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¿Qué es el “empleo verde” y por qué puede ser un nuevo motor para la economía?

Las medidas adoptadas para combatir la crisis climática se han convertido no sólo en una necesidad, sino también en una oportunidad.

El Observatorio de la Sostenibilidad en España lo ha dejado claro. Las medidas adoptadas en nuestro país para combatir la crisis climática se han convertido no sólo en una necesidad, sino también en una oportunidad para generar empleo de calidad. Los datos son reveladores. 

En estos momentos, el empleo verde en el país europeo mantiene 530.947 puestos de trabajo, desde los 147 contabilizados en Ceuta y Melilla a los cerca de cien mil en Cataluña, la autonomía más avanzada.

Son empleos repartidos en actividades tan diversas como el tratamiento y la gestión de aguas residuales, gestión de residuos sólidos (se producen 500 kilos de basura por habitante y año), energías renovables, gestión de zonas forestales, servicios ambientales a empresas, educación e información ambiental, agricultura y ganadería ecológica, movilidad eléctrica, todo un abanico de ocupaciones clave para la sostenibilidad de un planeta que no tiene plan B.

A escala global, la Organización Mundial del Trabajo estima que hasta 2030 la economía verde creará más de 24 millones de empleos bio en el mundo, destacando, entre otros, algunos aún poco conocidos como los de comunicador ambiental, técnico de turismo sostenible o ecodiseñador.

¿Qué es el empleo verde? Se define como cualquier actividad profesional que ayude a proteger el medio ambiente y a combatir el cambio climático ahorrando energía y materias primas, fomentando las energías renovables, reduciendo los desechos y la contaminación, o protegiendo la biodiversidad y los ecosistemas. 

Los empleos verdes no son ya un sueño utópico. En toda Europa se está avanzando hacia una mayor sostenibilidad con la creación de nuevos trabajos, más estables, de más calidad y que garantizan los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

El empleo en el sector ambiental en España representa hoy un 2,62% de la población ocupada. Y, en concreto, el 20,6% del total de los empleos verdes se concentra en el sector de las renovables, en el que se ocupan 109.368 puestos de trabajo, cifra que sólo es superada por el sector dedicado a la gestión y tratamiento de residuos, con 140.343 puestos de trabajo. 

Estas cifras se incrementarán en los próximos años por las nuevas normativas que van apareciendo, que empujan hacia un nuevo modelo energético.

La actividad de mayor peso en el empleo verde tradicional en España es, por tanto, la de gestión de residuos, que concentra más de una cuarta parte del empleo verde total (140.343 puestos de trabajo, el 26,4% del total).

Se trata de una actividad que no sólo no ha agotado su potencial de crecimiento, sino que se encuentra aún en los inicios de la fase de despegue, según el Ministerio para la Transición Ecológica.

De hecho, el reciclaje de envases de vidrio genera ahora mismo casi 7.900 empleos en España, según un informe de la Universidad de Málaga. Ya hay 14 plantas de tratamiento, 12 fábricas de envases y más de 290 compañías de recogida en España.

En general, el desarrollo de modelos de consumo y de producción sostenibles genera un potencial para transformar el panorama laboral actual y orientarlo hacia sectores de alta tecnología, como las energías renovables; pero también en sectores más tradicionales como la fabricación y la construcción; la agricultura y la pesca o los sectores de servicios tales como el cátering, el turismo, el transporte y la enseñanza.

Pero para ello, según los analistas, hace falta un cambio social y político. Social, porque la sociedad debe entender que el camino actual es insostenible, que el modelo económico basado en la especulación y construcción sin límites es equivocado. Y político, porque la actual dinámica de los partidos y gobiernos, cuyos objetivos parecen limitarse a conquistar y mantenerse en el poder, hacen inviable cualquier proyecto sostenible a largo plazo en el tiempo.

Uno de los ejemplos de empleo verde más arraigado es la rehabilitación energética de edificios. Esta actividad es un nicho de trabajo que ofrece muchas oportunidades a los antiguos empleados de la construcción, muchos de ellos ahora en situación de desempleo, pese al repunte de la actividad. Además, reduce la dependencia energética y ayuda a mitigar los efectos del cambio climático.

Un estudio del Instituto de Estudios Económicos (Ineca) de la Universidad de Alicante sobre las oportunidades y necesidades de empleo basadas en las nuevas tecnologías ha permitido detectar oportunidades de empleo ecológico, por ejemplo, en los campos de la instalación y mantenimiento de energías renovables para diferentes usos; la especialización en economía circular, particularmente referida a la gestión de residuos; y el impulso de la eficiencia energética en los principales sectores productivos.

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Fecha de publicación: 07/04, 3:16 pm