aceite de oliva‘”, añadió la estatal.
En el escrito presentado ante el organismo Aysa se presenta como damnificada y arroja una hipótesis sobre el origen del fenómeno. “… teniendo en cuenta los muestreos realizados por Barco Laboratorio y por tierra en los distintos arroyos, podría inferirse que vendría del Río Reconquista, a través luego del Luján y su llegada a planta en el Río de la Plata”, señala.
En otro apartado la compañía que preside Malena Galmarini ya hace más evidente la presunción de contaminación: sostiene que el cambio en las características del agua podría responder a “vuelcos no permitidos en cuerpos de agua superficial”, lo cual “amerita la investigación de esa Fiscalía Especializada”.
El pedido de intervención llevado a cabo por Aysa es consecuencia directa de la queja multiplicada de los clientes del servicio, que acumulan semanas de reclamos vertidos en las principales redes sociales.
En espacios como Twitter proliferan los pedidos de descuentos para las próximas facturas de la empresa efectuados por usuarios que, aseguran, debieron migrar al agua embotellada por el cambio en el líquido que vierten las canillas.
Según pudo saber iProfesional, la empresa no aplicará rebajas en las boletas en tanto se considera “damnificada en toda esta situación”.
Se incumple el Código Alimentario
En el ámbito de los consumidores, en tanto, se espera una intensificación en los reclamos que incluso podría llegar a lo legal. Ocurre que, tal como llega hoy a los hogares, el agua que comercializa Aysa incumple aspectos básicos del Código Alimentario Argentino.
En su artículo 982, la normativa en cuestión establece: “Con las denominaciones de Agua potable de suministro público y Agua potable de uso domiciliario, se entiende la que es apta para la alimentación y uso doméstico: no deberá contener substancias o cuerpos extraños de origen biológico, orgánico, inorgánico o radiactivo en tenores tales que la hagan peligrosa para la salud.”
Para luego añadir: “Deberá presentar sabor agradable y ser prácticamente incolora, inodora, límpida y transparente.”